Francheska Duarte se encuentra en estado crítico. Su novio, Jorge Ramos, huyó y se desconoce su paradero. Juan Perales, tío de la chica, le exige al joven que se entregue a las autoridades.
martes, 20 de diciembre de 2011
Maribel hernández pérez / Primera Hora
“Mi hija no tiene piernas...”.
Así se expresó la progenitora de Francheska Duarte Jiménez, de 19 años, a quien ayer de madrugada le amputaron las extremidades inferiores luego que su pareja consensual, Jorge Ramos Rodríguez, de 22 años, la impactara con su vehículo, pillándola contra otra guagua estacionada, en un incidente ocurrido en la calle Principal de Barrio Obrero, en Santurce.
Ramos Rodríguez, quien se encuentra en libertad bajo probatoria, llevó a la mujer a un CDT y huyó de la escena sin que se conozca su paradero.
Saira A. Jiménez Rijos declaró que su hija le reveló que se encontraba discutiendo por teléfono luego de compartir en un negocio, a tres calles de su residencia, y en medio de un arrebato de cólera el hombre la dejó sin transportación.
“Parece que él se puso bravo, como celoso, y entonces él salió y cogió y arrancó, y se fue en la guagua. La guagua contra la que la chocó estaba frente a mi casa, estacionada. Yo me quedé con la nena (la pareja tiene una hija de cuatro meses de edad) y, entonces, cuando ella siguió hablando con él por teléfono, ella se paró detrás de una guagua; él siguió hablando con ella y parece que, cuando se vino a dar cuenta, ya le había tirado la guagua encima... la aplastó, le desbarató las piernas”, detalló la acongojada madre sumida en llanto.
La pareja llevaba unos cuatro años de relación, pero nunca convivieron.
Jiménez Rijos recordó que su hija y Ramos Rodríguez se separaban y reconciliaban todo el tiempo, pero una vez que nació la niña las relaciones habían mejorado con la joven y su familia, luego que Francheska le diera al individuo una oportunidad, a pesar de que llegó a sacudirla cuando estaba embarazada.
“Ellos siempre tenían su problema, discusión de palabra. Ella tampoco decía nada, pero supe que una vez él la jamaqueó por la barriga, que un familiar mío se metió, y siguieron. Yo me opuse, pero tuvieron unas discusiones, (...) Él siempre me metía a mí, entonces yo de ahí ya estaba que no soportaba más y fui donde la mamá de él”, explicó la madre de Francheska, tras indicar que trató de mediar para que cesara el maltrato hacia su hija.
“Le dije que yo no quería que esto llegara a mayor porque yo sabía que tenían una nena, y me daba pena que más tarde la nena se diera cuenta que su papá tenía una Ley 54 porque nosotras le pusimos la querella, (aunque) no se la llegamos a poner”, argumentó.
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