jueves, 1 de julio de 2010
01:02 p.m.
Sara M. Justicia Doll / Primera Hora
Son madre e hija y son los rostros del puertorriqueño que no se rinde ante el atropello.
Son las caras de la mujer puertorriqueña que reclama que no se le pisoteen los derechos.
En las portadas de los principales diarios del país se observó cómo ayer en el motín del Capitolio un agente de la Unidad de Operaciones Tácticas de la Policía agarraba por el cuello a Elisa Ramos Peña, de 17 años, mientras que su madre Betty Peña, de 52, intentaba respirar después de recibir en su rostro gas pimienta.
Hoy, madre e hija se encontraban haciéndose exámenes médicos ya que la menor sufrió contusiones en la cabeza, laceraciones en el brazo y efectos del gas pimienta en la cara, debajo de los ojos. Su madre, que sufre condiciones respiratorias, se vio afectada por el gas pimienta y dolores en la espalda.
Pero, lo que pareciera para muchos increíble, este ataque no las detendrá para luchar a nombre de un pueblo estrangulado.
"El reclamo que fuimos a hacer ayer no es el reclamo de los estudiantes, es el reclamo de un pueblo, el país es nuestro y como líder comunitaria me veo en la obligación de reclamar un mejor futuro para mis hijos y nietos. Se trata de defender lo que es de todos, este país de gente noble y de gente digna, no es para los legisladores corruptos ni para unos pocos", dijo Peña, maestra de la escuela Aidé Caballero de Caguas.
Su hija, estudiante que en agosto cursará el grado doce y aspira a convertirse en contable después de estudiar en la Universidad de Puerto Rico, subrayó: "No voy a permitir que me pisoteen. Tengo planes futuros para ir a la Universidad, por lo tanto tengo que luchar desde ahora. Volvería a participar de manifestaciones porque lo que no me mata me hace más fuerte, mejor persona", dijo la jovencita.
Su madre dijo que es responsabilidad del pueblo luchar contra los narcotraficantes, contra los líderes corruptos, contra un "gobernador inepto, contra un Secretario de Justicia que no está en el país y contra un Superintendente que somete al pueblo a través de la obediencia, es decir contra unos líderes que hacen lo que les da la gana".
"El dolor que sentimos hoy no es nada en comparación a la indignación que sentimos", dijo la menor.
Madre e hija llegarán mañana hasta el Cuartel General a protestar por el abuso policiaco que se observó ayer en el Capitolio.
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