miércoles, 22 de abril de 2015

Viviana


No recuerdo cuando ni dónde la conocí. Solo recuerdo a una alegre y energética jovencita que, un buen día, se me acercó para hablarme de sus ganas de unirse a algún colectivo feminista y trabajar a favor de la juventud. Se llamaba Viviana. Hablaba rápido y solamente respiraba para sonreír. Mi entusiasmo ante su entusiasmo alcanzó su punto máximo cuando me dijo con orgullo "soy hermana de María Cristina", compañera feminista a la que quiero y respeto por su consistencia y gran generosidad.

Con apenas 17 años Viviana Pacheco Alcalá colaboró con la organización del IV Congreso Mundial sobre los derechos de la Niñez y la Adolescencia que se celebró en Puerto Rico en el 2010 y, para el cual,  Viviana nos escribió a las integrantes del Movimiento Amplio de Mujeres para alertarnos sobre la importancia de incorporar la perspectiva de género a ese Congreso. Y esa fue una de las tantas gestiones que hizo a favor del derecho de las mujeres a vivir en paz. Siempre grande, Viviana.

El pasado viernes perdimos a Viviana en un accidente de auto. Tenía 22 años. Era hija, hermana, tía, amiga, activista, estudiante y, más que nada, una gran soñadora. Algunas de sus personas conocidas se han desbordado de amor en su muro de facebook. Palabras como "feminismo", "lucha", "derechos humanos", "alegría", "sonrisas", "persistencia", "bondad" abundan en los mensajes, muchos de los cuales fueron escritos por jóvenes como ella.  . No, no hay manera de darle vuelta al asunto: su partida representa una gran pérdida para todas y todos; por eso la lloramos, la sentimos y la sufrimos; por eso, nunca la vamos a olvidar.

En su discurso de graduación de "Nuestra Escuela", Viviana dijo:

"Ante esto yo me pregunto, entonces, ¿dónde está el micrófono para cambiar el mundo, dónde está el botón para cambiar la mente de las personas, dónde está el beso para conseguir el amor, dónde está el abrazo para conseguir la paz... quién tiene el corazón para cambiar a Puerto Rico? Desconozco porque me hago tal pregunta. Aquí estamos."

....

"Estoy consciente que esto ya lo han escuchado antes y, en múltiples ocasiones. Pero nunca lo habían escuchado de mí. De Viviana María Pacheco Alcalá. Oficialmente, un ser humano física y emocionalmente saludable, con valores espirituales y éticos, con vínculos afectivos y responsables con mi pareja y mi familia, comprometida con el desarrollo de una sociedad democrática., cultura de paz y el mejoramiento de mi comunidad."

Sus palabras me hacen pensar en la importancia de escuchar a nuestras personas jóvenes. No basta con quererlas y cuidarlas. Hay que respetarlas, validarlas, proveerle espacios para crecer y actuar y acudir a sus llamados y convocatorias. No mirarlas desde la autoridad de los años y la experiencia; ni de la condescendencia. Debemos verlas de igual a igual; aprender de sus preguntas y buscar junto con ellas las respuestas. Sé que Viviana se encontró con muchas mujeres en su vida que la trataron con respeto y amor, como hicieron las compañeras de Taller Salud.
 
En medio de la tristeza, honremos la vida de Viviana y veámosla como inspiración para trabajar codo a codo con todas las otras jóvenes que nos encontremos en el camino con las mismas ganas de cambiar el mundo que tenía ella.  Y, también en honor a ella,  nunca desliguemos la alegría, las sonrisas y la energía de nuestras luchas.

 Ya te extrañamos, querida Viviana. Gracias por nunca haber dejado de volar.

 
Ilustración de Mónica Carretero