lunes, 23 de septiembre de 2013

Otro 23 de septiembre

Acabo de repasar una nota que escribí, justo el día después del asesinato político de Filiberto Ojeda Ríos, y me doy cuenta que un día como hoy, hace ocho años, ese evento cruel y criminal fue lo que verdaderamente me echó a andar en la ruta de los derechos humanos. "Que las lágrimas de hoy sean los motivos del futuro", le escribía a Filiberto... y lloraba, de verdad lloraba. 

Desde entonces, todos los 23 de septiembre, me remonto a aquella vez que mis padres me llevaron a saludar a Filiberto, cuando supuestamente nos podía observar desde la cárcel federal. Las personas le gritaban cosas hermosas, llevaban linternas para alumbrarle, yo era muy niña, así que no sabía que estaba pasando, pero sentí amor por él, tal como ahora lo siento por Oscar López Rivera. 

¡Hasta la victoria, con amor, siempre con amor!


domingo, 8 de septiembre de 2013

La Lucha es Vida Toda... el Concierto>>>>>> sábado 14 de septiembre de 2013



ROY BROWNZORAIDA SANTIAGOTONY MAPEYÉTRIO TABOAS-SHARRÓNCHRISTIAN NIEVESANDY MONTAÑEZINTIFADAMIKIE RIVERACHABELA RODRIGUEZANTONIO CABÁN VALE "EL TOPO"ASÍ SOMOSTITO AUGERLUCECITA BENITEZFOFÉWALTER MORCIGLIOEDUARDO ALEGRÍAFERNANDITO FERRERHACIENDO PUNTO EN OTRO SONEMANUEL EMILIO y sorpresas!!!!!!!!

jueves, 5 de septiembre de 2013

La esperanza de la perspectiva de género


ROSA IVELISSE COLLAZO

Ya se sienten los vientos de lo que anticipamos será otra oleada de desinformación en torno a medidas de avanzada para promover la equidad de género. Surgen a raíz del Proyecto del Senado 484 para monitorear el cumplimiento del Departamento de Educación y de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres en la creación e implantación de un currículo de género en las escuelas públicas.

El concepto género es considerado una categoría social y de análisis que explica las desigualdades entre hombres y mujeres, haciendo énfasis en la multiplicidad de identidades. La perspectiva de género comprende un conjunto de mecanismos que, al incorporarse de forma deliberada, incide en los programas, leyes, acciones públicas, en los bienes y servicios tendentes a eliminar la desigualdad entre los géneros y las formas de subordinación y dominio.

Según la profesora Ana Irma Rivera, la perspectiva de género es una metodología para explorar las inequidades que usualmente se ocultan en muchas cosas que hacemos. A través de la misma se pretende analizar la forma en que mediante los procesos de socialización (escuela, familia, iglesia, medios de comunicación, etc.) se educa sobre la feminidad y la masculinidad.

Educar con perspectiva de género implica la deconstrucción del montaje de creencias y estereotipos que mantienen el discrimen y la desigualdad social entre los géneros. Integrar esta perspectiva es esencial para generar cambios sociales fundamentales. Contiene en sí misma la semilla de la esperanza pues posibilita la transformación de la situación de opresión que viven las mujeres y la violencia de género, la cual ha sido socialmente construida y por lo tanto erradicable.

En Puerto Rico se observa un clima de resistencia hacia el tema de género. Señala la doctora Vivian Rodríguez que a partir del año 2000 ha habido un resurgir de ataques despiadados en contra del género, las feministas y de todo discurso y proyecto de ley que promueva la diversidad y la equidad entre los géneros. Indica Rodríguez que se ha desatado una nueva condición caracterizada por un miedo irracional al concepto género, o “generofobia”, y la sostienen grupos religiosos, algunos políticos y legisladores, así como ciudadanos particulares. Destaca también la doctora, que los opositores postulan erróneamente que se pretende enseñar homosexualidad y promiscuidad sexual en lo que constituye un reprochable discurso homofóbico y misógino.

La causa de esta “neurosis colectiva” fue la Carta Circular #3 de 2008 para la incorporación de la perspectiva de género en el currículo educativo, según Rodríguez.

Esta iniciativa, la cual constituye una medida de acción afirmativa urgentemente necesaria, no ha podido ser implantada debido a las presiones indebidas del fundamentalismo religioso en los asuntos del Gobierno.

Como señala el sociólogo Samuel Silva el fundamentalismo es un movimiento político-religioso históricamente definido, peligroso para la democracia y los derechos humanos.

Conlleva según Silva, monumentales acusaciones contra la comunidad LGBTT y todo lo que tenga que ver con los derechos de las mujeres.

Por otro lado, no debemos olvidar que en el programa de gobierno del PPD se prometió la incorporación de la perspectiva de género en la política pública educativa y que el voto de las mujeres fue fundamental en la elección de Alejandro García Padilla como gobernador.

El clima de hostilidad hacia la diversidad y la equidad de géneros que se vive en Puerto Rico atrasa, con resultados devastadores para las mujeres y el desarrollo del país, la implantación de políticas de vanguardia. No obstante, consideramos que poco a poco se va creando conciencia de la desigualdad que viven las mujeres y la necesidad de erradicar el problema desde su raíz, es decir, desde la educación temprana.

Los países con más alta participación social de las mujeres, así como de un mayor desarrollo, han combatido la marginación de éstas con acciones democratizadoras y profundas reformas educativas, sociales, económicas y jurídicas.

Urge actuar ahora. No podemos esperar más.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Breve reflexión sobre el llamado "caso del niño de Rincón"

Cuando una camina la ruta de los derechos humanos es como si tuviera, a la mano, una guía que te ayuda a contestar ciertas preguntas cuando las cosas se ponen difíciles. Eso da cierta tranquilidad de espíritu.

Tomo, como ejemplo, el caso de la mujer inmigrante que fue arrestada por maltrato contra su hijo, que fue bestialmente agredido y abandonado a su suerte. El niñito todavía lucha por su vida en el hospital.

No sólo la mujer fue denunciada sino también su pareja, a quien ella apunta como un agresor de violencia doméstica.

Sucede que cuando nos enteramos sobre las condiciones en las que el niño fue encontrado, todo se nos revolcó. Ese es Puerto Rico. La Isla Estrella, nos quieren convencer. Un lugar dónde a los niños los tiramos literalmente en zafacones.  Cuando nos enteramos de quiénes se suponía que cuidaran del niño nos enteramos que su madre es una mujer mexicana cuya pareja, un puertorriqueño,  no era el padre del menor. La mesa estaba servida. Esa realidad sirvió, como tantas otras veces, como carta de autorización para validar cuánto prejuicio tenemos en contra de: las personas inmigrantes y/o sin documentos, las madres solteras, las mujeres que viven con parejas que no son padres de sus hijos.  De repente, nos inventamos a la mujer, como una de esas que cambia de pareja a cada rato y que pone a los tipos por encima de sus hijos. Es decir, la peor de las mujeres. Otra Ana Cacho de la vida. ¿A cuenta de qué nos la inventamos así? A cuenta de nuestros prejuicios.

Cuando se dan olas de indignación y rabia como esta, los y las defensoras de derechos humanos siempre la tenemos difícil. Siempre. De repente, personas aliadas se tornan frías e intolerantes. "No me la vengas a defender que ella merece que le echen un caldero de agua hirviendo por encima" "Tú siempre defendiendo a las mujeres, aunque sean unas sucias". También existen las personas más educadas que, tranquilamente, nos sueltan un "Yo apoyo la causa de las mujeres, tú lo sabes, pero tampoco se puede ser ciego". 

Sin embargo, la ruta de los derechos humanos, si algo, nos quita la venda de los ojos, y lo que vemos no es bonito: inequidad, dobles varas, desigualdad social y económica.... Si de verdad queremos evitar que existan casos como este, ¿no deberíamos explorar toda circunstancia, elemento o factor que pudo llevar al deprimente resultado de un niño moribundo abandonado a su suerte? ¿Queremos o no cambiar las cosas para bien? 

Yo desconozco si la madre de eso niño fue víctima de violencia doméstica, o no. Pero lo que sí sé, porque está documentado, porque conozco a sobrevivientes que así lo testimonian, porque es algo que se ha estudiado y probado, que uno de las tácticas de terror que un agresor puede utilizar contra su pareja es amenazar con agredir y, de hecho,  agredir  a sus hijos e hijas. ¿Acaso ya nos olvidamos de la mujer que recibió un mensaje de texto de su ex pareja avisándole el asesinato de su hijita? Entonces, si sabemos eso, no acallemos a las personas que buscan respuestas y piensan la tragedia desde una perspectiva integral y amplia de los derechos humanos.  Buscar respuestas no es sinónimo de justificar lo injustificable.  Si la mujer en cuestión es responsable de algún crimen, ya le tocará al sistema de justicia dilucidarlo. Pero no perdamos esta oportunidad, que se da en medio de nefastas circunstancias, para crecer como sociedad.