Les copio este artículo bastante bueno publicado hoy en Primera Hora. Tengo problemas con la falta de problematización del supuesto que a las mujeres nos gustan los "hombres varoniles, fuertes y con carácter firme". OJO. A veces esos estereotipos fortalecen los roles de género que desencadenan en violencia. Con humildad, les pido que, además de lo que les copio, repasen mi escrito sobre "El Sexismo Benévolo".
viernes, 23 de septiembre de 2011
Rosa Escribano / Primera Hora
La imagen de un hombre varonil, fuerte y con un carácter firme suena muy atractiva para muchas féminas cuando se trata de hablar de su candidato ideal. Y hasta cierto punto, estas cualidades no tienen nada de malo.
Ahora bien, el panorama se complica cuando la mujer confunde lo varonil con la rudeza; y la fortaleza con la agresión, cayendo en un patrón de abuso que puede comenzar de modo sutil. De ahí, la importancia de aprender a reconocer las señales que indican que esa persona que estás conociendo posiblemente es un lobo disfrazado de oveja.
La psicóloga Omayra Rivera Rivera explica que un comportamiento machista implica un “conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover conductas percibidas como discriminatorias contra las mujeres”. Y añade que “está relacionado a la diferenciación de tareas entre hombres y mujeres”. Además, “es creer que el hombre tiene mayores derechos que las mujeres”.
Por lo general, el hombre con este perfil “busca a una mujer sumisa, dispuesta a ofrecer placer cuando él lo pide”. Y menciona que “caer en un ciclo de violencia doméstica es la combinación de factores como el machismo y un estilo de personalidad dependiente por parte de la mujer”.
La doctora añade la importancia de recalcar “que este tipo de relación puede comenzar con un maltrato de manera verbal, luego psicológico, hasta llegar al maltrato físico”. De no buscar ayuda, “este tipo de comportamiento, por lo regular, va en aumento, se agudiza y algo que pudiera ser leve puede llegar a ser o tener las características más graves”.
También, advierte que “involucrarse con un hombre machista puede conllevar muchos riesgos a la salud emocional o psicológica y hasta la física, como la muerte, en casos más graves”.
Por otro lado, explica que “la mujer que vive este tipo de relación desarrolla trastornos psicológicos como depresión y ansiedad, ligados a una baja autoestima, sentimientos de impotencia, desesperanza e inseguridad”.
¿Posible que él cambie?
Hay mujeres que, aunque se percaten de esta conducta, deciden permanecer al lado del hombre con la ilusión de que, eventualmente, cambiará. Al respecto, la psicóloga menciona que “es muy difícil que este tipo de persona cambie si no busca ayuda profesional”. Y las esperanzas se reducen aún más al comprender que “el cambio de mentalidad en los hombres machistas tiene que venir con la educación desde pequeños”.
La doctora es enfática al advertir que “permanecer en un tipo de relación de esta naturaleza, con la esperanza de que con el tiempo él cambiará, continuará poniendo en riesgo la salud emocional y física de la mujer”.
Por otro lado, uno de los obstáculos en el intento de transformación reside en que, por lo regular, “estas personas no reconocen o admiten tener esta conducta” machista. Incluso, en muchos de los casos, “lo hacen de manera inconsciente, ya que son estilos de conducta aprendidos y en combinación con un conjunto o gama de pensamientos distorsionados”, reitera la doctora.
Además, esta meta “requiere llegar a desarrollar un mayor grado de introspección y reconocer su problema”, especifica la psicóloga. “De no estar dispuesto al cambio o a la ayuda, ese cambio será cada día casi imposible de lograr”.
Para concluir, Rivera Rivera señala que “no se trata de buscar una igualdad absoluta, sino que tanto el hombre como la mujer gocen de la misma dignidad como personas. El hombre y la mujer son distintos y esas diferencias se deben respetar”.
Para citas con la psicóloga clínica Omayra Rivera Rivera, puedes llamar al 787-608-0433.
Aprende a reconocerlo
1. Limita o estorba el acceso de la mujer a expandir o ampliar sus conocimientos (por ejemplo, que vaya a la universidad o tome algún curso).
2. Quiere controlar cómo piensa, viste o se comporta la mujer.
3. Considera a la mujer como un objeto sexual.
4. Tiende a ser brusco y desconsiderado.
5. Manifiesta ciertos aires de superioridad.
6. Puede ser rencoroso y/o vengativo.
7. Procura no hablar de sus sentimientos por miedo a dejarse dominar o controlar, o porque se juzgue como un signo de debilidad.
8. No acepta que se equivoca.
9. No pide perdón.
10. Trata de tomar ventaja en todo.
Qué hacer
La psicóloga menciona varios consejos para la mujer que vive este tipo de relación:
Es necesario fortalecer a la mujer en muchas áreas para que posteriormente pueda ser capaz de tomar decisiones.
La afectada tiene que ser consciente de su rol como mujer y hasta qué punto su dignidad se está viendo amenazada.
Dependiendo del caso, puede expresarle a su pareja cómo se siente. Si el compañero no se muestra receptivo, ella debe buscar ayuda para el proceso de toma de decisiones.
La mujer debe buscar ayuda psicológica, apoyo familiar o de amistades e, incluso, asistencia legal. Existen agencias de gobierno encargadas de brindar ayuda.
2 comentarios:
Es ridiculo pensar que "machista" significa lo mismo que "violencia" y "peligro". En teoría todos las familias en generaciones previas han sido machistas, sin embargo la violencia no florecía como algo peligroso en la inmensa mayoría de los casos.
Es ridículo pensar que "machismo" es lo mismo que "violencia" o "peligro". En teoría todas las familias de generaciones previas han sido machistas y no por ello había una violencia significativa en la inmensa mayoría de los casos.
Publicar un comentario