Padre presintió que su hija moriría

Prohibido olvidar el dolor de Don Francisco

martes, 11 de enero de 2011
Bárbara J. Figueroa Rosa / Primera Hora

Patillas.- Don Francisco Figueroa presintió el pasado sábado que la mayor de sus cuatro hijos, Elirosa Figueroa Pagán, de 29 años, moriría a manos de su ex pareja consensual, Víctor Amaro Texidor. Y aunque le advirtió su temor y trató de protegerla, su augurio se cumplió el domingo cuando su hija fue presuntamente asesinada de 15 machetazos por el hombre que huyó de la escena y anoche fue capturado por las autoridades.


El anciano lloraba el trágico suceso del que está seguro que se pudo haber evitado, pues contra Amaro Texidor -a quien se le radicaron cargos en ausencia ayer en el Tribunal de Guayama, antes de que fuera detenido, por asesinato en primer grado, tentativa de asesinato contra dos individuos y dos violaciones a la Ley de Armas- había hace más de un mes una orden de arresto por desacato por no comparecer a la vista de un caso de agresión y escalamiento que se alega que cometió, precisamente, contra el ex esposo de Elirosa, José M. de Jesús.

“Yo se lo dije a esa muchacha. Le dije que se viniera a vivir conmigo, pero no me hizo caso. Yo tenía un presentimiento de que me la iban a matar”, expresó don Francisco sobre la joven discapacitada -recibía desde niña tratamiento psiquiátrico por una condición de retardo mental- que el sábado le había dicho a su padre en una actividad familiar que “andaba nerviosa huyendo de Víctor”, a quien la jueza Carmen Giraud le impuso una fianza de $2 millones.


Y es que según el señor, Amaro Texidor estaba “furioso” porque su hija había decidido abandonarlo para reconciliarse con su ex esposo y padre de su niña de siete años, quien también fue agredido con el machete por el presunto autor de los hechos.

“Pero es que mi hija no estaba bien de la mente... todavía recuerdo cuando era bebé”, dijo don Francisco dejando volar su mente a mejores momentos cuando le tocó el gran reto de criar solito a sus cuatro hijos.

“Yo los quiero a todos, pero a ella, como era así y hablaba solita, tú sabes, me da pena...”, expresó con los ojos llenos de lágrimas.

Mientras don Francisco coordinaba los preparativos para velar a su hija en la funeraria Patillas Memorial, las autoridades buscaban monte adentro en el barrio Apeadero a Amaro Texidor, quien permaneció por varias horas escondido en el bosque, por el que también corre una quebrada, desde el pasado domingo cuando acechó dentro de un vehículo a Elirosa y la agredió hasta ocasionarle la muerte.

“Tenemos a más de 20 agentes buscándolo en el monte, pero el hombre es bien escurridizo. De todos modos, la ciudadanía está alerta y cooperando porque lo quieren ver preso”, dijo a Primera Hora el director de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Guayama, Isaac Meléndez antes de que el presunto asesino de la mujer fuera detenido

Don Francisco le había rogado también que se entregara “para que no le sigas haciendo daño a nadie”.