jueves, 27 de mayo de 2010
Antonio R. Gómez / Primera Hora
La cantidad de puertorriqueños que contraen matrimonio es cada vez menor, y los que lo hacen se están casando más tarde y a mayor edad, coinciden datos de diversas fuentes y conocedores del tema.
La estadística más reciente la publica el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) y sólo llega hasta el mes de agosto del 2009.
Según estos números, el total de matrimonios en Puerto Rico se redujo de 14,549 durante los primeros ocho meses del 2007 a 12,356 en los mismos meses en el año 2009.
Los datos del Departamento de Salud sólo llegan hasta el 2005, pero muestran la misma tendencia. Entre el 1995 y el 2005, en sólo tres los años hubo un alza en la cantidad de matrimonios. Durante ese periodo, el total de matrimonios que reporta Salud se redujo de 32,514 en el 1995 a 23,511 en el 2005, una baja de 28 por ciento.
Los datos del Censo del 2000 indican que para entonces el 40.4 por ciento de las personas mayores de 15 años estaban casadas, lo que arroja un total de 1 millón 261 mil personas.
El estimado que realizó esa agencia para el 2008 fijó en un millón 259 mil los casados. Esta proyección utiliza la población de 16 años o más.
El Censo del 2000 contó, además, 682,804 familias compuestas por matrimonios. La cifra estimada para el 2008 fue, sin embargo, de 549,524.
“Ahora hay muchas más opciones de familias. Hay familias que conviven, hay gente del mismo sexo que conviven, y eso ahora se ven más legítimas”, opinó el psicólogo Salvador Santiago.
“Muchas mujeres se están educando más que los hombres. El 80 por ciento de los estudiantes en la universidad son mujeres, lo que les lleva a prolongar su soltería, y porque lo han hecho, en el mundo moderno tienen todas las alternativas para no casarse”, dijo.
“No se contempla ya como la única opción el matrimonio. Existe la posibilidad y la extensión de tener acceso a la vida de casado sin casarse, los mismos privilegios, y eso la juventud lo está aprovechando muy bien, con mucha legitimidad”, agregó. “Conviven y se ve como una relación legítima. Tiene el mismo prestigio”.
El demógrafo Raúl Figueroa coincide en la observación de que las mujeres en Puerto Rico se están casando más tarde y que muchas deciden convivir sin casarse. “ Esa cultura de casarse ha ido cambiando con el tiempo. Las personas han comenzado a vivir con otro tipo de arreglo familiar”, sostiene.
“Hemos visto cómo han estado aumentando los divorcios, mientras se están reduciendo los matrimonios. Sobre el divorcio no hay muchos datos, ni de cuánto duran los matrimonios”, lamentó.
Figueroa apuntó también hacia el cambio de composición que está experimentando la población de la Isla y que se traduce en un envejecimiento de ésta.
“Esa base de las personas en edad productiva está disminuyendo. Además, los jóvenes se están yendo a vivir a Estados Unidos”, indicó.
“Los que se casan están esperando más tarde para hacerlo. Las mujeres estudian más. No se casan ya tan jóvenes”, recalcó.
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