Felicidades, Guilean, por darte a ti y a tus hijos la oportunidad de una mejor vida.
Destaco del aterrador relato la vergonzosa participación de la madre del agresor. No me gusta apuntar con el dedo a mujeres que se convierten en victimarias, a causa de las mismas razones machistas y patriarcales que inculca la sociedad, pero... a veces es muy difícil no hacerlo, muy difícil.
Narra cómo Anwar la golpeó, mordió y rapó
miércoles, 10 de febrero de 2010
Mariana Cobián / Primera Hora
Guilean García Vargas se llenó de valentía y, a pesar de las amenazas que recibe por parte de su agresor, entró a sala, testificó con seguridad y señaló a Anwar Feliciano Morales como la persona que le dio la brutal golpiza que la mantuvo hospitalizada por cinco días.
Su testimonio fue suficiente para que el juez Edwin Ruiz González, del Tribunal de Bayamón, determinara causa para juicio contra Feliciano Morales por dos cargos de violencia doméstica y dos cargos por maltrato de menores.
Físicamente recuperada cinco meses después del ataque, con su pelo largo de color rojo y negro, la joven de 25 años arribó sorpresivamente a la vista y se sentó en la silla de los testigos. Allí, frente a su atacante, narró que el 7 de septiembre pasado, ella descansaba en su habitación en la casa de Vega Alta, donde convivieron por ocho meses junto a los hijos de ella, de siete y seis años.
A preguntas de la fiscal Lynette Velázquez, García relató que “él (Feliciano Morales) entró al cuarto y me cayó encima” sin aparente razón. Dijo que le dio puños en los ojos, la pateó, le dio golpes y mordió en distintas partes del cuerpo. Que ella le gritaba para que la soltara, pero él no lo hizo. Estuvo una hora dándole. Entonces, se desmayó cuando él comenzó a raparle y picarle su pelo.
“Me desmayé por los cantazos que me estaba dando. Cuando desperté, los nenes tenían mi pelo en sus manos. Estaban asustados y bien nerviosos”, expresó García, quien trataba de evadir la mirada del acusado, quien está en la cárcel desde el pasado 25 de diciembre, cuando fue apresado luego de estar prófugo.
Destacó que “no podía ni abrir los ojos” y que él le decía “que me iba a matar y creía que lo iba a hacer porque no paraba de darme”.
Recalcó que Feliciano Morales la llevó al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Vega Alta y en el camino, le instruyó que dijera que varias mujeres la habían golpeado.
Ella le hizo caso “por miedo a que él me fuera a hacer algo porque tenía los ojos hinchados y no podía ver”.
Primero dio la versión de las mujeres, pero le confesó la verdad a su madre, Mildred Vargas, en la ambulancia de camino al Centro Médico, donde requirió cirugía maxilofacial.
A preguntas del abogado Carlos Beltrán, recalcó que la primera declaración jurada que prestó en fiscalía poco después de los hechos era la verdadera, pero que hizo otra a finales del año pasado.
Detalló que fue la madre de Feliciano Morales, Nilsa Morales, quien la llevó ante un abogado notario. Alegó que Morales escribió el documento, en el que dice que la atacaron cinco mujeres, y la hizo firmar.
Aclaró que lo hizo antes de que lo apresaran porque “me sentía amenazada, por la mamá y por él”.
Pero no desea querellarse en contra de su ex suegra por querer terminar con el asunto, según dijo la fiscal fuera de sala.
La madre de García, Mildred Vargas, declaró poco antes que el día de los hechos, su hija “parecía un monstruo”.
“Estaba destrozada, empapada, hinchada, con hematomas en los ojos, en la mandíbula. Casi no podía abrir los ojos. Tenía la cabeza rapada, le había dado la vuelta. Parecía un monstruo. Estaba desfigurá”, señaló Vargas.
Relató que fueron sus nietos los que llorando le dijeron: “Fue Anwar. Anwar le cortó el pelo a mami. Fue Anwar”.
La custodia de los niños la tiene Vargas porque García no acudió al tribunal a señalamientos previos y se desapareció con los menores, que eran los principales testigos si ella no declaraba.
Vargas dijo que su hija no había ido “porque tenía miedo”, pero que lo hizo por sus hijos.
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