viernes, 23 de abril de 2010

Más sobre el caso de Wanda

Como saben, desde hace un tiempo he estado reclamando, sin mucho éxito, que se aclare por qué Wanda Díaz Olivo no es contada entre las mujeres asesinadas por sus parejas. Pueden leer mis reclamos aquí, aquí y aquí. El día 8 de marzo la Procuradora de las Mujeres, en entrevista con El Nuevo Día, confirmó que la muerte de Wanda no había sido suicido. Sin embargo, de repente, Wanda fue obviada, hasta en expresiones de la propia Procuradora, que se ha adscrito a las estadísticas oficiales.

Luego de muchos esfuerzos, logré comunicarme con la Sargento Aimeé Alvarado de la División de Violencia Doméstica de Bayamón, quien amablemente me atendió pero poco pudo ayudarme. Fui yo quien le dijo que ya había un informe de Ciencias Forenses que descartaba el suicidio de Wanda. Ante ese dato, la Sargento se comunicó con la Fiscal Wanda Casiano, supervisora de la fiscal Esther Moreno asignada al asesinato de Wanda, quien le dijo que todavía no se presentaban cargos por Ley 54 contra Luis Santiago Vega porque supuestamente el informe de Ciencias Forenses estaba incompleto, pues aunque descartaba el suicidio, no dabe información precisa y detallada sobre cómo se dio la muerte (¿?). Hasta ahí he llegado en mi investigación (que se me hace díficil, porque aunque es cuestión de llamadas, encontrar un número de telefono a veces me ha tomado días). Estoy muy frustrada. Pero afortunadamente hoy me topé con este Editorial en El Nuevo Día:

Nos dice Javier Colón:

Pendiente aún el cargo por asesinato
Por Javier Colón Dávila / jcolon@elnuevodia.com

A catorce días de la muerte de Wanda Díaz Olivo por un disparo en la cabeza, todavía se esperan por los informes periciales del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para determinar si se radica un cargo de asesinato contra Luis Santiago Vega, el hombre que se encontraba en el cuarto con la mujer cuando ocurrieron los hechos el 4 de marzo, según la fiscal del caso. “La información del ICF es que no han terminado el informe necesario para nosotros determinar si se formula el cargo por la muerte de la dama”, dijo la fiscal Esther Moreno.Mientras tanto, hoy Santiago Vega tiene una vista preliminar ante la jueza Berthaida Seijo Ortiz, en el Tribunal de Bayamón para enfrentar cargos de ley de armas y actos lascivos contra una menor.Santiago Vega niega que haya matado a Díaz Olivo, de 27 años y madre de cuatro niños entre 8 y 13 años. Según la versión de Santiago Vega, ofrecida a la prensa a través de su hermana Maritza Galindo el día de los hechos, la pareja sostuvo relaciones sexuales a las 7:00 a.m. y cuando el hombre salió del baño tras ducharse, la mujer se disparó en la cabeza. Según vecinos, el hombre tardó 15 minutos en pedir ayuda luego de que se escuchara el disparo.
El cargo de ley de armas surge de la admisión de Santiago Vega de que el revólver ocupado en la escena -un apartamento en el residencial Rafael Martínez Nadal, en Guaynabo-, era suyo. No tenía licencia para portar armas. Al sospechoso de 36 años, un drogadicto rehabilitado según su madre, se le radicó un cargo de actos lascivos contra una menor dado que al entrevistar a los hijos de la víctima, una de las niñas informó que el hombre la obligaba a ver películas pornográficas y a hacerle caricias sexuales. Santiago Vega llevaba 8 años de relación con Díaz Olivo. La mujer había solicitado hace años una orden de protección, pero la pareja se reconcilió. En el 2004, el hombre fue fichado por violencia doméstica.


Lo que yo NO entiendo es que por qué si ya existe un informe que descarta el suicidio (exactamente como ha sucedido en el caso de Terry) no se le pueden radicar cargos por asesinato a la única persona que estaba con Wanda al momento de los hechos y que aceptó ser dueña de la pistola. Vale, vale. No soy fiscal, no soy experta en esos temas. Pero, entonces, me gustaría que alguién emplazara a Ciencias Forenses para que nos explique qué informe es el que hace falta, por qué no hicieron su trabajo bien la primera vez. Yo no entiendo que está pasando, cuando la propia directora del Instituto de Ciencias Forenses parecía tan confiada en su informe.

Ustedes, tal vez, se pregunten por qué me ha afectado tanto esto, si al final estamos hablando de números. Pero esto es ESENCIAL. No sólo las estadísticas son importantes a la hora de planificar nuestros trabajos para erradicar la violencia doméstica, sino que aquí queda envuelta una cuestión MORAL sobre cómo esta sociedad trata a sus mujeres víctimas de violencia, estando vivas Y estando muertas. Me aterra pensar que, a lo largo de los años, esto se haya repetido. De verdad, ¿ustedes piensan que si no seguimos poniendo presión, al final del camino, se actualicen las estadísticas, aún cuando se le radiquen cargos por Ley 54 a Santiago Vega? Si la propia Procuradora de las Mujeres se ha montado en la ola de eliminar a Wanda de su contabilidad, ¿qué se puede esperar de la Policía de Puerto Rico?

Por lo menos, yo, aunque me lean sólo ustedes, seguiré desde aquí pensando en Wanda, contando a Wanda, apoyando a Wanda, porque cuando estaba viva nunca la conocí pero ahora la conozco, y me niego a olvidarla.

Le doy las gracias Javier Colón Dávila por no dejar caer la noticia. Ahora, falta que algún medio problematice la situación desde una perspectiva de género. ¿Sara? ¿Tal vez tú?

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