* Publicada hoy en la sección "Voces" (pág. 46) de El Nuevo Día
Lcda. Verónica Rivera Torres- Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados de Puerto Rico
Ante la ola reciente de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex-parejas, las personas y organizaciones comprometidas con la erradicación de la violencia de género hemos reclamado acción. La actual administración gubernamental ha anunciado una inversión de 1.2 millones a su campaña Promesa de Hombre, de la cual el Gobernador ha hablado desde su mensaje de presupuesto el 29 de abril de 2009.
Desde su anuncio, las organizaciones pro mujeres y personas solidarias cuestionamos esa iniciativa por entender que fortalece los roles de género que tanto se relacionan con la violencia contra las mujeres.
Existen quienes, con toda la buena fe del mundo, aún no comprenden por qué las feministas nos oponemos a una iniciativa que aparentemente invita a los hombres a comprometerse con ser "buenos" hombres, a protegernos y cuidarnos, sin faltarnos al respeto y valorando como dice el Gobernador nuestros roles como "madres", "hijas" "esposas" y "trabajadoras".
Pues bien, entre otras razones, nos oponemos porque ya existen estudios que establecen una clara relación entre dichos roles y la violencia contra nosotras. Recientemente, Investigadores de la Universidad de Granada publicaron sus hallazgos sobre cómo el concepto de "sexismo benévolo" ("comportamientos que son socialmente considerados como "buenos" hacia sus parejas aunque estos comportamientos sigan siendo sexistas") tiene un claro efecto sobre cómo la sociedad percibe y justifica los malos tratos del hombre a la pareja. El estudio se centró en la violencia sexual dentro del seno doméstico y, obviamente, tiene resonancia en Puerto Rico. Basta con que salgamos a la calle para escuchar cómo personas justifican el abuso conyugal con argumentos tales: "por lo menos le tiene una casa".
La campaña de nuestro actual gobierno es un ejemplo de ese "sexismo benévolo" porque reafirma el rol del hombre fuerte que debe proteger a su esposa, hija o madre, y el del rol de la mujer débil que necesita protección. Dichos roles, en vez de propender a la armonía entre los géneros, se convierten en una camisa de fuerza que encierra a la pareja en unos paradigmas que, de ser sacudidos, producen violencia.
La realidad es que para poder echar hacia adelante en nuestra gesta con la equidad, la justicia y la paz de todas personas que vivimos en Puerto Rico es urgentemente imperativo rescatar la carta circular del Departamento de Educación sobre la perspectiva de género en las escuelas del país. Ese sería el primer gran paso hacia la dirección correcta.
Desde su anuncio, las organizaciones pro mujeres y personas solidarias cuestionamos esa iniciativa por entender que fortalece los roles de género que tanto se relacionan con la violencia contra las mujeres.
Existen quienes, con toda la buena fe del mundo, aún no comprenden por qué las feministas nos oponemos a una iniciativa que aparentemente invita a los hombres a comprometerse con ser "buenos" hombres, a protegernos y cuidarnos, sin faltarnos al respeto y valorando como dice el Gobernador nuestros roles como "madres", "hijas" "esposas" y "trabajadoras".
Pues bien, entre otras razones, nos oponemos porque ya existen estudios que establecen una clara relación entre dichos roles y la violencia contra nosotras. Recientemente, Investigadores de la Universidad de Granada publicaron sus hallazgos sobre cómo el concepto de "sexismo benévolo" ("comportamientos que son socialmente considerados como "buenos" hacia sus parejas aunque estos comportamientos sigan siendo sexistas") tiene un claro efecto sobre cómo la sociedad percibe y justifica los malos tratos del hombre a la pareja. El estudio se centró en la violencia sexual dentro del seno doméstico y, obviamente, tiene resonancia en Puerto Rico. Basta con que salgamos a la calle para escuchar cómo personas justifican el abuso conyugal con argumentos tales: "por lo menos le tiene una casa".
La campaña de nuestro actual gobierno es un ejemplo de ese "sexismo benévolo" porque reafirma el rol del hombre fuerte que debe proteger a su esposa, hija o madre, y el del rol de la mujer débil que necesita protección. Dichos roles, en vez de propender a la armonía entre los géneros, se convierten en una camisa de fuerza que encierra a la pareja en unos paradigmas que, de ser sacudidos, producen violencia.
La realidad es que para poder echar hacia adelante en nuestra gesta con la equidad, la justicia y la paz de todas personas que vivimos en Puerto Rico es urgentemente imperativo rescatar la carta circular del Departamento de Educación sobre la perspectiva de género en las escuelas del país. Ese sería el primer gran paso hacia la dirección correcta.
7 comentarios:
Verónica, te sugiero incluir en blog el estudio al que haces referencia. Te felicito por la excelente columna.
Tremendo!
Va más lejos. Le asignan presupuesto local, mientras nosotras si queremos tener un programa tenemos que irnos a luchar propuestas. Fortuño ya que interesa el esquema, debe "tener promesa de hombre" y hacer valer para las mujeres puertorriqueñas un presupuesto para erradicar la violencia.
Gracias, Veronica.
Gracias a todas por sus comentarios. Milagros, puedes encontrar mas info aqui:http://digibug.ugr.es/bitstream/10481/4954/1/18695620.pdf
Sexismo benévolo. No sabía que eso existía. Pero pregunto, ¿qué es peor un machista o un sexista benévolo?
Adelante y éxito.
me parece que el sesixmo ebenvolo es un tipo de machismo dado que parte de la misma premisa de que los hombres tienen unos roles y las muejres otros.
Publicar un comentario