domingo, 25 de marzo de 2012

¿De quién es ese pipí? LUIS RAFAEL SÁNCHEZ

25 de marzo de 2012
Publicado en EL Nuevo Día.


1.

“El lenguaje nunca es inocente” afirma Roland Barthes, escritor francés. La afirmación se comprueba, hasta la saciedad, cuando un padre levanta del suelo al vástago adorado, le cosquillea su zona genital con la cabellera y le pregunta: “¿De quién es ese pipí?” Como pipí es el mote cariñoso de los penes penitos, razonamos que el padre está invitando al vástago a jugar y educarse. Jugar un juego cuasi erótico. Educarse en rigurosa clave masculina, no obstante superficial y leve.

Bueno, superficial y leve, en apariencia. El juego reivindica una certeza que se hereda y transmite de generación en generación, así como se heredan y transmiten los apellidos. Y es la certeza, heredada y transmitida, que el pipí es un bien repartible.

El vástago, a quien llamaremos el nene en lo adelante, se entusiasma con el juego y la lección. De ahí que, riendo y mostrando los dientes de leche, con la ayuda de la lengua aún de trapo, vocifere la respuesta: “¡De las nenas!”

En acabando de cumplir los cuatro años, el nene nada sabe de propiedades que no sean los juguetes. Sin embargo, a los ojos del padre, el hecho de que el nene desconozca por qué el pipí es “de” las nenas, o “para las nenas”, tiene una importancia escasa, por ahora. Y como tiene escasa importancia, por ahora, besuquea a la precoz criatura con sonoridades retumbantes. Pues, luego de semanas de repaso y paciencia, consiguió incrustarle la antedicha respuesta en la corteza cerebral, ese almacén gris de percepciones y decisiones.



2.

La familia restante, familia unida y funcional, se incorpora a la celebración, como si de fiestas patronales se tratara. ¿En honor a San Pipí? Oronda, la abuela por vía paterna, nombra al nieto como el sucesor eventual del tío Lencho: “Va a salir a mi hermano Lencho, que tenía esposa en el pueblo y una querida en cada barrio”. A la madre el júbilo se le traduce en lágrimas: “Sabe el doble que las niguas. Dios lo lleve por buen camino”.

El padre salta a corregirla: “Del buen camino de la nena se encargue Dios. Que del buen camino del nene me encargo yo”. Y la sonrisa, de sien a sien, pregona la felicidad que le causa vislumbrar la expiración del ñeñeñé del nene. Furioso, el padre increpa al nene cuando jirimiquea: “¿Eres nene o eres nena?” Y, apuntándolo con el dedo, remata: “Quienes tenemos pipí no jirimiqueamos ni lloramos”.

.

3.

Satisfecho con los toscos evangelios del padre, satisfecho de vivir con el pipí al aire, el nene aterriza en el suelo y bucea entre la muchedumbre de juguetes. Caprichoso, escoge una pistolita y finge disparar contra todo. Incluso contra su hermanita gemela, ocho minutos mayor que él.

Del nacimiento de los guares la familia evita conversar. Y es que el padre quiso gozarse el parto en vivo y en tecnicolor. Mas, sufrió un desmayo tan pronto la cabeza de la nena asomó por entre el despatarramiento de la madre. Juiciosa y considerada, reponiéndose a la anestesia, la madre suplicó a las enfermeras: “Atiendan a mi pobre marido con urgencia, que yo me las arreglo y pujo sola”.



4.

Con la estilística superior de los jefazos de tribu, el eterno Daniel Santos borda una canción que hilvanan versos coleccionables: “Qué extraña es la vida, Cuántas verdades no se comprenden, y sin embargo son la verdad”.

Entre las verdades incomprensibles que, sin embargo, son la verdad, estarán los ocho minutos que hicieron a la nena, aparte de “viejit”, como dulcemente la apostrofa el papá, una hermana mayor en toda regla.

Satisfecha con los toscos evangelios de la madre, satisfecha con que su madre jamás le cosquillea la zona genital y le pregunta: “¿De quién es esa t?”, la nena va curtiéndose en los deberes de las pequeñas madrecitas.

Disciplina el ejército de muñecas a su cargo. Sólo pierde la chaveta cuando alguna muñeca se rebela y se niega a usar los pantis. Entonces, llevándola por las greñas a una esquina, le susurra: “Corra a esconderse la t. Que el pipí de mi hermanito es para las nenas”.



5.

El lenguaje nunca es inocente. Paralelo a su emisión fluyen el discrimen que se disimula y el abuso poco sutil, la mentira descarada y la traición fraganciada con rosas, la asquerosidad política. Paralela a su curso fluye la educación sexual hogareña, muchas veces asustada y silvestre, otras hipocritona y descarrilada.

Por lo pronto nada tendrá que recelar la familia unida y funcional. El recelo ascenderá a turbulencia cuando Freno y Frenesí se peleen por la t sublevada de la nena, quinceañera ya. El recelo ascenderá a crisis cuando el nene, quinceañero ya, venga obligado a responder a la justicia, no por las gracias del pipí, si por las delincuencias cometidas en nombre de ESA palabra impublicable.

lunes, 19 de marzo de 2012

Un padre y una madre que no se olvidan de amar ni de luchar

Hoy la Prensa nos informa que "[e]l ex militar convicto por la muerte de su ex pareja, Michael Uscinowicz Simpson, fue sentenciado a dos años de prisión por el juez Enrique Arias Maldonado, del Tribunal de San Juan". (Primera Hora, edición virtual, 19 de marzo de 2012)

Ante noticias así, muchas veces me concentro en criticar al sistema de justicia. También muchas veces me quedo con la frustración de las explicaciones que el propio sistema provee. Al fin y al cabo, todas y todos tenemos el derecho a que el Estado nos pruebe los cargos en nuestra contra más allá de toda duda razonable. Entonces, el sistema no valida los años de experiencia de una trabajando con el tema de la violencia de género, ni valida las horas invertidas en escuchar testimonios de víctimas y sus familiares... al final, una se tiene que conformar con buscar justicia para otras mujeres, porque a las muertas ya les fallamos.

La historia de Verónica trasciende al caso criminal contra quien disparó contra ella. Es también la historia de una familia, en especial, un padre y una madre, que- contra viento y marea- han luchado para reivindicar a su hija. Su hija, tocaya mía, apenas tenía 26 años cuando su novio le disparó con un rifle.


Allá para el verano de 2010 nos enteramos de un confuso suceso en un condominio de lujo de Guaynabo, en el que un ex militar disparó un rifle y su novia murió como resultado del disparo. La familia de Verónica y sus amigas siempre sospecharon que el incidente fue intencional, porque Verónica ya había roto anteriormente con el hombre y porque las probabilidades de que un ex militar no sepa manejar un rifle les parecían mínimas. Desde un inicio el hombre se acogió a su derecho a no autoincriminarse.

La familia de Verónica, espantada por lo que les parecía un estancamiento de la investigación sobre la muerte de su hija, recurrieron a la presión política. Organizaron una vigilia frente al Capitolio, a la cual asistieron muchas personas. Después, una de las mejores amigas de Verónica, Dana Miró, dio una entrevista a Rubén Sánchez, en la que explicaba el por qué de su convicción de que su amada amiga había sido asesinada. Dana conocía de los problemas de la pareja. Al otro día, llegó la radicación de los cargos.

Del comienzo del proceso criminal contra el acusado sólo recuerdo las palabras de la madre de Verónica:

"Asesinó a mi hija. Es un cobarde. Los hombres no matan a las mujeres"

Después de demasiado tiempo, llegó el veredicto: culpable de homicidio involuntario (y no de asesinato en 2do grado). Ante la posibilidad de que el convicto fuera condenado a una probatoria, el padre de Verónica volvió a la carga. Transformó su dolor en una huelga de hambre que duró cuatro días frente al Centro Judicial de San Juan.


Y hoy, llegó la sentencia contra Simpson: dos años de cárcel. Pueden que los mismos pasen rápidos o lentos. No sabremos.

Pero la vida de Verónica perdurará, porque fue buena hija, hermana y amiga. Y porque su madre y su padre lucharán por ella, como mi papá y mi mamá lucharían por mí: por siempre.

Gloria a quienes no olvidan.

Thalía

Causa para arresto contra sospechoso de asesinar joven embarazada

viernes, 16 de marzo de 2012
05:33 p.m.
Mariana Cobián / Primera Hora

El juez Rafael Jiménez Rivera, del Tribunal de Bayamón, encontró causa para arresto contra José Regillo Soto por el asesinato de Thalía Liz Dávila Torres, de 17 años, quien tenía dos meses de preñez. La vista preliminar se citó para el 30 de marzo próximo.

Se le impuso una fianza de $1 millón por el asesinato y $25 mil por un cargo Artículo 5.04 de la Ley de Armas. De prestarla, deberá permanecer bajo supervisión electrónica, según informaron el director de Homicidios de Vega Baja, el sargento Luis R. Castro Garcia y la fiscal de distrito Phoebe Isales.

Con la cara desfigurada e hinchada, el imputado fue dado de alta hoy del Centro Médico en Río Piedras y trasladado al Tribunal de Bayamón por agentes de la Policía para la presentación de cargos.

Según la investigación, familiares de la joven lo sorprendieron en la madrugada del jueves cuando transportaba el cuerpo apuñalado de Thalía en su guagua, que se le averió. Se presume se dirigía a una finca a deshacerse del cuerpo.

Allí le cayeron encima a golpes hasta dejarlo inconsciente en plena carretera PR-644 del barrio Pugnado de Vega Baja. Se informó de que Regillo Soto está casado y es padre de varios menores.

domingo, 18 de marzo de 2012

Confesiones sobrias pa'estas primarias...

Todavía no son las ocho de la mañana, pero los y las periodistas del país están en las redes sociales calentando motores. Hoy son las primarias de los dos partidos principales de Puerto Rico y eso les pone a gozar. Y no sólo a la prensa. Se siente en el ambiente feisbukero y tuitero una especie de frenesí. Se siente como si fuera la preliminar del Miss Universe. También se siente como si todas las noticias, chiquitas y grandes, sobre la política partidista que nos han acompañado por 3 años y 3 meses hoy tengan su primera catarsis.

Y yo no votaré.

Quienes no hemos nacido en cunas izquierdosas, con referencias constantes a la lucha por la independencia ni la de la clase trabajadora... podemos hablar de cómo la política bipartidista del país se puede convertir en una dinámica familiar más. En algún momento, existieron grabaciones de audio en las que la voz de mi amado padre amenaza con llamar a Romero Barceló y yo contestarle llorando "no, a Romero, no". O sea, en mi casa Romero era el cuco. (Eso todavía no ha cambiado). En fin, en el contexto familiar, votar no era sólo un deber cívico sino uno de amor y fidelidad al clan que conformámos papá, mamá y yo.

Pero la niña creció. De hecho, desde hace mucho tiempo vivo desencantada con la política partidista. En cuanto entré a la Universidad, descubrí mis fuertes inclinaciones hacia el socialismo, la soberanía de los pueblos y, por supuesto, el feminismo. Eso unido a que tuve la oportunidad de trabajar para una campaña política (de las importantes) cuando apenas tenía 19 años de edad ayudaron a darme cuenta a) que la política es mucho más que los partidos y, sí, es más que votar y b) que los partidos de Puerto Rico son muy decepcionantes.

Con todo y eso, movida por muchas razones, voté en primarias y en elecciones. No lo hacía de mala gana. Confieso que el relajo medio farandulero y de avivamiento casi pentecostal me convocaba lo suficiente. Mirando hacia atrás me doy cuenta que lo mío era un verdadero perfomance, con disfraces incluidos. En las elecciones generales votaba con miedo. Y en las primarias.... porque me dejaba convencer que ese era un primer paso importante para asegurarme que la papeleta del próximo noviembre fuera respetable. Pero, confieso, que la pepeleta de los noviembres siempre me resultaba que se quedaba demasiado corta. Votaba y después, la depre.

Hasta hoy.


Hoy son las primarias y no votaré. La política no partidista, mi activismo político, me ha permitido canalizar mi compromiso con Puerto Rico y me ha regalado las herramientas suficientes para no votar y saber porqué no voto. No estoy dispuesta a que se me imponga una afiliación a un partido en el que no creo. Mi partido es la justicia para todas las mujeres y sus familias. Por ello, seguiré caminando en la Ruta de las Mujeres de cara a las elecciones de noviembre de 2012...

viernes, 16 de marzo de 2012

Mafalda felicita al blog


Gracias a Evelyn por transmitir el mensaje, jeje :)

***Tercer Aniversario*** www.mujeresenpr.com

Hoy llegó uno de los días que más celebro: el aniversario de este blog.



Como siempre, aprovecho la oportunidad para agradecer a ustedes, mis lectoras y lectores, que mes tras mes, llegan hasta aquí para leer, comentar, inspirar y documentarse.






En otras ocasiones he dicho que este es mi proyecto feminista más íntimo, en el que puedo no sólo compartir con ustedes los retos que aún nos faltan por superar sino también las cosas positivas que se suceden a lo largo del camino.



El próximo año promete momentos importantes para las mujeres del país. Si la vida lo permite, aquí estaremos. Con ustedes. :)

miércoles, 14 de marzo de 2012

¡¡Mafalda VivE!!

Mafalda, vida de esta chica

Los seguidores del personaje celebran su 50 cumpleaños.

Varios ilustradores reinterpretan para EL PAÍS a la popular niña de la melena redonda

Homenaje a la Mafalda de Quino / ENMA REVERTER / MÀRIAM BEN-ARAB

Los libros todavía están ahí, cuarenta y seis años después, en un compartimento de la mesa de luz de mi madre, junto a unas chinelas que ella ya no volverá a usar. No es un espectáculo para sensibles: están rotos, las tapas entreveradas con las páginas, las páginas mezcladas entre sí. El más viejo es de 1966, un año antes de que yo naciera. El último es de 1973, el año en que empecé a leer de corrido. Fue por esos libros apaisados, de tapas de colores, publicados por la editorial argentina Ediciones de la Flor, que conocí a Mafalda, la historieta que había dibujado Quino desde 1962 y a lo largo de una década. Los descubrí a mis siete, hurgando, como siempre hurgaba —con una avidez de comadreja— por todos los rincones de la casa y, aunque mis padres me permitieron leerlos, me advirtieron que no los iba a entender porque no eran libros para chicos. Entonces no me pareció, pero años después entendí que era verdad: que esos no eran libros para chicos.

***

Quino la dibujó por primera vez el 15 de marzo de 1962 y, aunque la versión nunca vio la luz —estaba destinada a ser publicidad subliminal de una marca de electrodomésticos— esa es la fecha del origen del mito. Cincuenta años después, el culto de Mafalda ha dado la vuelta al mundo. En el invierno de 1999, durante una entrevista en su casa de Buenos Aires, Quino me decía que nunca había imaginado tamaña vigencia y que a veces, cuando la gente se acercaba a saludarlo, podía sentir en ellos una suerte de tensión, de acusación velada: “La Mafalda es un dibujo, no es una persona de carne y hueso. Pero a veces me tratan como si hace veintiseis años hubiera matado a un grupo de nueve personas, los nueve personajes de la tira. A veces me tratan como si fuera un asesino”.

Quino no decía “Mafalda”. Decía “la Mafalda”. No como quien dice “el Quijote” sino como quien habla de una construcción.

***


Llegué a Mafalda en 1973, el año exacto en que Quino dejó de dibujarla, de modo que lo primero que supe fue que todo lo que iba a tener de ella era limitado: diez libros. Pero, a mis siete, eso parecía inagotable, y lo era: recorrí, en los años que siguieron —mientras Perón moría en 1974, mientras empezaba la dictadura militar en 1976, mientras mi hermano heredaba mi triciclo y se rompía un diente, mientras yo aprendía a patinar con patines de rueditas, mientras toda mi familia seguía sin conocer el mar—, una y otra vez ese universo hasta aprenderlo de memoria. Pero sí podía reconocer en mi padre las angustias del padre de Mafalda; y en mí misma la depresión dominguera de Felipe; y en mi hermano menor la inocencia rampante del Guille, la madre era otra cosa.

“Me pregunto si cuando mi mamá era chica quería ser lo que es ahora”, se preguntaba Mafalda en una de las tiras. Después, decidida a salir de dudas, se asomaba al dormitorio donde su madre, rodeada de trapos y productos de limpieza, con el malhumor pintado en el rostro, limpiaba la mugre familiar. “¿Qué querés?” gruñía la mujer. Y Mafalda, con gesto resignado, decía “Nada, iba a comentarte de un chico al que casi le pasa no sé qué con el dedo y un ventilador, pero no importa”. En otra de las tiras, la madre limpiaba una biblioteca y se topaba con sus viejas partituras de piano: “Mis trece años. La profesora Giambartoli. Pobre. Ella creía que yo llegaría a ser una gran pianista”. Seguía limpiando hasta que, de pronto, se detenía y, con un gesto amargo, pensaba: “¿Pobre ella?”.

Entender que una madre podía dudar de sus elecciones —y quizás, incluso, arrepentirse—, fue un descubrimiento aterrador. A veces, mientras mi madre zurcía medias o fregaba los pisos o lavaba los platos, yo le preguntaba: “Mamá, ¿y vos qué querías ser?”. Y ella, elevando los ojos al techo, repetía: “Ay, dios mío, esta nena, esta nena”.

Digámoslo así: mi personaje favorito era Libertad —y toda su misteriosa familia— pero a mi madre Libertad —y toda su misteriosa familia— le parecía una tarada.

No eran, definitivamente, libros para chicos.

***

Mafalda vivía en un departamento, un quinto piso de la calle Chile 371, en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires. Yo vivía en una enorme casa con un enorme patio con un enorme olivo, y rosas, y naranjos, limoneros, en la ciudad de Junín, a 250 kilómetros de la capital argentina. Mafalda iba al colegio caminando y a mí me llevaba mi padre, después de servirme el desayuno en la cama. Mafalda se movía por una ciudad con rascacielos, smog, escaleras mecánicas, buses, atascos, ruidos. Yo vivía en una ciudad limpia y silenciosa, donde el edificio más alto tenía nueve pisos y la posibilidad de un atasco era ciencia ficción. Así que, desde mi realidad de provincias, la de Mafalda era una vida mundana, sofisticada, de independencia insolente y radical. Yo imaginaba que, cuando fuera adulta, me mudaría a Buenos Aires e iría a mi trabajo en esos buses, me sentaría a leer en esas plazas, compraría mi comida en esos almacenes y la comería en uno de esos departamentos, todas cosas que, sumadas a la posibilidad de respirar smog —¡smog!—, me parecían el summum de la modernidad.

Pero, cuando viajé a Buenos Aires por primera vez, a mis 9 años, descubrí que, liberada de la línea fina con que la dibujaba Quino, la ciudad era otra cosa. No estaban allí las calles por las que Mafalda andaba con sus zapatos en forma de plancha, ni los parques de césped prolijo en los que Miguelito se ensoñaba panza arriba, ni los departamentos luminosos y enormes (el de Mafalda era infinito) con ambientes para cocinar, dormir, desayunar, cultivar plantas, mirar televisión. Las calles estaban rotas, los parques eran desprolijos, los departamentos ínfimos, el smog invisible. No es que fuera una ciudad fea: era peor: era una ciudad desconocida. Y, aunque vivo aquí desde hace años, Buenos Aires nunca ha dejado de ser una ciudad que todavía busco. Siempre le estoy corrigiendo aquel antiguo error de paralaje.

FERNANDO VICENTE

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Un día, cuando era muy chica, me pregunté cuantos años podría tener Mafalda. Y me di cuenta de dos cosas: una, que yo siempre había sido más vieja que ella, congelada como estaba en sus 6, sus 7 años. Otra, que ella no tenía edad posible: humana. Que no era adolescente ni adulta ni joven ni vieja ni, mucho menos, niña. Y, de pronto, la idea de que tuviera padres se me reveló monstruosa. Desde entonces, Mafalda me ha parecido una hija en concesión.

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Imagino, también, que en aquellos años Mafalda debió ser un caballo de Troya muy incómodo. La historieta estaba plagada de alusiones políticas que siguieron vigentes durante mucho tiempo y, aunque la mitad de esas alusiones sobrepasaban la comprensión de alguien que, como yo, había llegado a ellas a los siete años, un niño es una perfecta máquina de curiosidad y eso hizo que mis padres, como muchos otros, tuvieran que responder preguntas, irradiadas directamente de esas páginas, en años en los que aún preguntas más inocentes hubieran resultado radioactivas: ¿quién es Fidel Castro, qué son los derechos humanos, qué es la autodeterminación de los pueblos, qué es Cuba, qué es un sindicato, qué es la UN? A veces pienso que sería maravilloso tener un registro de todas aquellas respuestas de todos aquellos padres a todas aquella preguntas de todos aquellos hijos que, en la Argentina, empezamos a crecer entre el último gobierno de Perón y la dictadura militar de 1976; entre los colegios que no nos permitían llevar el pelo suelto y los libros prohibidos enterrados en el patio de nuestras casas; entre la euforia del mundial ´78 y los amigos de nuestros padres cuyos nombres había que decir en voz baja. A veces pienso que sería maravilloso tener un registro de todas esas respuestas porque nos ayudarían a saber quiénes eran, y quiénes éramos, y qué cosas hacían de nosotros.

Psicoanalizando el mundo de Mafalda

TEREIXA CONSTENLA

Mafalda no tiene edad. Ella menos que nadie porque unos sitúan su nacimiento en 1962 y otros en 1963, cuando asomó la melena negra detrás del lazo más inocente del mundo (uno de tantos engaños del personaje menos ingenuo del tebeo) con fines publicitarios para promocionar electrodomésticos. Pero Joaquín Salvador Lavado, conocido mundialmente como Quino y padre de la criatura, prefiere fijar como fecha del natalicio el 29 de septiembre de 1964, cuando se publicó la primera tira en el semanario Primera Plana, de Buenos Aires. A Quino le van los equívocos: él mismo nació el 17 de julio de 1932 en Mendoza (Argentina), mientras que el registro oficial retrasa un mes el acontecimiento.

Mafalda no murió nunca, aunque Quino, preocupado por la pérdida de frescura y originalidad, dejó de crear sus tiras periódicas en 1973. Para entonces, el poderoso personaje —redicha, curiosa, solemne, inconformista, cabal— se había emancipado del creador, aunque la mafaldamanía alcanzaría proporciones universales en las décadas siguientes, con la publicación de sus libros en todo el mundo y la lluvia de honores y distinciones al dibujante. Como todos los grandes, Quino es humilde. “Es una persona absolutamente bondadosa y muy tímida que nunca intenta ser el más brillante”, subraya uno de sus mejores amigos en España, el dibujante Peridis. Del creador destaca su capacidad para inventar un mundo, “más difícil que hacer un personaje”, y su coherencia: “En Quino se da una total correspondencia entre lo que piensa, lo que cuenta y lo que dibuja; y jamás ha renunciado ni a ese estilo ni esa ideología”. Peridis siente debilidad por Manolito, que hereda de su padre tendero simpleza y tacañería y opina que “nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás”. En los niños de Mafalda se reflejan vicios y virtudes adultas. Expresan con abrumador sentido común lo que han olvidado por alguna parte los mayores. “Yo, lo que quiero que me salga bien es la vida”, dice el metafísico Miguelito. “¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fueran más importantes que los bancos?”, interpela Felipe, el más soñador. “No es cuestión de herir susceptibilidades, sino de matarlas”, sentencia Susanita, esa niña rancia, que repele porque siempre recuerda a alguien. Y el gran Guille: “¿No es increíble todo lo que puede tener dentro un lápiz?”. Colofón de la genuina Mafalda: “Como siempre; apenas uno pone los pies en la tierra se acaba la diversión”.

martes, 13 de marzo de 2012

Sobre cómo la música también sirve para crear una Matria

En el pasado Festival de Claridad visité la mesa de nuestra Matria con María José Ocarina (Maché) reconocida percusionista de Nicaragüa que vino a Puerto Rico para el concierto de Katia Cardenal. Entre otras cosas me habló de unos talleres de percusión que daría a mujeres como parte de un proyecto amplio de apoderamiento feminista.
Para apoyar a Matria, ella compró una de nuestras camisetas.... y hoy nos comparte este video.


Lo de arriba me parece un ejemplo excelente de las maneras creativas con las que las mujeres podemos trabajar con otras mujeres para apoderanos juntas en aras de un mejor presente para todas!! Alguna o alguno de ustedes ¿conoce sobre estrategias similares en nuestro país? Comenten!!


Presidente del Senado: estamos HARTAS de sus abusos

El PNP le mete presión a Rivera Schatz

El Gobernador y la mayoría del liderazgo del PNP dejaron claro que el donativo para uno de los principales museos del país hay que otorgarlo porque se trata de una institución insigne que le pertenece a Ponce y a todo Puerto Rico. (Para Primera Hora / Israel González)
martes, 13 de marzo de 2012
Maritza Díaz Alcaide / Primera Hora

La presión pública y, principalmente, la de su propio partido hacen mella en la amenaza del presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, de quitarle los fondos legislativos al Museo de Arte de Ponce.

El gobernador Luis Fortuño, la mayoría del liderato del Partido Nuevo Progresista y especialmente la alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez, dejaron claro al presidente del Senado que el donativo para uno de los principales museos del país –para el legado cultural más preciado de don Luis A. Ferré– hay que otorgarlo porque se trata de una institución insigne que le pertenece a Ponce y a todo Puerto Rico.

“Lo vamos a revisar. Yo no creo que vaya a haber una controversia insalvable, pero vamos a ser rigurosos en la utilización de los fondos públicos”, dijo ayer Rivera Schatz luego de participar de una reunión con los senadores del PNP en la que estuvo Fortuño.

¿Qué va a pasar con los fondos?

“Tenemos nuestro propio criterio y evaluaremos (el asunto) con el mayor respeto y deferencia al Gobernador y a ‘Mayita’”, afirmó el líder senatorial, quien en varias ocasiones indicó que la legislación presentada en la Cámara es para aumentar la asignación que tradicionalmente se le da al MAP; que durante el cuatrienio la entidad ha recibido más de $5 millones.

Al lado del Gobernador, la actitud de Rivera Schatz lució más apaciguada que la que exhibió la semana pasada, cuando dijo que los fondos para el MAP no iban “a pasar”. Más tarde, en un programa de televisión, el político volvió a atacar de forma destemplada e inmisericorde a la familia Ferré Rangel, a la que acusó de utilizar la figura de don Luis Ferré.
1

Sobre el donativo para el prestigioso Museo de Ponce, insistió en que él prefiere darle los $1.5 millones al Hospital Pediátrico y al Oncólogico, aunque en días pasados decía que el dinero debía ir a la misión de los Centros Sor Isolina Ferré.

“Hay que enfrentar al machista. A este tipo de persona no se le puede demostrar ningún miedo”, expresó ayer la líder de la organización feminista Matria, Amárilis Pagán, quien elogió que la presidenta de la Junta de Directores del MAP, María Luisa Ferré Rangel, hubiese decidido enfrentarse a la violencia machista de Rivera Schatz desde una perspectiva de género.

“Hay que enfrentar al macho; a ese tipo de persona no se le puede demostrar ningún miedo porque el machismo precisamente se alimenta del miedo que generan en otras personas”, explicó Pagán tras anotar que el presidente del Senado tiene la costumbre de arremeter contra mujeres periodistas, hostigó a la senadora Sila Mari González, y al movimiento feminista lo ha castigado nombrando a la senadora Evelyn Vázquez para que lidere la Comisión de la Mujer del Senado cuando sabe que no está capacitada para el puesto. Esto sin hablar de la legislación a favor de la mujer a la que le ha puesto cortapisas.

Matria tiene nominado a Rivera Schatz para el premio de la Joya Machista de la Política Puertorriqueña (a través de página larutadelasmujeres.com), donde él lidera la competencia.

Por su parte, la feminista Ana Irma Rivera Lassén resaltó que Ferré Rangel le supo poner nombre a la violencia machista que usa Rivera Schatz para atacar, violencia que sigue siendo machista si se ejerce contra los que se estima que son más vulnerables, aunque éstos no sean del sexo femenino.

“Lo que hizo ella (Ferré Rangel) fue mucho más hábil de lo que él hubiese pensado”, opinó la líder feminista, quien también llamó la atención a que el presidente del Senado sale con estos exabruptos cuando defiende a políticos a los que se les vincula con actos irregulares. “Ésa es una situación que deja mucho que pensar”, dijo.

“Será que él piensa que porque soy mujer puede maltratarme verbalmente y manchar mi nombre y hostigarme hasta decirme ‘tecata, pilla, maldita, filibustera y corrupta’. Es tan violento su discurso que no sé si es un intento de exhortar a la violencia física. Creo que, si pudiera, como buen macho inseguro de su hombría, me pegaba para probar que él es más fuerte que yo. Quizás sus puños pegan más fuerte y yo pueda defenderme. Pero, yo tengo la palabra como arma. La palabra libre, la palabra que no tiene miedo, pues tiene la conciencia tranquila”, afirmó María Luisa Ferré en su columna del pasado domingo, en la que defendió al MAP y la memoria de su abuelo, don Luis A. Ferré, fundador del partido al que pertenece Rivera Schatz.

domingo, 11 de marzo de 2012

Aurora boreal

La testosterona de sus banqueros y sus bravuconadas económicas hicieron caer a Islandia

Las mujeres se han hecho cargo de la isla y han puesto en valor un concepto: sostenibilidad

A la izquierda, la primera ministra islandesa, Jóhanna Sigurdardóttir, y Katrin Jakobsdottir, siguen el resultado electoral, en abril de 2009. / BOB STRONG (REUTERS)

En Reikiavik hay un espléndido edificio de cristal negro, grande y hermoso frente al mar, en un lugar en el que hace tres años no existía más que un solar vacío. Lo sé porque estuve allí hace tres años, en un momento terrible para Islandia, un país arruinado por la excesiva testosterona de sus banqueros, el primero en sucumbir a la recesión, el que sufrió la caída más dura. En aquellos primeros meses de la crisis, la pequeña, rota y desesperada Islandia (población: 320.000) constituyó un anuncio del Apocalipsis para las grandes naciones de Europa occidental. Sin embargo, hoy, ahí está ese edificio nuevo y reluciente, una imagen de opulencia y modernidad tan extraordinaria como el Museo Guggenheim de Bilbao, estrambóticamente fuera de lugar en esta Lilliput nórdica de casitas de Lego pintadas de rojo, amarillo y azul. No podía apartar la vista del edificio, ni de día ni —sobre todo— de noche, cuando su multitud de ventanas asimétricas y marcos irregulares cambiaba continuamente de colores, como en una imitación líquida de la aurora boreal.

¿Qué ocurrió en Islandia? ¿Qué ha ocurrido en estos tres años para que surja, de las cenizas del desastre económico, una construcción tan extravagante? Lo que ha ocurrido es que las mujeres se han hecho cargo del país y lo han arreglado. Y ese edificio, el primer auditorio nacional de conciertos en la historia de Islandia, donde la compañía nacional de ópera representa en estos días, con el aforo completo, La Bohème de Puccini, es la encarnación del cambio que se ha vivido. Porque nos dice que Islandia no se hundió, que el país ha vuelto a levantarse; y porque la persona que decidió construirlo o, más bien (y con algo más de polémica), no interrumpir su construcción después del crash financiero, fue una mujer.

El presupuesto estatal está casi equilibrado, las exportaciones superan a las importaciones y la moneda es estable

Quería conocer a esa mujer. No por los motivos habituales que empujan a los periodistas a escribir sobre mujeres poderosas —porque hubiera triunfado en un mundo de hombres—, sino precisamente por todo lo contrario. Porque esa mujer simboliza una tendencia en Islandia, o, más que una tendencia, una revolución, un golpe de Estado. Desde que se produjo la crisis, y como reacción directa y deliberada ante ella, las mujeres se han adueñado de las palancas del poder, y lo han hecho en los ámbitos que más importan, en los que más influencia se ejerce sobre el destino nacional: el Gobierno, la banca y, en creciente medida, la empresa.

Los tres bancos principales de Islandia quebraron en octubre de 2008 y dejaron deudas que ascendían a más de 10 veces el PIB del país. Islandia, que hasta entonces ocupaba el primer puesto en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (es decir, el mejor sitio para un ser humano en el planeta Tierra), se encontró mucho más allá de la bancarrota. Y se echó la culpa a los hombres. Los hombres le echaron la culpa a los hombres. En el partido del Gobierno dominaban los hombres, los banqueros casi sin excepción eran hombres y los temerarios, absurdamente ambiciosos, impulsos que condujeron a una pequeña nación de pescadores a creer que todos se estarían bañando en champán francés por el resto de sus días eran categóricamente, exclusivamente, decididamente masculinos. Así que entonces, como comentó el Financial Times en aquel momento, aparecieron las mujeres para arreglar el lío. El primer ministro fue sustituido por la primera mujer en la historia de Islandia en ocupar el cargo, Jóhanna Sigurdardóttir (gay y casada, con dos hijos de un fallido matrimonio anterior con un hombre), que continúa ejerciéndolo hoy. Las mujeres constituyen la mayoría del Gobierno, cinco carteras ministeriales, frente a cuatro hombres. Se despidió a los consejeros delegados (todos varones) de los bancos que habían quebrado, se cambió de nombre a las entidades y se colocó en sus cargos a mujeres. Cada vez más mujeres se hacen empresarias o empiezan a aparecer en los consejos de administración de empresas privadas. Por escoger entre numerosos ejemplos, la consejera delegada de la mayor compañía de seguros de Islandia en la actualidad es una mujer, igual que la responsable para el país de Rio Tinto Alcan, que encabeza el poderoso sector nacional del aluminio.

Somos un país con mucha determinación y mucha ambición

El tópico, desde Margaret Thatcher, es que las mujeres en puestos de poder son, por necesidad, damas de hierro, que triunfan a base de pensar como hombres. La proposición que me planteé explorar en Islandia fue si el cambio había sido lo suficientemente profundo como para que a los hombres no les haya quedado más remedio ahora que pensar como mujeres.

En Islandia, todo el mundo conoce a todo el mundo. Todos son primos, de una forma u otra. De modo que, cuando pregunté a varias personas si me podían poner en contacto con la mujer de la sala de conciertos, cuyo título exacto es, desde febrero de 2009, ministra de Educación, Ciencia y Cultura, todo el mundo sonrió de inmediato: “¡Ah, Katrin!”.

“Se quedará asombrado cuando la vea”, me dijeron. “Tiene tres hijos, pero nadie lo diría”. “Es muy brillante”. “Sí, tremendamente inteligente”. “¡Pero parece que tiene 12 años!”.

Esto último era una exageración. La persona que se me acercó, con la mano extendida, cuando estaba sentado en una pequeña sala de espera del ministerio tenía aspecto de tener 16 años, por lo menos. Menos mal que me lo habían advertido, pensé; si no, nunca habría creído que era quien decía ser, la ministra Katrin Jakobsdottir, por si fuera poco vicepresidenta del partido socialdemócrata —oficialmente denominado Verdes de Izquierda—, que ocupa el poder. Botas Dr. Martens, vaqueros marrones, pelo lacio, esbelta, menuda: parecía una becaria en su primer día en la oficina, o la hermana menor, más dulce y menos seca, de la chica del dragón tatuado de Stieg Larsson. En realidad tenía 36 años y acababa de volver de disfrutar de su permiso de maternidad tras el nacimiento de su tercer hijo. Totalmente segura de sí misma (si sentía alguna incomodidad al tener como despacho un imponente salón ministerial, no lo delató) y tan lista como me habían dicho que era, no necesitó que le hiciera ni una pregunta para saber cuál era el primer tema que quería abordar con ella.

La sociedad islandesa está estructurada de tal forma que las mujeres no tienen que escoger entre el trabajo y la familia

“Una de las primeras decisiones que tuve que tomar en este puesto fue si seguir adelante con el auditorio nacional o no”, dijo. Cuando asumió el cargo, hace tres años, me explicó, los cimientos estaban construidos, pero no había nada visible sobre tierra. El problema no era solo que la economía nacional estuviera destruida; el multimillonario que había concebido el proyecto, un hombre llamado Bjorgolfur Gudmundsson, que, entre otros excesos, había comprado el equipo de fútbol West Ham United, de Londres, se había quedado sin un céntimo. “Así que me reuní con la gente del Ayuntamiento de Reikiavik para decidir si debíamos seguir adelante con fondos públicos, suspender la construcción hasta que llegaran tiempos mejores o dar por terminado el proyecto. Decidimos seguir adelante”.

¿Por qué? “En parte, porque había 600 personas involucradas en la obra, en parte, porque llevábamos 40 años hablando de construir una sala de conciertos para nuestra orquesta sinfónica y pensamos que, si no lo hacíamos ahora, nunca lo haríamos, pero también porque pensamos que no seguir con el proyecto daría a la gente la sensación de que se prolongaba la crisis”. ¿Habría sido malo para la moral nacional que se interrumpiera, entonces? ¿Seguir adelante tenía un valor añadido que era superior al coste? “Sí. Exacto. Nos vimos obligados a hacer grandes recortes presupuestarios en todo el sector público, pero decidimos seguir. En su momento hubo mucha controversia, pero creo que ahora está desapareciendo. El auditorio se inauguró en la primavera de 2011 y, desde entonces, han acudido más de 800.000 visitantes. A la gente le encanta. Islandia es un país con una gran vida musical, y también somos un país con mucha determinación y mucha ambición. El edificio ha sido un símbolo y una inspiración para los islandeses”.

"Las cosas podrían estar mucho peor"

Un símbolo, entre otras cosas, del regreso a la salud económica. Jakobsdottir reconoció que las cosas podrían estar mejor, que la deuda hipotecaria de la gente corriente sigue siendo elevada, que las inversiones son bajas y que en Islandia, hoy, hay desempleo (justo por debajo del 7%), mientras que antes, no. El nivel de vida, en otro tiempo el más alto del mundo, ha caído, y la gente trabaja más por menos dinero. Pero, como observó el premio Nobel de economía Paul Krugman tras una visita reciente a Islandia, “las cosas podrían estar mucho peor” y aunque ese “no es el eslogan más estimulante del mundo..., cuando todo el mundo preveía un desastre total, equivale a un triunfo político”.

Mujeres en un balneario a 40 kilómetros de la capital isandesa. / T. ORN KRISTMUNDSSON (AFP)

Las cifras apuntan a un grado de solidez casi inimaginable hace tres años. El presupuesto estatal está casi equilibrado, las exportaciones superan a las importaciones, la moneda es estable y, el año pasado, el FMI publicó un informe halagüeño. Por hablar de cosas que se entienden sin que haga falta saber nada de economía, la nueva sala de conciertos no es más que la señal más visible de una larga lista de éxitos. En mi reciente visita, asistí al festival gastronómico anual de Islandia, Food and Fun, que se celebra desde 2002 pero estuvo a punto de ser suspendido, por falta de dinero, en 2009, 2010 y 2011. Este año ha vuelto a florecer, con la participación de 30 cocineros de tres continentes y 25.000 islandeses que pagan 40 euros por cabeza en los restaurantes locales (hay un 50% más de locales de comida en Reikiavik que hace tres años) para saborear sus platos. Icelandair ha duplicado sus rutas desde 2009 y ha aumentado el número de pasajeros en un 20% anual. Se ha creado una línea aérea nueva, WOW, y el turismo también está en auge; las plazas hoteleras para julio y agosto de este año están ya prácticamente todas vendidas. Los precios de las viviendas acaban de subir un 10% y las ventas de Mercedes Benz, según me dijeron fuentes fiables, han aumentado de repente. En cuanto a la sanidad y la educación públicas, tan buenas que ni siquiera los fugaces multimillonarios de la época del boom sintieron la necesidad de pasarse a las privadas, no han sufrido en calidad pese a los recortes presupuestarios que ha tenido que hacer el Gobierno. Como prueba de la normalidad que se ha instalado donde antes acechaba el Apocalipsis, el debate fundamental entre los partidos de izquierda y derecha en el Parlamento es hoy la eterna y rutinaria cuestión de si hay que subir o bajar los impuestos. O si, después de haber recurrido con éxito a la devaluación de la moneda como mecanismo para recobrar la salud, ahora convendría incorporarse al euro.

Pero en lo que todos los parlamentarios están de acuerdo es en que la época del capitalismo de enriquecimiento rápido se ha terminado. La palabra clave, hoy, es sostenibilidad, y todos los partidos la repiten en sus declaraciones públicas. Y la sostenibilidad, en opinión de la ministra Jakobsdottir, es un concepto más femenino que masculino. Ella lo explica así: “Mucha gente achacó los excesos de los banqueros que nos causaron tantos problemas a una cultura masculina”. “En 2009, todo el mundo decía: ‘Lo que necesitamos es menos pensamiento de chulería masculina y más mujeres con ideas pragmáticas y estratégicas’. Lo que hemos aprendido desde entonces es que si queremos permanecer alejados de la crisis y construir, todos sabemos que hay que pensar no en el futuro inmediato, sino en los próximos 10 o 20 años. Esa no es la forma de pensar de un Gobierno dominado por hombres; esa es una manera de pensar femenina”.

"Nosotras hablamos de los sectores creativos"

Le pedí que me dijera en qué terrenos concretos se podían detectar estos cambios. “Hay muchos ejemplos. En general la influencia femenina se ve en este énfasis que le damos al desarrollo sostenible, en construir la economía pensando a largo plazo, de manera fiable y segura. Las mujeres piensan en esos términos porque está en su naturaleza. Un ejemplo más específico: cómo estamos encarando los temas de los impuestos y los presupuestos. La idea es analizar los diferentes impactos que el sistema tiene sobre los hombres y las mujeres, y ver cómo podemos ajustarlo para generar más igualdad entre los géneros. También se ve la influencia femenina en la discusión sobre el empleo. Los hombres se centran en cosas como la industria del aluminio. Nosotras hablamos de los sectores creativos. Hemos llegado a la conclusión de que las artes —en especial la música y la literatura— aportan tanto dinero al país como la extracción de aluminio. No creo que a los hombres se les hubiera ocurrido ni pensarlo”.

El centro de atención político cambia cuando hay más mujeres en el Gobierno

Un dato que asombra en Islandia es que un país de 320.000 habitantes posea tal abundancia de talento artístico, sobre todo en la música, donde, aparte de una ópera nacional y una orquesta sinfónica nacional, existen numerosos grupos contemporáneos que producen todo tipo de cosas, desde la globalmente aclamada Björk hasta el trabajo experimental y esotérico de Kria Brekkan, que ha triunfado en Nueva York y con quien me encontré por casualidad delante del auditorio nacional. Aproveché la oportunidad para preguntarle si ella estaba de acuerdo en que las mujeres habían cambiado Islandia. Ojalá hubiera grabado su respuesta, porque fue de una lucidez cristalina, pero, en resumen, vino a decir que sí, “la fuerza masculina” que había definido el periodo en el que los islandeses habían intentado jugar a los bancos y convertirse en el pueblo más rico del mundo había sido reemplazada por una “fuerza femenina que está en la tierra, que no apunta a las estrellas, y que busca plantar raíces y trabajar para un futuro seguro”.

Hablé con muchas otras mujeres, y todas expresaron variaciones de la misma idea. Audur Bjork Gudmundsdottir, directora ejecutiva en una compañía de seguros, dijo que los problemas de Islandia partían de que la gente había estado corriendo demasiado de prisa, lanzándose a grandes aventuras sin pararse a examinar los detalles de lo que estaba haciendo. “Hoy, en los consejos de administración de las empresas, en los que se ve cada vez a más mujeres, se hace hincapié en la responsabilidad, no en correr riesgos ni en intentar hacer mucho dinero muy rápido”.

Birna Einarsdottir, una de las consejeras delegadas de bancos nombradas para desplazar a los hombres inmediatamente después de la crisis de 2008, dice que la gran lección que han aprendido los islandeses mientras salían de la recesión y entraban en el crecimiento ha sido: “Atenernos a lo que sabemos; no pasarnos de listos”. “¿Quién dijo que los islandeses eran los mejores banqueros del mundo? ¿De dónde salió esa idea? De modo que, ahora, la regla es ser humildes, conocer nuestras limitaciones y aprovechar nuestras ventajas. Y, en vez de pensar que sabemos todo, hacer preguntas; pedir ayuda”. Que es lo que hacen las mujeres; no los hombres.

De lo que de verdad entienden los islandeses, dijo Einarsdottir, es de pesca, que hoy tiene muchos más beneficios que antes de la crisis. Un ejemplo es una mujer de nombre impronunciable, Sjöfn Sigurgisladottir, que dejó en 2009 su puesto de directora ejecutiva de un organismo estatal dedicado a la seguridad alimentaria para crear una empresa de pesquería y piscifactoría con otras dos socias. Calculan que, para 2014, habrán creado 100 puestos de trabajo y estarán vendiendo más de 2.000 toneladas anuales de tilapia nórdica (un pescado de origen africano).

“Estamos entrando en una industria que antes era exclusivamente masculina”, me dijo una sonriente Sigurgisladottir, “y eso es sintomático de lo que está ocurriendo en Islandia desde la crisis. Las mujeres están asumiendo un papel mucho más activo en la economía, asumiendo más responsabilidad, y también nos apoyamos mucho más unas a otras, creando clubes de mujeres, aprovechando oportunidades más que nunca”.

Ayuda, continuó Sigurgisladottir, el hecho de que la sociedad esté estructurada de tal forma que, en Islandia, las mujeres no tienen que escoger entre el trabajo y la familia. Tanto desde el punto de vista cultural (al parecer, los vikingos se tomaban con bastante relajo que sus mujeres concibieran y se reprodujeran mientras ellos estaban lejos, dedicados a violar y saquear) como desde el de las leyes del Estado sobre custodia de los hijos y permiso de maternidad o paternidad, las mujeres islandesas han avanzado más que nadie. Según el último informe del Fondo Económico Mundial sobre igualdad de género, Islandia ocupa el primer lugar del mundo. (“Yo vivo parte del tiempo en Suiza”, me dijo Sigurgisladottir, “y la diferencia con el lugar que ocupan allí las mujeres en la sociedad es escandalosa”).

Las mujeres de Islandia habían alcanzado estos logros incluso antes de que la crisis financiera golpeara. Lo que ha ocurrido desde entonces es que han complementado la igualdad en el hogar y en el trabajo con un nuevo grado de influencia y autoridad en el corazón del poder político y económico. Siendo madre de tres niños de menos de ocho años, siendo la ministra responsable de educación, ciencia y cultura y la número dos en el partido de Gobierno (lo cual hace pensar que es una probable futura primera ministra), Katrin Jakobsdottir es la Amazona diminutiva que encarna estos grandes cambios.

Fue ella la que me dio la respuesta a la pregunta que me había planteado al llegar a Islandia esta vez. El cambio más grande de los últimos años era que, efectivamente, los hombres sí estaban pensando más como mujeres. “Tener un Gabinete con la mitad hombres y la mitad mujeres, y ahora con más mujeres, ha marcado la diferencia”, me explicó. “El centro de atención político cambia cuando hay más mujeres en el Gobierno; quiero decir que hay una diferencia en lo que se debate. Por eso en estos últimos tres años ha ocurrido algo grande e importante, y en lo que no creo que haya posibilidad de dar marcha atrás. Hemos cambiado la naturaleza de la discusión”.

Regalito dominguero

Hace tiempo no les hacía un regalito dominguero... la semana pasada vi Tango de Carlos Saura y quiero compartirles esta escena- coreografía. Les recomiendo la película!! Que viva el tango, Saura y la Argentina! :)

viernes, 9 de marzo de 2012

Rosse Ann

Dejó un mensaje diciendo que mató a su esposa
viernes, 9 de marzo de 2012
Maelo Vargas Saavedra / Primera Hora

Rincón.- Acto macabro.

Cruz Antonio Valle Soto, de 67 años, ultimó ayer a su esposa Rosse Ann Rodríguez Medina, de la misma edad, luego tomó su teléfono y llamó a su vecino, al que le dejó el siguiente mensaje en su celular: que “Había matado a Rosse Ann y se iba a matar”. Acto seguido, se ahorcó.

Los hechos, ocurridos poco después de las 4:00 de la tarde, consternaron a los vecinos del barrio Puntas, sector Tirado Hernández, en la zona rural de Rincón, hasta donde llegaron las autoridades para analizar la escena criminal.

El capitán Julio C. Pérez, jefe del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de la región de Aguadilla, dijo que Valle Soto asesinó a su esposa, con un cuchillo que fue ocupado en una de las habitaciones de la residencia y luego se ahorcó en la escalera de la parte posterior de la residencia.

“Las heridas fueron tan contundentes en la espalda, que parece que no le dio tiempo a defenderse, por lo que la sorprendió, dado que no hay evidencia de forcejeo en la escena donde ella apareció sobre la cama de una de las habitaciones’’, dijo a Primera Hora el fiscal Orlando Velázquez.

El oficial de la Uniformada sostuvo que Valle Soto era empleado municipal y Rodríguez Medina estaba retirada de la empresa privada.
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“La información que tenemos es que luego de 10 años de matrimonio, llevaban varios meses separados, pero no había orden de protección o incidentes previos de violencia doméstica y, aparentemente, tuvieron alguna situación y se armó de un cuchillo y le dio muerte y luego se suicidó’’, añadió el capitán Pérez.

El fiscal Velázquez, quien trabajó la escena junto con el agente Harry Muñiz, de la Unidad de Homicidios, dijo que para todos los efectos una vez se lleven los cuerpos al Instituto de Ciencias Forenses y se les practiquen las autopsias, se cerrará la investigación del caso como uno de asesinato y suicidio.

El alcalde de Rincón, Carlos López Bonilla, sostuvo que Valle Soto laboró en el Municipio, en el Departamento de Obras Públicas hasta la pasada semana y le tomó por sorpresa lo ocurrido en la tarde de ayer.

“Es algo que nos ha dejado sorprendidos, porque era una pareja que no aparentaba que tenía problemas, ambos eran muy conocidos y queridos en nuestro pueblo’’, expresó el Ejecutivo Municipal.

José Miguel Valle, de 73 años, hermano del asesino y suicida manifestó que “el diablo anda suelto’’, por lo que uno nunca sabe lo que pueda estar pasando por la mente de las personas.

“Estaba tranquilo esta mañana, pero no me saludó como antes, me miró como frío y se montó en su carrito y yo dije “a éste le pasará algo”, hasta que esta tarde me entero lo que hizo y es una pena, porque son dos almas que se pierden’’, indicó Valle.

¡Hasta luego, compañera!

(foto de Alvin Couto)

Activista de derechos reproductivos Mary Rivera muere el Día de la Mujer



Rivera fue pionera en la lucha por los derechos a la igualdad y a la diversidad sexual de la población LGBTT en Puerto Rico. (Archivo)
viernes, 9 de marzo de 2012
02:24 p.m.
Primera Hora

La Unión Americana de Libertades Civiles de Puerto Rico (ACLU) informó hoy sobre el fallecimiento de la activista pro derechos reproductivos, doctora Mary Rivera, quien fuera por muchos años miembro de la junta de directores de la organización.

Se informó que Rivera falleció ayer, 8 de marzo de 2012, día en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a los 65 años en el estado Texas donde recibía atención médica en compañía de sus hijos.

Más allá de su desempeño con la ACLU, Mary Rivera fue una reconocida activista de los derechos de la mujer y derecho al acceso a servicios de salud y los derechos reproductivos de la mujer.

En la década de los 90, Rivera fue protagonista en la lucha y defensa de la mujer puertorriqueña para tener acceso a las clínicas de planificación familiar ante la activa oposición de sectores religiosos encabezados por el Padre Welsh.

La controversia llegó al tribunal federal mediante el caso conocido como Lydia Libertad v. Welsh y luego al Tribunal Apelativo Federal en Boston, tanto en 1995 como el año 2000.

Además, Rivera fue pionera en la lucha por los derechos a la igualdad y a la diversidad sexual de la población LGBTT en Puerto Rico.

Fue profesora clínica de Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico y ostentaba un doctorado en psicología y en trabajo social. Se destacó por ser promovente en la Isla del derecho a la adopción y se esmeraba por promover la unidad familiar entre los niños y sus familias adoptivas.

Trabajó con el Departamento de Familia en casos de maltrato y abuso sexual de niños.

Rivera, quien naciera en Santurce el 11 de octubre de 1946, fue por muchos años residente del pueblo de Loíza.

“Puerto Rico ha perdido una de sus grandes luchadoras por la igualdad y justicia social”, destacó la organización en un comunicado de prensa.

Conversatorio En La Barbería No se Adjudica

Anoche la Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados (y Abogadas) de Puerto Rico (CAPR) y la Universidad Metropolitana (UMET) presentamos el Conversatorio En la Barbería No se Adjudica junto a las compañeras Prof. Esther Vicente, Prof. Erika Fontánez Torres y Lcda. Ana Paulina Cruz. Tuve la gran oportunidad de moderar la conversación entre todas, y me parece que fue una velada importante para reflexionar sobre las maneras en que una mayoría de los jueces y jueza del Tribunal Supremo está interpretando la Ley 54.

Desde aquí, agradezco a Guillermo Rebollo Gil, Director del programa de maestría de Justicia Criminal de la UMET, a Esther, a Erika y Ana. A las compañeras de la Comisión de la Mujer por su colaboración, y todo el personal del CAPR por su siempre buena disposición para que las actividades sean éxitosas.

Para nuestra buena fortuna, el CAPR auspició la grabación en vivo de la actividad por lo cual quienes no pudieron llegar a la actividad anoche, hoy pueden verla. Aquí está:



Video streaming by Ustream

Ahora, a seguir trabajando...

jueves, 8 de marzo de 2012

Hoy, 8 de marzo de 2012

Temprano en la mañana, de camino al Capitolio, me encontré con mujeres trabajadoras amarradas a uno de los portones del Tribunal Supremo... bravas!.... luego me encontré con mis amigas y compañeras de La Ruta de las Mujeres, para denunciar el machismo de la clase política puertorriqueña.... las mujeres no olvidamos.... y así, durante todo el día de hoy millones de mujeres en el mundo estarán reflexionando sobre sus condiciones de vida, harán manifestaciones, conferencias, talleres... también besarán y abrazarán a sus compañeros y compañeras de lucha.... otras mujeres, millones también, no pensarán en el 8 de marzo... estarán sumidas en el hambre, la violencia, el desempleo.... otras no hablarán porque fueron asesinadas por ser mujeres. TODAS las mujeres, unas y otras, somos ¡Hermanas! Quienes podamos manifestarnos, hagámoslo. Hablemos FUERTE y CLARO por aquellas que no pueden, . HOY y MAÑANA.

Siempre.

domingo, 4 de marzo de 2012

Pro Bono Laboral UPR invita- Jornada Laboral 2012

Una simple discusión de pareja

4 de marzo de 2012

Por Ana Lydia Vega

En anticipo de la Semana de la Mujer, los medios nos han obsequiado un caso tristemente ejemplar. En él se recoge, como para cursillo de programa de desvío, un muestrario elocuente de los prejuicios y estereotipos que configuran el telón de fondo de la violencia doméstica.

Los asesinatos de mujeres, ya se sabe, alcanzan aquí niveles epidémicos. Dada la crasa manipulación de estadísticas que oculta la magnitud del crimen, resulta imposible atenerse a las cifras. Estamos acostumbrados al desfile diario de camillas con sus anónimos bultos tapados, destinados a las neveras apiñadas de la morgue. Y eso sin estimar los números de las sobrevivientes de agresiones denunciadas, archivadas o acalladas.

En medio de esa realidad sobrecogedora, se sitúa el caso aludido. El “standing” social del protagonista, político prominente, desempeñará un papel determinante en el manejo y consumo del drama. Desde que empiezan a difundirse las primeras noticias de lo ocurrido, se pone en marcha un operativo de mitigación.

Sin que todavía se conozcan los pormenores del incidente, ya circula ampliamente la idea de que se trata de una simple “discusión de pareja”, algo común y normal. Son tensiones que pasan, diferencias que se disipan, nada del otro mundo, reza el convencimiento generalizado. La rápida intervención de la Policía en el presunto pico a pico levanta sospechas y hasta mueve a indignación.

Llueven las alabanzas al imputado: tan serio, tan íntegro, tan líder, tan ciudadano modelo, tan legislador ideal... Su sólido resumé profesional es un elemento decisivo en la construcción de esa reputación de padre intachable que defiende con uñas y dientes a patria, familia y partido contra las fuerzas del mal.

Objeto de una deferencia pasmosamente unánime entre correligionarios y adversarios, el Chapulín rojo-pava de la Cámara se coloca más allá de toda posible suspicacia. Ni siquiera roza el pensamiento la posibilidad de que pueda tener una turbulenta vida secreta. ¡Espacio, espacio, denle espacioooooo!, suplica el coro griego de sus seguidores. Y el silencio lo envuelve de pies a cabeza en su mágica capa protectora.

Entre tanto, los rumores y las insinuaciones fijan responsabilidades. La culpa tiene cara y cuerpo de mujer. Su juventud y belleza ya la cualifican, amén de sus estudios nocturnos y su estilo moderno de vestir.

¡Ajá, no está casada! ¡Es una chilla glorificada con un niño nacido de esa proscrita unión! Nadie parece recordar que tampoco el prócer ha contraído nupcias formales y que el hijo es el fruto bendito de los dos.

Un detalle fatal acabará de incriminarla. ¡Oh Dios, llegó tarde a su casa! ¡Qué delito imperdonable contra el recato hogareño!

Curiosamente, se olvida que la mujer estudia de noche y que deja su hijo al cuido de una tía. Se llega a sugerir que estaba reunida con sus condiscípulos en algún lugar de diversión. Supongo que los partidarios de esa conjetura hubiesen preferido que saliera, emburujada en una burka, bajo la estricta escolta del padre o el hermano.

Con el texto de la querella inicial aún en el misterio, se produce de repente un golpe teatral. En una segunda declaración jurada, ella se retira de la pesquisa criminal contra su compañero e implica a las autoridades en una nebulosa gestión de persuasión. Vestida de dudas desde el principio, su credibilidad sufre otra sacudida. Aunque el documento no niega la versión primera, se somete a su autora a un nuevo juicio de intención.

El prohombre en desgracia se aferra a la teoría conspiratoria como a última tabla salvadora. Después de todo, no suena tan descabellada a juzgar por la vocación chanchullera del partidismo caníbal. El peso de la prueba recae -otra vez- sobre ella. ¿Quién la presionó, a fin de cuentas: el estado o el marido?

Ya el lío está despachado cuando viene la virazón. Manos clandestinas filtran la declaración original de la perjudicada al Tribunal Supremo de La Comay. La versión divulgada de los hechos desmiente brutalmente la hipótesis de una banal e inofensiva riña conyugal. La opinión pública registra y adjudica. Y el tinglado de ambiciones políticas y transgresiones íntimas toca a su fin.

Pero ahí no para el asunto. Mientras las expresiones de solidaridad reconfortan al renunciante en su derrumbe, a la querellante la siguen acompañando la recriminación y el descrédito. ¿Será ése el castigo reservado a las mujeres que se atreven a hablar?

Amargo desenlace de una historia demasiado familiar. Que no quepa duda: desde su soledad desesperada, las víctimas de la violencia observan. Los agresores también.

viernes, 2 de marzo de 2012

Buscapié de Mari Mari Narváez

2 de marzo de 2012

Doñita fiscal

Mari Mari Narváez

¿De dónde sacan a ciertas fiscales en Puerto Rico? Lo pregunto en serio. Me consta que los estudios de Derecho son sumamente rigurosos, intelectualmente desafiantes. Por eso no tengo claro cómo pueden colarse en el sistema fiscales tan burdas como Maritza Morales, a cargo del caso de negligencia contra Francheska Soto.

“No tenía la energía para ser madre ni tenerle comida a sus hijos, pero sí para preñarse...”, dijo esta gran pensadora del derecho puertorriqueño acerca de la joven de 19 años que ha sido acribillada públicamente por una supuesta negligencia contra uno de sus tres hijos.

Si se impresionó con el rico vocabulario de la fiscal (preñarse, como las yeguas, qué metáfora tan puntual), prepárese para cómo la “letrada” arremetió al final de su discurso: “Uno tiene que ser más madre que hembra y aquí tenemos a una hembra”.

Está claro que la señora tiene una fijación con la reproducción del mundo animal. Pero eso incluso es lo de menos. Yo quisiera saber en qué código penal dice que una mujer tiene que ser “más madre que hembra”.

Desconozco cuán negligente fue Francheska. Lo que sí sé es que una de las pocas maneras en que las mujeres pobres y marginadas de este país se sienten validadas, respetadas, merecedoras de cierto estatus social, aunque sea ínfimo, es teniendo hijos. La culpa no es de ellas sino nuestra, por ser incapaces de construir una sociedad más equitativa.

Ya quisiera yo que, cuando un padre abusa sexualmente de una niñita, ese golpe de odio de una sociedad entera cayera sobre ellos. Pero mientras a una madre pobre y joven se le vuelve a castigar, se le destruye, los violadores son “frescos”, “enfermos”. Una no escucha a una fiscal acusándolos de ser más “machos que padres”.

Es imposible pedir que no se abuse ni discrimine contra una mujer si tenemos a estas supuestas “profesionales” hablando en corte como si fueran las doñitas chismosas del barrio.

Señora fiscal: en vez de buscar “de Dios” –que es lo próximo que me la imagino diciendo- busque del Colegio de Abogados. Estoy segura que allí le consiguen un buen taller de educación continua sobre Derecho y perspectiva de género.

La autora es periodista.

Proyecto Matria expresa: La Ley 54 no necesita revisiones sino acciones

Caguas, Puerto Rico, viernes, 2 de marzo de 2012 – “La Ley 54 de violencia doméstica no necesita revisiones sino acciones”, expresó Proyecto Matria en la mañana de hoy.

Según la organización, lo recientes casos de violencia en relaciones de pareja en la Isla han demostrado que el peor enemigo de las mujeres que son víctimas es el sistema a cargo de implantar la ley. “Consistentemente hemos visto funcionarios que se niegan a aplicar la ley y se empeñan en juzgar las mujeres desde sus valores machistas o fundamentalistas. Precisamente por eso vimos cómo se excluyó de la aplicación de la Ley 54 a una mujer en una relación adúltera y a las parejas del mismo sexo”, expresó la Lcda. Amárilis Pagán Jiménez, directora ejecutiva de la organización.

Proyecto Matria reiteró que la erradicación de la violencia hacia las mujeres no puede depender exclusivamente de legislación o de una política punitiva. “Las mujeres de nuestra Isla necesitan que desde la sociedad civil se asuma una defensa vertical y honesta de sus derechos humanos, aún frente a entidades gubernamentales que utilizan el tema de violencia de género para politiquear y hacer relaciones públicas”, añadió Pagán aludiendo- entre otras- a campañas gubernamentales que considera sexistas como la Promesa de Hombre. La organización insistió en la importancia de mantener servicios de apoyo, intercesoría legal, desarrollo económico y vivienda transitoria para las sobrevivientes de violencia doméstica (de género). También recalcó la importancia de los trabajos de prevención.

Ésta añadió que en estos momentos es muy improbable que el gobierno de turno promueva una revisión positiva de la Ley 54 y que abrir esa puerta es poner en riesgo los avances logrados hasta el presente. “Estamos en tiempos en los que hay que fiscalizar y exigir el cumplimiento de la Ley y de los protocolos que la apoyan”, puntualizó.

“Contamos con un ejecutivo y una legislatura abiertamente vinculados a grupos religiosos conservadores que además se negaron a dar paso a las enmiendas propuestas en el verano pasado para incluir en la protección de Ley 54 a personas en relaciones clasificadas de adúlteras por el Código Penal o a parejas del mismo sexo. Eso ya nos da una idea de lo que podríamos esperar si se iniciara una revisión de dicha ley en este cuatrienio”, expresó la abogada. Ésta también expresó que para la organización no serían aceptables enmiendas o legislación que impliquen la exclusión de las parejas del mismo sexo- u otras categorías de relaciones de pareja- de la protección legal aplicable a parejas heterosexuales o casadas legalmente.

“No sólo se trata de garantizar los derechos humanos y la seguridad de toda persona que sufra violencia en una relación de pareja, sino de honrar el espíritu de nuestra Constitución y respetar la dignidad de todo ser humano desde un Estado laico”, concluyó.