viernes, 14 de septiembre de 2012

Con ese macho a otra parte: Reflexiones sobre el debate (11 de septiembre de 2012)


Por Mariana Nogales Molinelli

La política no es un juego de quién es el más macho. Claro, vivimos en una sociedad que idolatra las peleas de boxeo y los boxeadores, con una pasión por la violencia y la agresión.  Que tiene un historial de violencia discursiva por parte de las personas que ocupan puestos gubernamentales o que aspiran a ocuparlos.  Con un Santini, un Rivera Schatz, un Fortuño y ahora con un Alejandro García Padilla.

No se quién fue que entrenó a García Padilla en las machitudes que tenía que desplegar en el último debate, pero le ha hecho un flaco servicio a nuestro país y también a su candidato.  No me parece que ese sea el estilo de García Padilla, por eso al verlo envalentonado despidiendo esporas de testosterona frente a Fortuño, pensé que no le quedaba  muy bien el papel de macho y que entonces lucía peor.  Que conste que personalmente detesto el estereotipo de macho.

Luego de estos despliegues, Fortuño se canta la víctima cuando todos y todas sabemos que en más de una ocasión ha sido él y su séquita de comulgantes quienes han ocupado la posición de victimarios.
Tenemos un país con un serio problema de violencia y con un serio problema de violencia machista.  Desde las estradas todos gritan que están en contra de la violencia y en contra de la violencia doméstica.  Mas, sin embargo, sus acciones representan estereotipos y formas de abordar las situaciones difíciles precisamente mediante la utilización de violencia.  Son unos expertos en violencia discursiva.  Nos agreden día a día con sus palabras, con sus acciones y en más de una ocasión con su inacción e indiferencia igualmente violentas. 

Por otro lado, es sumamente refrescante escuchar nuevos discursos y nuevos contenidos por boca de los candidatos de los partidos emergentes que en vez de arrancarse las cabezas en debates logran y han logrado en muchas instancias consensos, alianzas y victorias como la recién victoria en el referéndum sobre la fianza.  Ese nuevo discurso que propone que mediante el diálogo y el entendimiento podremos entender que es más lo que nos une que lo que nos separa, aporta a la reconciliación nacional, a la paz y a la esperanza de saber que podemos resolver todas las situaciones que nos preocupan, por lo cual se reducen los niveles de violencia.

En especial quiero reconocer el discurso del Profesor Rafael Bernabe, en su estilo firme pero pausado, con ideas noveles, argumentos inteligentes, sosegados y producto de muchos años de luchas sociales, empatía y academia. 

Otra manera de abordar los problemas que encaramos como sociedad es posible.  Tenemos unos portavoces del cambio de estilos en la política puertorriqueña.  Tan solo tenemos que atrevernos a votar diferente.  Que nuestro voto refleje nuestras aspiraciones de sociedad.  Que nuestro voto envíe un mensaje valiente al status quo.  Que nuestro voto sea nuevamente un NO a la violencia.

Desterrémos de nuestra política a ese macho, que en ocasiones también tiene cara de mujer.

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