Francisco Feliciano (al centro), padre de Frances, recordó que la adolescente le había expresado a su madre su deseo de convertirse en donante de órganos. (Para Primera Hora / Edgar Vázquez Colón)
sábado, 9 de abril de 2011
Darisabel Texidor Guadalupe / Para Primera Hora
Frances Feliciano Cappas tenía sólo 17 años y se convirtió en la más reciente víctima fatal de violencia doméstica: su novio, otro menor de edad, la mató con un disparo en la cabeza.
¿El móvil? Los celos.
Ahora, el joven será juzgado como adulto y enfrentaría cargos por el asesinato de Frances, una vez su muerte violenta sea certificada por el Instituto de Ciencias Forenses.
Tras ser diagnosticada con muerte cerebral y luego que los médicos informaran de las pocas esperanzas de sobrevivir, los padres de la joven de 17 años tomaron ayer la amarga decisión de desconectarla de las máquinas que la mantenían con vida y autorizaron la donación de todos sus órganos.
La adolescente recibió el jueves un impacto de bala en el lado izquierdo de la cabeza. Fue su novio quien la llevó al hospital, pero comenzó a dar falsas versiones. Desde ese momento, la Policía mantiene detenido al menor, quien será juzgado como adulto luego que la Procuradora de Menores renunciara a la jurisdicción.
El menor, cuya identidad la Policía no ha divulgado, podría enfrentar cargos de asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas, según adelantaron las autoridades.
“Esto es muy triste, yo la quería mucho”, dijo Francisco Feliciano, padre de la adolescente.
Don Francisco recordó que Frances le había expresado a su madre su deseo de convertirse en donante de órganos.
“Se fue mi hija, pero salvará 52 vidas”, expresó visiblemente afectado el padre.
Otra que lamentó mucho el trágico final de la jovencita fue Madeline Rivera, trabajadora social de la escuela superior Loaiza Cordero.
Rivera dijo que la joven, quien cursó el undécimo grado en el plantel, era buena estudiante, alegre y de excelente calidad humana.
“Es triste que una vida joven se pierda”, dijo Rivera, quien añadió que Frances nunca presentó problemas de ajuste social en la escuela.
El director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC), Ángel Feliciano, explicó que se desprende de la investigación que los menores, quienes eran novios, habían tenido una discusión por unos mensajes de texto que ella había recibido en su celular.
Sostuvo que la madre de la jovencita se la llevó para su trabajo en el Municipio de Yauco, pero minutos después Frances regresó a la residencia de unos amigos en el sector Crucero del barrio Almácigo Alto, lugar donde fue baleada.
“Ellos estaban en la casa junto con una menor y un adulto”, dijo el teniente, quien añadió que hay prueba circunstancial en contra del menor.
Se descartó de plano que Frances se suicidara, un ángulo que se investigó a la luz de un mensaje de ella que llegara al celular de su padre.
“Tal vez ella se lo presentía y por eso le envió el mensaje a su papá”, indicó Feliciano.
El director de la rama investigativa de la región policiaca de Ponce, el capitán Diosdado Pérez, explicó que el menor detenido en un principio estaba dispuesto a hablar, pero sus padres no se lo permitieron.
“No ha querido cooperar por órdenes de sus padres y su abogado”, informó Pérez.
Agentes de la División de Homicidios continúan entrevistando a personas y buscando cualquier pista que pueda llevarlos a dar con el arma homicida.
La radicación de cargos se ha retrasado porque están en espera de la certificación de muerte que debe emitir el Instituto de Ciencias Forenses. La investigación está a cargo de la fiscal Natalia Zambrana y el agente José I. Torres.
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