jueves, 20 de enero de 2011

Sorry, populares, nosotras no pasaremos la página

Dos días intensos. Estuvimos enfocadas, monitoreando todo lo relativo al informe de la Comisión de Etica de la Cámara de Representantes y la triste actuación de delegación popular. 14 horas necesitaron los y las populares para decir apoyar a un representante acusado por violencia doméstica. ¡14 horas! Legisladores y legisladoras nos decepcionaron, demostraron que- a la hora de la verdad- son capaces de darnos la espalda a las mujeres y nuestras necesidades. El Movimiento Amplio de Mujeres emitió comunicado de prensa y en la mañana de ayer, varias compañeras nos dedicamos a hacer llamadas a algunas legisladoras y legisladores que entendíamos podían hacer la diferencia y garantizar la expulsión del representante Farinacci. Hicimos claro que de no votar por su expulsión estarían aliándose con un agresor y eso garantizaría que nosotras le haríamos campaña en contra. Finalmente, el representante optó por renunciar al percatarse que, en efecto, habían los votos para su expulsión.

Con la renuncia, pretenden ahora las y los políticos populares que pasemos la página. Me los imagino suspirando, con alivio, por no haber tenido que ejecutar la bajeza que habían prometido y, por ello, enfrentar el rechazo de una población que nunca les hubiera aplaudido tanta politiquería y cobardía. Algunos, como Jaime Perelló, salieron del caucus fanfarroneando que su voto a favor de su compañero no hubiera cambiado. Debe ser porque a él no le impacta la imagen mental de tener como compañero a un hombre que amenaza y golpea mujeres. Otros, como Luis Vega, se escudan acomodaticiamente detrás de un lenguaje trilladamente legalista para justificar los supuestos llamados de conciencia, que le decían que un hombre que amenaza de muerte a una mujer y a su familia no debe ser expulsado de un cuerpo político que se supone vele por los mejores intereses de sus representadas y representados. ¡Vaya conciencia! O ¿qué tal Brenda López que nos recordaba, a cada oportunidad, que ella es solidaria con las mujeres maltratadas pero que los testimonios jurados de 3 personas sobre una amenaza que sólo fue refutada por el testimonio del agresor acusado NO le valía credibilidad? O sea, ella es solidaria con las mujeres maltratadas hasta que le toca creerle a una. ¡Chévere! Y ni hablar de las palabras de Silvia Corujo ya reseñadas anteriormente aquí.

Que sepan todos esos legisladores y legisladoras que se desnudaron por completo; que ya sabemos que ellos y ellas anteponen sus intereses politiqueros a los intereses de las mujeres de Puerto Rico; que no podemos contar con ellos y ellas en momentos de crisis, porque nos fallaron esta vez y nos pueden volver a fallar en cualquier otro momento. Sabemos todo eso.... y no olvidaremos.

Por lo pronto, dejo por aquí los siguientes documentos:

Informe de la Comisión de Etica de la Cámara de Representantes

Reportaje de PR Daily Sun sobre declaración jurada de chofer que corrobora alegaciones de la esposa de Farinacci

Comunicado de Prensa del Movimiento Amplio de Mujeres emitido luego de la renuncia


Y, por último, les dejo aquí el editorial de El Nuevo Día de hoy.



VÍA PARA SANEAR LA LEGISLATURA
La renuncia de Luis Farinacci a su escaño en la Cámara de Representantes, que en cualquier caso se disponía a expulsarlo, debería dar pie a un escrutinio serio de las calificaciones de los candidatos que figurarán en las planchas de los partidos, los cuales ejercen hoy día en primarias el control sobre los electores del corazón del rollo.

La renuncia de Luis Farinacci a su escaño en la Cámara de Representantes, que en cualquier caso se disponía a expulsarlo, debería dar pie a un escrutinio serio de las calificaciones de los candidatos que figurarán en las planchas de los partidos, los cuales ejercen hoy día en primarias el control sobre los electores del corazón del rollo.
Al fin y al cabo, mientras tengamos que vivir con la partidocracia, los partidos tienen que servir de cedazo inicial de la competencia de los candidatos. Es imprescindible, asimismo, que hagamos un ejercicio colectivo de autocrítica para asumir las razones por las que no acabamos de tomar en serio el tema de la violencia doméstica y que hagamos propósito de enmienda.

El 10 de diciembre, el País presenció la salida forzada de otro legislador, el novoprogresista Iván Rodríguez Traverzo, expulsado de la Cámara por denuncias de soborno. Como Farinacci, Rodríguez Traverzo primero renunció bajo presión, pero luego utilizó el mecanismo de los 15 días para arrepentirse y retiró su dimisión, lo que entonces abrió la puerta para su expulsión. Farinacci dijo, al anunciar su renuncia, que no la retiraría, lo que no garantiza que no lo hará porque, incluso según sus correligionarios populares, ha mentido en varias instancias a lo largo del proceso político y judicial al que ha tenido que enfrentarse desde que su esposa, Liza Yahaira Rivera, le imputó haber incurrido en violencia doméstica durante 12 años de matrimonio.

Tras esta renuncia al escaño por adición que ocupaba por un precinto de Ponce, Farinacci aún tendrá pendiente el proceso judicial. Sería bueno que los legisladores populares que lo apoyaron, y el País completo, sigan de cerca ese juicio, porque seguramente nos permitirá comprender mejor el espectro de la violencia de género.

Evitaremos así tener que escuchar a la representante popular Sylvia Corujo poniendo en duda la denuncia de la señora Rivera porque supuestamente “ninguna mujer aguanta” tantos años de maltrato. Como planteó Verónica Rivera Torres, una de las portavoces del Movimiento Amplio de Mujeres, manifestaciones como ésta “denotan un craso desconocimiento de las complejidades psicológicas y emocionales que sufren las víctimas de violencia machista”.

Pero el País tiene otra asignación pendiente y es tomar conciencia del daño colectivo que provocan los partidos políticos al imponer, o aceptar que compitan en primarias, candidatos como Farinacci y Rodríguez Traverzo para la Cámara, o como Héctor Martínez para el Senado.

Es cierto que Farinacci no fue elegido en los comicios del 2008 y que entró como representante por adición, un mecanismo constitucional que provee representación a las minorías cuando el partido de mayoría obtiene control absoluto de un cuerpo legislativo. Pero también es cierto que los electores populares que acudieron a las primarias lo pusieron en la papeleta a pesar de que, según conocedores de la política ponceña, tenía una conducta poco ejemplar y era propenso a lanzar amenazas.

A través de este proceso, su esposa denunció que la amenazó de muerte en una llamada telefónica en julio de 2010, de la que los padres de la mujer declararon ser testigos.

Sin dudas, estos episodios de acusaciones e imputaciones de corrupción, perjurio y violencia doméstica que han protagonizado en este cuatrienio el senador Héctor Martínez y los hoy ex representantes Rodríguez Traverzo y Farinacci retratan una traición al servicio público. También revelan los estragos de los que el elector puede ser corresponsable por su falta de rigor en la selección de candidatos.

Por consiguiente, usando los mecanismos que provee la democracia, hay que emprender de forma decidida el adecentamiento de nuestra Asamblea Legislativa.


3 comentarios:

Prometeo dijo...

Es interesante la forma en que el PPD se comportó en este caso esparando hasta el último momento para forzar la renuncia del legislador. Estoy seguro que en algún lado le darán un trabajo de asesor o algo así. El hombre saldrá ileso del asunto.

Nuevamente tu blog sirve de plataforma para lanzar un campaña de activismo exitosa.


Adelante y éxito.

Verónica Rt dijo...

Hola Michael.
No estoy segura de que el hombre saldrá ileso del proceso. Farinacci no tiene empuje político, ni siquiera en Ponce, dónde se colgó en las elecciones. Eso es que lo hace la actitud de los y las populares sea aún más lastimosa. Usaron el caso Farinacci para presionarse entre ellos por cosas que nada tenían que ver con el asunto de la violencia machista y salieron trasquilados. Porque algunos de ellos pensábamos que eran aliados, y ahora nos damos cuenta que no.

Además, habrá que esperar el caso criminal. No me sorprendería que el jurado lo encuentre no culpable, por el ay bendito puertorriqueño, que digan, si ya lo botaron del trabajo, eso es castigo suficiente.

En cuanto al blog... pues creo que es un buen ejemplo de la importancia de que el trabajo de ciberactivismo se traslada al activismo tradicional, cuando hace falta. El mundo no se puede cambiar tan sólo con un click en un teclado! ;)

gracias por todo!

Anónimo dijo...

Y pensar que Luis Vega y Charlie Hernández se venden como los líderes "más de izquierda" en la Legislatura. Los únicos que fueron consistentes en esa delegación lo fueron Carmen Yulín, Héctor Ferrer y Víctor Vasallo. Qué mal...