martes, 25 de septiembre de 2012

En CONTRA de la pena de muerte

EDITORIAL de MUJERESENPR.COM

Como defensora de los derechos humanos repudio la desaparición física de Madelyn Semidey Morales y me solidarizo con su familia, en especial, sus padres Don Carlos y Doña Georgina, y sus tres hijas.  Las defensoras de los derechos de las mujeres conocemos, de primera mano, el dolor inmenso que siente una persona cuando ha perdido a un ser querido a causa de la violencia de género. A lo largo de nuestras vidas, hemos brindado acompañamiento a  familiares de víctimas, hemos salido a la calle para exigir justicia y hemos reclamado reiteradamente que el Estado cumpla con sus responsabilidades y deberes para proteger el derecho de las mujeres a vivir en paz.

De ese mismo compromiso con las mujeres surge también mi convencimiento de que no existe  una mejor manera de evitar los asesinatos de mujeres que no sea través de una ruta acorde con los derechos humanos : que exista educación no sexista, que los casos de violencia de género lleguen a los tribunales,  que se brinde apoyo institucional a las organizaciones que brindan servicios directos a las mujeres pobres o víctimas de violencia.  Desde los derechos humanos no valido que el Estado ejerza la peor de las violencias: quitarle la vida a otro ser humano- culpable o no de un delito.

Me satisface que, en esta ocasión, el Estado haya procurado enjuiciar a la persona que identificó como responsable de la desaparición de Madelyn. Me alegra que Madelyn no haya resultado una víctima más cuya muerte violenta termine en impunidad. Pero la pena de muerte no es un castigo justo, ni razonable, ni efectivo. Por el contrario, permitir que un ser humano sea ejecutado por el Estado haría de Puerto Rico un país aún más violento y, por ende, nos haría aún más vulnerables a las mujeres del país.

No estoy defendiendo al asesino de una mujer. Estoy alertando que repudiamos que se utilice el asesinato de una mujer para manipular la opinión pública y, peor aún, a las personas que componen al jurado que tal vez – como nosotras- están hartas de los asesinatos de mujeres. 

Porque creo y defiendo los derechos humanos de todas las personas, repudio la desaparición física de Madelyn, a la vez que denuncio la pretensión del Estado de imponer la pena de muerte como una manera de remediar lo que no pudo hacer : proteger a Madelyn.  Hoy, a la espera del veredicto del jurado, digo NO a la pena de muerte, digo NO a la impunidad y también digo BASTA YA de violencia contra las mujeres.

domingo, 23 de septiembre de 2012

viernes, 21 de septiembre de 2012

EXIGEN REPENSAR EL DERECHO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO


Muy orgullosa de estas dos organizaciones, compuestas por mujeres estudiantes de derecho de la UPR y la Univ. Interamericana que derrotan la apatía; se apoderan del espacio universitario; hacen la diferencia. El silencio ya no es opción. Orgullosa también de que la Comisión de la Mujer les haya provisto un espacio de encuentro del que estoy segura saldrán más cosas maravillosas. VRt

21 de septiembre de 2012- Mujeres estudiantes de Derecho de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y de la Universidad Interamericana se pronunciaron hoy en reclamo por la ausencia de representación femenina en un panel que analizará las tendencias recientes del Tribunal Supremo de Puerto Rico.

El panel, auspiciado por el Presidente y el Pleno de Académicos Numerarios de la Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y Legislación, se presentará esta tarde en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Entre los propósitos de esta institución se encuentra el “contribuir a las reformas y progreso de la legislación puertorriqueña”. Sin embargo, dicho panel estará compuesto sólo por profesores y/o licenciados. Actualmente, sólo tres mujeres son "académicas de números" en la Academia.
Según datos de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, para este año académico 2012-2013, 57% de la matrícula de nuevo ingreso son mujeres. Es en atención a esta realidad, cónsona con la de otras disciplinas en la misma institución y en espacios profesionales en Puerto Rico, que las estudiantes exigieron mayor representatividad en este foro y en los demás foros académicos y profesionales relacionados con el Derecho.

“Reconocemos la necesidad de que se analicen estos temas, que nos atañen a todos y a todas, desde varios ángulos, incluyendo la perspectiva de género. Resulta imprescindible que se otorgue oportunidad a académicas, juristas, profesoras y licenciadas para que contribuyan y enriquezcan la discusión sobre un tema tan importante. La aportación de las mujeres, además de necesaria, es igualmente válida, importante y académica a la de los profesores que participarán en el panel”, expresaron las futuras abogadas.

Además de sentenciar que la voz de las mujeres no puede continuar silenciada, las estudiantes interpretaron la ausencia de profesoras en el panel como un "retroceso en las discusiones y el diálogo, como una forma de excluir a las mujeres de las discusiones importantes en Puerto Rico". "Esta exclusión y silenciamiento ha sido objeto de discusión en otros espacios. Así lo señalamos en el Primer Encuentro de Mujeres Estudiantes de Derecho celebrado por la Comisión de la Mujer del Colegio", afirmaron. Las estudiantes exhortan a que estas discusiones sean espacios para construir equidad y analizar con perspectiva de género las opiniones recientes del Tribunal Supremo, algunas de las cuales han afectado negativamente tanto a las mujeres como las comunidades LGBTT en Puerto Rico.

Organización Pro Derechos de las Mujeres (OPDEM), Escuela de Derecho UPR
Organización de Mujeres Estudiantes de Derecho (OMED), Facultad de Derecho, Universidad Interamericana

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Mujeres Poderosas, invitación a cooperar con Proyecto Matria


Amigas y amigos solidarios de Proyecto Matria.

¡Reciban un saludo cariñoso desde nuestra organización!

Sabemos que ustedes son parte del Puerto Rico que sueña con un presente y con un futuro en el cual la paz, la seguridad y la paz de las mujeres sean una realidad.

Sabemos también que, como nosotras en Matria, ustedes sienten que es hora de asumir con valentía y con amor la tarea de reconstruir nuestra patria/matria para dar la oportunidad a cada mujer y hombre de desarrollarse plenamente. Es por eso que hoy les invitamos a acompañarnos en la primera de una serie de conferencias/cenas a beneficio de nuestra organización. En esta ocasión, tendremos el honor de contar con la participación de la periodista, chef y escritora Wilda Ortiz. Ella es nuestra primera aliada en el círculo de mujeres poderosas que aportarán tiempo y energía para que otras mujeres guerreras y con ganas de vivir tengan una oportunidad de salir hacia adelante gracias a los servicios de Matria. 


Contribuir con esta actividad es sencillo. Con su donativo de $50pp, podrán disfrutar de una rica cena en el Restaurante Triana y pasar una velada intensa y amena junto a nuestra querida Wilda y las compañeras de Matria.
Nuestro círculo de esperanza y de poder espera por ustedes.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Con ese macho a otra parte: Reflexiones sobre el debate (11 de septiembre de 2012)


Por Mariana Nogales Molinelli

La política no es un juego de quién es el más macho. Claro, vivimos en una sociedad que idolatra las peleas de boxeo y los boxeadores, con una pasión por la violencia y la agresión.  Que tiene un historial de violencia discursiva por parte de las personas que ocupan puestos gubernamentales o que aspiran a ocuparlos.  Con un Santini, un Rivera Schatz, un Fortuño y ahora con un Alejandro García Padilla.

No se quién fue que entrenó a García Padilla en las machitudes que tenía que desplegar en el último debate, pero le ha hecho un flaco servicio a nuestro país y también a su candidato.  No me parece que ese sea el estilo de García Padilla, por eso al verlo envalentonado despidiendo esporas de testosterona frente a Fortuño, pensé que no le quedaba  muy bien el papel de macho y que entonces lucía peor.  Que conste que personalmente detesto el estereotipo de macho.

Luego de estos despliegues, Fortuño se canta la víctima cuando todos y todas sabemos que en más de una ocasión ha sido él y su séquita de comulgantes quienes han ocupado la posición de victimarios.
Tenemos un país con un serio problema de violencia y con un serio problema de violencia machista.  Desde las estradas todos gritan que están en contra de la violencia y en contra de la violencia doméstica.  Mas, sin embargo, sus acciones representan estereotipos y formas de abordar las situaciones difíciles precisamente mediante la utilización de violencia.  Son unos expertos en violencia discursiva.  Nos agreden día a día con sus palabras, con sus acciones y en más de una ocasión con su inacción e indiferencia igualmente violentas. 

Por otro lado, es sumamente refrescante escuchar nuevos discursos y nuevos contenidos por boca de los candidatos de los partidos emergentes que en vez de arrancarse las cabezas en debates logran y han logrado en muchas instancias consensos, alianzas y victorias como la recién victoria en el referéndum sobre la fianza.  Ese nuevo discurso que propone que mediante el diálogo y el entendimiento podremos entender que es más lo que nos une que lo que nos separa, aporta a la reconciliación nacional, a la paz y a la esperanza de saber que podemos resolver todas las situaciones que nos preocupan, por lo cual se reducen los niveles de violencia.

En especial quiero reconocer el discurso del Profesor Rafael Bernabe, en su estilo firme pero pausado, con ideas noveles, argumentos inteligentes, sosegados y producto de muchos años de luchas sociales, empatía y academia. 

Otra manera de abordar los problemas que encaramos como sociedad es posible.  Tenemos unos portavoces del cambio de estilos en la política puertorriqueña.  Tan solo tenemos que atrevernos a votar diferente.  Que nuestro voto refleje nuestras aspiraciones de sociedad.  Que nuestro voto envíe un mensaje valiente al status quo.  Que nuestro voto sea nuevamente un NO a la violencia.

Desterrémos de nuestra política a ese macho, que en ocasiones también tiene cara de mujer.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Vigilia feminista contra la pena de muerte.


Invitadas por la Coalición puertorriqueña contra la pena de muerte, integrantes y organizaciones del movimiento de mujeres nos daremos cita el LUNES 17 de SEPTIEMBRE a las 4:45 pm frente al Tribunal Federal para una vigilia en contra de la pena de muerte. Nada nos devolverá la vida de la mujer que Edison Burgos asesinó, pero no seremos cómplices con nue
stro silencio de que se utilice la desaparición de una de nosotras para validar la más deleznable acción por parte del Estado: el quitarle la vida a un ser humano. Si el Estado quiere mandar un mensaje a los agresores de mujeres tiene- a su disposición- muchas alternativas, opciones, recomendaciones acorde con los derechos humanos de todas y todos. NO A LA PENA DE MUERTE.

Invitan:
Coalición Puertorriqueña Contra la Pena de Muerte
Movimiento Amplio de Mujeres
Proyecto Matria
Taller Salud
Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados
Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora (OPMT)
Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de la mujer (CLADEM)
entre otras.

viernes, 7 de septiembre de 2012

A una amiga que se va para volver


Parte para Londres una de las mujeres que se ha convertido en motivo de alegría y confianza en mi vida: Irisel. Se va para sus estudios posgraduados en The London School of Economics and Political Science, donde ya estudiaron otras amigas como Erika Fontánez Torres y Esther Vicente. Sus estudios los hará en género para seguir formándose en el camino del no retorno: la lucha por la equidad de género.

Irisel nos dejará un hueco enorme en las reuniones feministas pero algo nos inventaremos para a) hacerla presente de alguna manera gracias a la tecnología y b) para hacer una de nuestras reuniones feministas en Londres (soñar cuesta bieeeeeen poquito).

Queremos también que Irisel reactive su blog para que nos mantenga al tanto de todo lo que vaya aprendiendo tanto dentro como fuera del salón de clases.

La vamos a extrañar porque la queremos y porque ella nos hace mejores. Pero... ¡que felices estamos por ella! No se ha ido y la esperamos de vuelta con los brazos abiertos.



PD: No se irá sin el "Feminist Hasta Luego Kit" ;)

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mi nuevo proyecto bloguero

¿QUÉ ES UN LUGAR AMABLE?

Un espacio dónde las personas nos podamos encontrar las unas con las otras para respirar, conversar, pensar, compartir, disfrutar del arte y de las cosas sencillas, en calma y armonía.

Es la certeza de que vivir la ciudadanía a un nivel básico y, a la vez, profundo conlleva que nos involucremos emocionalmente con el espacio que habitamos junto a otras personas; y es la apuesta a que el país que soñamos ya se construye todos los días.



¿Qué dices, Michelle? de Mari Mari Nárvaez


Hace algunos años Mari Mari Nárvaez escribió esta columna que fue publicada en Claridad y en su blog. Anoche Michelle Obama dio su discurso en la Convención del Partido Demócrata y, nuevamente, su reivindicación de su puesto de "mom-in-chief" como su más importante prioridad levantó preguntas y críticas desde una perspectiva de género. Aquí republico el ensayo de Mari, para nutrir aún más la discusión. VRt


Yo también he soñado con él. ¿Qué mujer de este planeta no lo ha hecho? Barack Obama es el símbolo del hombre ideal de estos tiempos: inteligente, con buen sentido del humor, dulce, amoroso, comprometido con su país, buen padre y esposo pero sin esa insistencia patética propia de los políticos de querer parecer que tienen familias perfectas. Para colmo, es guapo, esbelto y atlético. ¿Qué más se puede pedir?
Políticamente, no tengo falsas expectativas con él pero tampoco soy tan cínica como para decir que no representa algo nuevo y distinto, un cambio que ya ha comenzado a traducirse en lo que debería ser un mundo un poco más justo y equilibrado. Al elegirlo, el pueblo estadounidense demostró un cambio significativo de mentalidad y ya no es ni será el mismo jamás.
Mi obsesión mayor, sin embargo, no es con Barack sino con Michelle, un personaje aún más interesante a pesar de que no posee el multiculturalismo de él, que tanto ha llamado la atención del mundo.
Así de brillante, encantadora y linda como es Michelle Obama -quien según las encuestas, es más popular en el mundo entero que el propio Barack- es también el ejemplo perfecto de lo complejo (por no decir patético) que sigue siendo ser mujer en este mundo. 
Es sabido que las mujeres siempre son mucho más criticadas que los hombres y por muchas más razones. Al político se le critica por lo que hace y por lo que dice. A la mujer se le critica por lo mismo, más por sus capacidades como madre, como esposa, como hija, vecina, amiga, hermana y, por supuesto, por su peso, por la condición de su cuerpo, por su peinado, maquillaje, vestimenta y la de toda su familia.
Yo también observo con interés los bíceps de Michelle y los vestidos que se pone, lo que no significa que no me moleste la constante cobertura mediática sobre su cuerpo y su ropa. El mensaje es claro: puedes ser una super profesional graduada de una Ivy League pero sigues siendo mujer, y las noticias en torno a ti seguirán siendo en primer lugar sobre cómo te ves.
Y aunque creo que los medios son exageradamente frívolos al analizar con tanta obsesión sus vestidos como si ese fuera el epicentro de la noticia, tampoco hay que subestimar que detrás de su forma de vestir hay otra historia muy interesante. 
Hillary Clinton, por ejemplo, es una típica babyboomer, diecisiete años mayor que Michelle Obama. Ambas son mujeres inteligentes, liberales, exitosas en sus carreras, preparadas en universidades Ivy League y esposas de los políticos estadounidenses más carismáticos e inteligentes de los últimos tiempos. La vestimenta de Clinton siempre ha consistido de eso que los diseñadores llaman “that suit”: el típico conjunto de chaqueta/falda o pantalón, inspirado en el gabán masculino. That suit se creó para ayudar a que las mujeres se asimilaran a los hombres lo más posible, con la clara intención de que las tomaran en serio en el mundo profesional. El suit no es más que una versión moderna del viejo disfraz de hombre al que las mujeres más osadas -desde la antigüedad hasta principios del siglo XX- tuvieron que recurrir para poder acceder a la cultura.
La moda de Michelle es mucho más actual. Se basa en el vestido femenino, usa colores vibrantes y luce elegante, sencilla y moderna. No tiene razones para ocultar su mujerilidad y se aleja por completo de la necesidad de mezclarse entre los hombres. Es una expresión de lo que significa ser mujer hoy día en una sociedad capitalista como la nuestra. En efecto, la mayoría de las mujeres se preparan para ser profesionales o al menos trabajadoras y lo hacen tal y como son, cada vez teniendo que imitar menos a los hombres y pensando menos en si se nos penalizará o se nos verá con menos seriedad por ello.
Sin embargo, junto a esta fascinación por el ajuar de la primera dama hay algo más. Las feministas norteamericanas han criticado hasta la saciedad el ‘momification of Michelle Obama’, como alguna de ellas le ha llamado al fenómeno de su domesticación mediática.
En efecto, de ser la mujer vocal y crítica que vimos durante la campaña presidencial, ahora nos encontramos con una igualmente brillante y encantadora cuyas actividades mediáticas principales son sembrar un huerto en los jardines de la Casa Blanca, hablar con los niños, velar por el bienestar de sus hijas, las adorables Sasha y Malia, y pasear por los países que Barack visita.
En efecto, parece que dos cosas le costaron caro: en primer lugar, haber dicho durante la campaña que por primera vez se sentía realmente orgullosa de su país. El comentario le ganó la percepción estereotipada de “angry black woman”, lo cual no es bien visto en la sociedad estadounidense.
En segundo lugar -y muy paradójicamente- la retirada de Hillary Clinton de la carrera primarista también tuvo sus efectos en el destino de Michelle. Mientras la campaña de Obama necesitó una contraparte femenina tan intelectualmente poderosa como Clinton para hacerle la competencia, estuvo bien que Michelle hablara de política pública y de racismo. Lo hacía casi a diario en las cadenas noticiosas más serias de la Nación, y con tanto criterio y elocuencia que el público incluso llegó a verla como una verdadera dupla en la carrera presidencial de Barack.
Tan pronto como Hillary salió de la carrera primarista, Michelle empezó a visitar constantemente programas “femeninos light” como The View, y empezó a hablar de cosas más inofensivas como los catálogos donde compraba su ropa y cómo su marido dejaba las medias tiradas en el piso.
Tan pronto como Barack Obama ganó la presidencia, ella misma se acuñó el título de ‘Mom in chief’ para explicar (una y otra vez) que su prioridad sería ayudar a sus hijas a ajustarse a su nueva vida en la Casa Blanca.
El problema no radica en que esa fuera su prioridad. Es obvio que alguien tiene que velar por el bienestar de las niñas y obviamente el Presidente no va a tener tiempo suficiente para ello. El problema más bien fue la constante repetición de que ESA sería su prioridad, como estableciendo que no estaría involucrada en asuntos de política pública, lo cual seguramente apaciguaba la ‘amenaza’ de que hubiese una mujer negra detrás del trono.
Como dice la periodista Rachel Swarn de The New York Times, (traducción mía) “al enfocarse en su persona doméstica, asegurando así la fascinación por su familia, la Primera Dama y su equipo de comunicadores han emergido como los arquitectos clave de una de las transformaciones políticas más sorprendentes en muchos años. Hace tan solo unos meses, la señora Obama fue descrita por algunos conservadores como una ‘mujer negra rabiosa’ en detrimento de su esposo. Ahora es admirada en todas partes por su calidez y su modo de ser tan vibrante y accesible. Su raza ahora es un asunto más que secundario para muchos estadounidenses. Se adhiere a su guión, pronunciando discursos animados y breves que se alejan de lo controversial. Habla sobre la importancia del voluntariado y sobre las familias de los militares pero rara vez discute asuntos de raza o su interés en influenciar la política pública”.
No se puede negar que Hillary Clinton, sin tener la chispa ni la dulzura de Michelle, nunca asumió públicamente el papel de esposa y mamá doméstica. Seguramente atendió a su hija y la ayudó a ajustarse a su nueva vida en la Casa Blanca pero nunca se hizo definir por esa tarea.
Ahí se establecen nuevamente las grandes diferencias entre una generación de mujeres y la otra. Las babyboomers como Hillary eran madres que resolvían como mejor podían el caos que supone y que siempre supondrá ser madres y grandes profesionales al mismo tiempo.
Para esta nueva generación de mujeres, sin embargo, la maternidad es algo que se exhibe y se discute mucho más. Los hijos son una realidad que no hay que soslayar porque no existe la necesidad de “mezclarse” entre los hombres para acceder a su mundo. Hoy día la mujer llega al lugar de trabajo o a donde sea con toda su realidad: con sus vestidos, con sus intereses y con la realidad de sus hijos abiertamente a cuestas. 
Aunque suene contradictorio, en el fondo creo que, todo esto ha convertido a Michelle en un personaje interesante y complejo. Incluso, tal vez más que por ella misma, por lo mucho que nos reconocemos en ella las jóvenes adultas.
Por un lado, cuando cumplo con ese hábito propio de nuestro género de ser hipercrítica con las demás mujeres, me siento decepcionada con ella por haber asumido el rol de su domesticación. Caramba, me digo, una mujer tan inteligente, independiente y preparada.
Me pregunto realmente qué mensaje nos está enviando. ¿Que la mujer puede ir a Harvard y tener una carrera extraordinaria y desarrollar al máximo sus talentos pero, en el fondo, su primera vocación habrá de ser siempre la de madre?
No estoy pasando juicio sobre ello (eso lo haré en una próxima columna). Sólo me pregunto si eso es lo que nos plantea el modelo de Michelle a las millones de mujeres que la observamos, queriendo contestar así nuestras propias preguntas. ¿Qué nos estás diciendo, Michelle?
Por otro lado, sin embargo, también me divierto con el nuevo rol de la licenciada Obama. Le veo un interesante deje de sedición a sus comparecencias. A veces pienso que nos está tomando estratégicamente el pelo a todos y todas.
El otro día, mientras un grupo de niños y niñas que visitaba la Casa Blanca, conversaba con ella, una niñita le dijo que, cuando fuera grande, quería ser Primera Dama. “No te lo recomiendo. No paga bien”, le contestó Michelle, quien varias veces ha comentado su nuevo estado de trabajadora sin sueldo. (O sea, esclavitud, añado yo).
Otro niño le preguntó si a ella de todos modos le gustaba cocinar para su familia a pesar de que tiene cocineros en la Casa Blanca. Sonará tonto pero este es terreno sensitivo para una primera dama. Todas han sacado pecho como supuestas aficionadas de la cocina que ocasionalmente despachan al cocinero de turno para preparar ellas mismas los alimentos.
Contra todo pronóstico, sin embargo, Michelle contestó al niño que no extrañaba para nada la cocina, que los chefs de la mansión presidencial hacían muy bien su trabajo y ella prefería que las cosas siguieran así.
El día que sembró su huerto orgánico con un grupo de niños washingtonianos, preguntaba constantemente: “¿Creen que ya podemos dar esto por terminado?”
Según David Axelrod, asesor senior del Presidente Obama,  “no diría que estamos tratando de suavizarla. ¿Si hay un esfuerzo para que la gente la conozca? Sí. Queremos que la gente la conozca. Hubo mucha caricaturización de ella durante la campaña”.
No me molesta del todo la domesticación de Michelle. En última instancia, lo doméstico nos une a todos los seres humanos. Todos y todas tenemos desafíos caseros. Cocinar, hacer un huerto, decorar una casa lo más bonita posible, ser esposa, mamá, tía, hija, hermana, y trabajar duro para ganarse la vida es algo que nos une a todas las mujeres y es un tema recurrente entre nosotras. No tiene por qué avergonzarnos el hacer pública esa domesticidad.
Lo que no me encaja es que la imagen actual de la Primera Dama no sea fiel a todos sus intereses.
De hecho, según la escritora de The New York Times, “la imagen que está proyectando la señora Obama no refleja a la primera dama multifacética que, en efecto, es. Obama, una abogada educada en Harvard y ex vice presidenta de un hospital, es también una profesional dura y seria a quien le interesa profundamente influenciar la política pública. Sus máximos asesores están inmersos en las discusiones de políticas en el Ala Oeste de la Casa Blanca pero, sin embargo, esto no se comunica públicamente”.
No parece que hayan dudas sobre su continuo rol en los asuntos públicos  aunque sea subrepticiamente. Entonces, ¿por qué tiene que ser una aportación clandestina?
Lamentablemente, si algo queda claro es que  el ser mujer todavía es algo de demasiada vulnerabilidad social: el lado más fino por donde siempre partirá la soga. No me gusta la victimización de índole alguna, mucho menos por razón de género. Sin embargo, según lo que nos dice Michelle sin decirlo, el sacrificio sigue empezando por ahí.

sábado, 1 de septiembre de 2012

El voto de las mujeres y cuestiones de género en Puerto Rico (documental)

Hace algunos meses acepté gustosamente la invitación de un grupo de estudiantes de la Universidad de Sagrado Corazón interesados en realizar un documental sobre el voto de las mujeres y algunas de las cuestiones de género.

 El producto final me ha parecido excelente. No sólo las participantes hablamos del voto, sino de violencia de género, discrimen, los efectos de la Ley 7, la salud y el apoderamiento.

Desde aquí felicito a los y las estudiantes que trabajaron en la realización de este trabajo. Espero hayan obtenido A como nota de curso :)

 Ahora nos toca difundir el documental. Aquí lo tienen.


 .