domingo, 10 de enero de 2010

A veces es difícil detectar la agresión

[¡Tremenda iniciativa!
Vayan al enlace original para ver el video: http://www.elnuevodia.com/XStatic/endi/template/content.aspx?se=nota&id=658019]

Por Yaritza Rivas / yrivas@elnuevodia.com
La violencia en el hogar muchas veces pasa tan desapercibida que la víctima no se da cuenta de que ha sido agredida hasta después que sale de la relación.

Ese fue el caso de algunas de las participantes de un taller acerca de la violencia doméstica realizado en la Casa San Clemente, ubicada en Puerta de Tierra, donde todos los sábados se ofrecen seminarios de mejoramiento personal.

“Existe mucha confusión acerca de la agresión”, opinó Esther Richardson, una ama de casa que se describió muy activa y participó del taller para estar más consciente acerca de lo que significa la violencia en el hogar.

Según ella, la agresión a veces es una situación tan íntima que es difícil de reconocer. “A veces sin querer se está dentro de esto (un cuadro de agresión) y no nos damos cuenta”, soltó Richardson al resto del grupo, cuyas participantes expusieron algunas situaciones de violencia dentro de su núcleo familiar.

Uno de los casos fue el de una mujer, que prefirió que no le identificaran. Ella se dio cuenta durante su divorcio que su ex pareja - con quien compartió 40 años de matrimonio- era un agresor.

Los adjetivos fluyeron cuando se les preguntó el perfil de un agresor a las participantes. “Manipulador, controlador, celoso, inseguro, indiferente, inconforme, que hace críticas constantes y te culpa por todo”, manifestaron las féminas.

Estas características también las pueden presentar las mujeres agresoras, aseguró Yeyca Cañuelas, la sicóloga clínica, quien voluntariamente ofreció el taller. Como consecuencia, la persona que sufre las agresiones, dijo Cañuelas, puede desarrollar baja autoestima, frustración y depresión.

La violencia va más allá de un golpe, recordó la sicóloga. De acuerdo con ella, existen varios tipos de agresiones, la sicológica, la física y la verbal. “El golpe se va, pero la violencia sicológica”..., dijo Cañuelas mientras se escuchó a unas de las participantes concluir el pensamiento: “se queda en el corazón”.

Por eso, durante el taller se identificó lo que es la violencia doméstica y el ciclo de violencia, y se dieron algunas herramientas para manejar una situación como ésta y evitar la manipulación.

Según la Ley 54 contra la violencia doméstica, la violencia es un patrón de conducta constante que emplea la fuerza física, violencia sicológica, intimidación o persecución de una persona para hacerle daño. Este cuadro amenazante comienza con un suceso de tensión. Luego, el agresor suele estallar en una agresión. Le sigue la disculpa, o como le llama Cañuelas, la “Luna de miel reconciliadora”.

Este ciclo puede romperse, aseguró la sicóloga, una vez la persona agredida dice “basta”. En ocasiones, esto ocurre cuando se suscita algún suceso que hace que la persona abra los ojos, como una infidelidad, o que abusen de los hijos físicamente, aseguró la especialista.

Por eso, Cañuelas recomienda que para recuperarse de un ciclo de violencia, lo primero es buscar ayuda sicólogica, para fortalecer la autoestima.

La autoestima es algo que se tiene que trabajar y fomentar urgentemente entre los individuos, opinó por su parte la ama de casa al recordar las palabras de su mamá: “Jamás dejes que te toquen tu autoestima”. Según Richardson, la estima propia es la que a fin de cuentas tiene el poder de poner un alto a cualquier comentario o acto de agresión.

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