domingo, 18 de abril de 2010

Obama acaba con la discriminación de las parejas gays en la sanidad

El presidente de EE UU firma un memorando que obliga a los hospitales a garantizarles el derecho de visita y la toma de decisiones en su nombre

DAVID ALANDETE - Washington - 17/04/2010

"Está usted en una ciudad y un Estado antigay", le dijeron a una mujer lesbiana

En muchos casos se prohibía la entrada a personas con poderes notariales

Langbehn lleva luchando por ese derecho desde febrero de 2007, cuando se encontraba, precisamente, en Miami, para embarcar en un crucero. Su pareja desde hacía 18 años, Lisa Pond, se desplomó a causa de un aneurisma. Fue trasladada al hospital Jackson Memorial, que le negó el derecho de visita, a ella y a sus tres hijos adoptados. Pond entró en coma. Langbehn, mientras, se enfrentaba a un laberinto de papeleos y súplicas, sin éxito. Finalmente, después de ocho horas, la dejaron entrar a ver cómo un cura le administraba a su pareja la extremaunción. A la mañana siguiente, Pond murió.

Esta situación ha sido, hasta ahora, común en los Estados en los que no hay leyes que impidan a los hospitales otorgar derechos de visita exclusivamente a cónyuges y parientes con primer grado de consanguinidad, excluyendo a parejas homosexuales. En muchos casos, se prohibía la visita al paciente a personas que no estaban formalmente casadas, pero que disponían de poderes notariales para decidir sobre intervenciones médicas a sus parejas, como en el caso de Langbehn. Ahora, con el derecho a visita, podrán ejercer esos poderes sin traba alguna.

El jueves, Obama criticó duramente esas prohibiciones en su memorando: "A los gays y a las lesbianas se les prohíbe visitar las camas de sus compañeros, con los que han pasado décadas de sus vidas, incapaces de estar ahí para las personas a las que aman". Obama ordena al Departamento de Sanidad que modifique la legislación para que aquellos hospitales que reciben algún tipo de financiación del Estado federal (la inmensa mayoría) "respeten el derecho de los pacientes para elegir a quiénes les pueden visitar". La medida entrará en vigor en los próximos meses.

Langbehn asegura que, cuando intentó visitar a su pareja en el hospital de Miami, un trabajador social le dijo: "Está usted en una ciudad y un Estado anti-gay". En septiembre, un juzgado de Florida desestimó una demanda que interpuso contra el centro médico. El jueves, en un comunicado, dijo sentir un alivio que buscaba desde hace tres años: "Fue reconfortante escuchar las palabras lo siento del presidente, porque es lo que he querido escuchar del hospital Jackson Memorial desde el día en que Lisa murió", dijo la mujer.

La comunidad de activistas gays de EE UU celebró ayer ese memorando como una victoria. "Nadie debería pasar por lo que pasó la familia Pond-Langbehn, y la medida anunciada hoy por el presidente garantiza que esas humillaciones no le ocurrirán a otra familia", dijo Joe Solmonese, presidente de la agrupación gay Human Rights Campaign, en un comunicado.

Las asociaciones conservadoras han criticado la medida. "Hay muchas otras formas de tratar este asunto, como representaciones médicas, poderes notariales o acuerdos por contrato. Pero esto socava la definición de matrimonio, es un ejercicio de oportunismo político por parte del presidente Obama", asegura J. P. Duffy, portavoz de Family Research Council.

A pesar de que no apoya el matrimonio gay (muy pocos políticos en EE UU aceptan que se llame matrimonio a ese tipo de uniones), Obama ha emprendido una serie de medidas largamente esperadas por los homosexuales. En octubre firmó una ley que convierte las agresiones contra los gays y transexuales en crímenes motivados por el odio, equiparando homofobia y racismo. En enero, en el discurso del Estado de la Unión, pidió al ejército que acabe con la ley que impide a los soldados homosexuales revelar su orientación sexual.

Desde entonces, el Pentágono ha endurecido las condiciones a través de las cuales soldados o civiles pueden delatar a un gay en el ejército. Es un primer paso hacia una integración total de los homosexuales en las fuerzas armadas que apoya tanto el secretario de Defensa, Robert Gates, como la cúpula del Ejército.

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