Como último día de esta jornada, nos pusimos las pilas para idear estrategias políticas con el fin de maximizar nuestros esfuerzos. Como bien dice nuestra coordinadora regional, Norma Enríquez, el monitoreo concretiza uno de los quehaceres más importantes de CLADEM; sin más, buscamos el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres de nuestros países.
El amigo Walter Melgar Paz nos ayudó a entender y trabajar los planes de incidencia. Por obvias razones nos concentramos en el monitoreo, y nos pusimos metas específicas que esperamos puedan realizarse. Hay que soñar, pero realizando cosas.
Así que pronto la compañera Irma Lugo Nazario y yo estaremos anunciando un actividad abierta al público pero, en especial, a aquellas personas interesadas en el activismo por los derechos humanos de las mujeres, para platicarles en persona sobre lo que es el monitoreo, cómo en Puerto Rico podemos utilizar el lenguaje de los derechos humanos a nuestra favor y sobre los planes de incidencia (lo que yo llamo activismo 101). Realizaremos, junt@s, ejercicios prácticos para organizar nuestros trabajos políticos y tendremos literatura para ustedes. Todas y todos podemos aprovechar estas estrategias, sobre todo en estos momentos tan difíciles en Puerto Rico.
Por lo demás, sólo me resta dar las gracias a las mujeres del CLADEM, por esta gran oportunidad de poder trabajar para el mejoramiento de mi país, en especial a nuestra coordinadora regional, Norma Enríquez Riascos, a Roxana Vázquez Sotelo, por organizar éstos y otros talleres de formación de manera tan excelente, y a la responsable del programa de monitoreo Susana Chiarotti Boero; y a Rosario, Carolina, Vero y demás colaboradoras. ¡GRACIAS! A Roxana, en particular, muchas gracias por permitirme mostrarle este blog (mi proyecto político más personal) a las compañeras en el taller; y a todas las grandes mujeres, compañeras, que compartieron sus experiencias, miedos, triunfos, frustraciones pero sobre todo sus ganas de un mundo más justo, pacífico y equitativo para las mujeres de nuestros países. También a mi amiga y gran inspiración Ana Irma Rivera Lassén por siempre pensar en mí para cosas importantes. Estoy feliz, entusiasmada y mejor preparada.
Sin las mujeres, los derechos no son humanos.
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