Nuestra aportación a la jornada....
una actualización de "Más allá de Roe v. Wade"
Sentadas a la mesa luego del almuerzo, comentaban lo publicado en el diario, como de costumbre. Estalla el debate en torno a la notoria celebridad a quien le removieron la custodia de sus hijos. Irónicamente, se recordaba con aprobación aquel día en que la adolescente deleitó paladares al desplazarse semidesnuda por el escenario. El debate se desplegó con comentarios estigmatizantes sobre cómo una tierna niña se ha convertido en esta horrible madre. Camila escuchaba, mientras saboreaba un sorbo de café....
Les copio este artículo bastante bueno publicado hoy en Primera Hora. Tengo problemas con la falta de problematización del supuesto que a las mujeres nos gustan los "hombres varoniles, fuertes y con carácter firme". OJO. A veces esos estereotipos fortalecen los roles de género que desencadenan en violencia. Con humildad, les pido que, además de lo que les copio, repasen mi escrito sobre "El Sexismo Benévolo".
La imagen de un hombre varonil, fuerte y con un carácter firme suena muy atractiva para muchas féminas cuando se trata de hablar de su candidato ideal. Y hasta cierto punto, estas cualidades no tienen nada de malo.
Ahora bien, el panorama se complica cuando la mujer confunde lo varonil con la rudeza; y la fortaleza con la agresión, cayendo en un patrón de abuso que puede comenzar de modo sutil. De ahí, la importancia de aprender a reconocer las señales que indican que esa persona que estás conociendo posiblemente es un lobo disfrazado de oveja.
La psicóloga Omayra Rivera Rivera explica que un comportamiento machista implica un “conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover conductas percibidas como discriminatorias contra las mujeres”. Y añade que “está relacionado a la diferenciación de tareas entre hombres y mujeres”. Además, “es creer que el hombre tiene mayores derechos que las mujeres”.
Por lo general, el hombre con este perfil “busca a una mujer sumisa, dispuesta a ofrecer placer cuando él lo pide”. Y menciona que “caer en un ciclo de violencia doméstica es la combinación de factores como el machismo y un estilo de personalidad dependiente por parte de la mujer”.
La doctora añade la importancia de recalcar “que este tipo de relación puede comenzar con un maltrato de manera verbal, luego psicológico, hasta llegar al maltrato físico”. De no buscar ayuda, “este tipo de comportamiento, por lo regular, va en aumento, se agudiza y algo que pudiera ser leve puede llegar a ser o tener las características más graves”.
También, advierte que “involucrarse con un hombre machista puede conllevar muchos riesgos a la salud emocional o psicológica y hasta la física, como la muerte, en casos más graves”.
Por otro lado, explica que “la mujer que vive este tipo de relación desarrolla trastornos psicológicos como depresión y ansiedad, ligados a una baja autoestima, sentimientos de impotencia, desesperanza e inseguridad”.
¿Posible que él cambie?
Hay mujeres que, aunque se percaten de esta conducta, deciden permanecer al lado del hombre con la ilusión de que, eventualmente, cambiará. Al respecto, la psicóloga menciona que “es muy difícil que este tipo de persona cambie si no busca ayuda profesional”. Y las esperanzas se reducen aún más al comprender que “el cambio de mentalidad en los hombres machistas tiene que venir con la educación desde pequeños”.
La doctora es enfática al advertir que “permanecer en un tipo de relación de esta naturaleza, con la esperanza de que con el tiempo él cambiará, continuará poniendo en riesgo la salud emocional y física de la mujer”.
Por otro lado, uno de los obstáculos en el intento de transformación reside en que, por lo regular, “estas personas no reconocen o admiten tener esta conducta” machista. Incluso, en muchos de los casos, “lo hacen de manera inconsciente, ya que son estilos de conducta aprendidos y en combinación con un conjunto o gama de pensamientos distorsionados”, reitera la doctora.
Además, esta meta “requiere llegar a desarrollar un mayor grado de introspección y reconocer su problema”, especifica la psicóloga. “De no estar dispuesto al cambio o a la ayuda, ese cambio será cada día casi imposible de lograr”.
Para concluir, Rivera Rivera señala que “no se trata de buscar una igualdad absoluta, sino que tanto el hombre como la mujer gocen de la misma dignidad como personas. El hombre y la mujer son distintos y esas diferencias se deben respetar”.
Para citas con la psicóloga clínica Omayra Rivera Rivera, puedes llamar al 787-608-0433.
Aprende a reconocerlo
1. Limita o estorba el acceso de la mujer a expandir o ampliar sus conocimientos (por ejemplo, que vaya a la universidad o tome algún curso).
2. Quiere controlar cómo piensa, viste o se comporta la mujer.
3. Considera a la mujer como un objeto sexual.
4. Tiende a ser brusco y desconsiderado.
5. Manifiesta ciertos aires de superioridad.
6. Puede ser rencoroso y/o vengativo.
7. Procura no hablar de sus sentimientos por miedo a dejarse dominar o controlar, o porque se juzgue como un signo de debilidad.
8. No acepta que se equivoca.
9. No pide perdón.
10. Trata de tomar ventaja en todo.
Qué hacer
La psicóloga menciona varios consejos para la mujer que vive este tipo de relación:
Es necesario fortalecer a la mujer en muchas áreas para que posteriormente pueda ser capaz de tomar decisiones.
La afectada tiene que ser consciente de su rol como mujer y hasta qué punto su dignidad se está viendo amenazada.
Dependiendo del caso, puede expresarle a su pareja cómo se siente. Si el compañero no se muestra receptivo, ella debe buscar ayuda para el proceso de toma de decisiones.
La mujer debe buscar ayuda psicológica, apoyo familiar o de amistades e, incluso, asistencia legal. Existen agencias de gobierno encargadas de brindar ayuda.
COMUNICADO DE PRENSA
HERMANO DE MUJER ASESINADA POR EXMARIDO
PRESENTARÁ QUEJA CONTRA JUEZA INÉS RIVERA AQUINO
POR VIOLACIONES A ÉTICA JUDICIAL, MANUAL DE CONDUCTA
Y POLÍTICA PÚBLICA DE LA RAMA JUDICIAL
Christopher Sánchez, hermano de Carolyn Sánchez Ortiz, la mujer cuyo asesino confeso fue declarado por la Jueza Inés Rivera Aquino (Tribunal de Carolina) como culpable tan solo de “asesinato atenuado”, radicará mañana viernes una queja contra ésta por violaciones a los Cánones de Ética Judicial, el Manual de Conducta para Tribunales Libres de Discrimen y la política pública de la Rama Judicial contra el discrimen.
Los hechos se remontan al juicio contra el asesino de Carolyn, su exmarido, Leslie Javier Álvarez, en el caso que constituyó la tercera mujer asesinada a manos de su expareja en 2010 y que causó revuelo por las conclusiones y sentencia de la mencionada jueza.
La Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados respondió a la petición pública de ayuda que hiciera el hermano de la víctima para poder encauzar sus reclamos por los sucesos judiciales y actos de la jueza, que éste considera injustos. La presidenta de dicha Comisión, la Lic. Verónica Rivera Torres, expresó que “este acto valiente de Christopher Sánchez abre las puertas para que nuestro sistema de justicia evalúe imparcialmente los actos de una de sus juezas a la luz de la política pública que la Rama Judicial reiteradamente ha validado contra el discrimen y la violencia de género. A pesar de los continuos esfuerzos por erradicar el machismo de los tribunales, cada cierto tiempo nos topamos con situaciones muy problemáticas desde la perspectiva de género”.
“En ese sentido”, enfatizó la abogada, “esperamos que la Oficina de la Administración de los Tribunales investigue imparcialmente esta queja y analice, desde una perspectiva de género, si la misma procede o no”.
Por su parte, el presidente del CAPR, Lic. Osvaldo Toledo, declaró que “consistentemente, como parte de nuestras responsabilidades, hemos defendido a los compañeros jueces y juezas cuando se les ha atacado injustamente. En este caso, no obstante, tenemos que apuntar que las mujeres de Puerto Rico merecen contar con los tribunales para proteger su derecho a la vida y a la dignidad, necesitan contar con jueces y juezas sensibles a sus circunstancias y no que, según lo que se sabe del caso, continúen partiendo de patrones tradicionales de discrimen. En ese sentido”, agregó Toledo, “el Colegio de Abogados siempre está comprometido con lo que sea necesario para que no haya ni una muerte más por la violencia machista”.
En el documento que presentará ante la Administración de Tribunales, el hermano de Carolyn expresa que “la Jueza Rivera Aquino violó los cánones 5, 8, 11, 14 y 23 de Ética Judicial al utilizar los estereotipos y prejuicios sobre lo que debía ser o no ser mi hermana, como mujer y esposa, para justificar, sin prueba alguna, que su esposo la asesinara. El resultado fue un veredicto inapelable de asesinato atenuado en un caso dónde había una confesión del asesino. La prueba no fue la única que habló en el juicio contra el asesino de mi hermana; también hablaron los prejuicios de la Jueza. Eso no es justicia”.
Sánchez apunta, además, cómo la Jueza Rivera Aquino transformó su comportamiento en sala tan pronto supo que la víctima tenía una nueva relación sentimental, cómo se burló del comportamiento de la víctima, hizo suposiciones sin fundamento sobre la vida y personalidad de la mujer asesinada y cómo prácticamente se convirtió en abogada defensora del asesino confeso.
El Manual de Tribunales libres de Discrimen de Género establece que las actitudes estereotípicas pueden privar a una litigante o testigo de una audiencia justa e imparcial porque minimizan o trivializan su testimonio o reclamo. Esto ocurre mayormente en casos de relaciones de familia, violencia doméstica, agresión, violación y hostigamiento sexual. Entre los estereotipos más comunes, el Manual identifica los siguientes: (1) la mujer provoca la violencia doméstica con su propia conducta y sus actitudes; y (2) una mujer que consume bebidas alcohólicas, o que ha tenido relaciones sexuales con varios hombres, es deshonesta.Conferencia - Marcela Lagarde 17-08-2011 from Puntos de Encuentro on Vimeo.
Hoy amanecimos con el informe que la División de Derechos Civiles del Dept. de Justicia federal publicara a raíz de su investigación de las prácticas ilegales de la Policía de Puerto Rico. El informe está plagado de atrocidades que no nos toman por sorpresa pero nos atormentan igual. Sobre el apremiante asunto de la violencia doméstica y las agresiones sexuales contra las mujeres, el informe reseña un cuadro terrible y además concluye que en la Policía de Puerto Rico se discrimina contra las mujeres en nuestro país. Aquí les copio la parte al respecto, que se encuentra en la página 62 del Informe. Pueden leer el informe completo AQUI.
La violencia doméstica ha sido una lucha que por años han llevado varias organizaciones que representan a las mujeres en el país. Mientras los grupos hacen malabares para hacer visible este problema social, los asesinatos de mujeres no han tenido tregua. Más aún, luego de que un grupo de entidades declaró a Puerto Rico en estado de “emergencia nacional” debido a la ola de asesinatos por violencia doméstica, otros episodios se han registrado en la isla.
Para Rivera “el Estado ha sido parte del problema”, porque no ha sido asertivo en las políticas públicas implantadas para trabajar con el problema de la violencia doméstica. En ese sentido, mencionó que una de las estrategias fallidas fue la campaña “Promesa de Hombre” que presentó el gobernador Luis Fortuño en el 2009. Rivera señaló que aunque la campaña no ha funcionado, se han invertido alrededor de $1.2 millones en su implementación. Anteriormente el Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico (MAMPR) había criticado también la campaña.
Asimismo, no vio con buenos ojos las expresiones del superintendente de la Policía, Emilio Díaz Colón, durante las vistas de confirmación de que el problema de violencia domestica no era de incumbencia de la uniformada, y opinó que es “lamentable” el que la procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, haya manifestado que quiere ver más propuestas concretas y no solo quejas. Rivera puntualizó que “el movimiento de mujeres se ha caracterizado por dar propuestas”.
De otro lado, durante una conferencia de prensa la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) informó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que si un policía o el mismo estado no hace valer la orden de protección emitida a las víctimas de violencia doméstica, éstos están cometiendo violación a sus derechos humanos. CIDH llegó a esta conclusión ante el caso Jessica Lenahan (Gonzales) v. USA.
Dicho pleito habla sobre el caso de Jessica Lenahan, una mujer a la cuál su ex marido le violó su orden de protección, secuestró y mató a sus tres hijas en el estado de Colorado. Según ACLU, Lenahan intentó avisar a la policía sobre el secuestro de sus hijas, pero los agentes ignoraron las denuncias. Además, se alega que las autoridades no realizaron bien la investigación para saber las causas de la muerte de las tres menores, ni cuántas horas transcurrieron desde que fueron asesinadas. En el proceso judicial el Tribunal Supremo decidió que el hecho de que los agentes hubieran ignorado las denuncias de Lenahan no constituía una violación a la Constitución de los Estados Unidos. Tras 11 años desde que ocurrieron los hechos, CIDH llegó a esa determinación y le hizo una serie de recomendaciones al Gobierno de los Estados Unidos.
A preguntas de NotiCel, Rivera sostuvo que en la Isla no existe constancia de cuántos casos se han registrado donde los policías no hacen valer las órdenes de protección, poniendo en riesgo a las víctimas o sus familiares. No obstante, apuntó que constantemente reciben testimonios de mujeres que han tenido que vivir este problema.
“Es un poco trabajar a ciegas”, apuntó.
A su entender es vital que en Puerto Rico exista un mecanismo donde se pueda documentar y monitorear estos casos, pero de manera estructurada. Aunque en un pasado la anterior procuradora de las Mujeres, la doctora María Dolores Fernós, realizó investigaciones y análisis al respecto por medio de su oficina, Rivera precisó que desde entonces no se ha hecho nada.
Añadió que el próximo viernes, 9 de septiembre en la asamblea del Colegio de Abogados se ofrecerá el curso con crédito para educación continua “La Violencia de Género Desde la Perspectiva de los Derechos Humanos”. El evento contará con la participación de la profesora asociada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami, Caroline Bettinger-López; la licenciada Ana Irma Rivera Lassen, vicepresidenta del Colegio de Abogados; y la licenciada Carmen Sanfeliz, directora interina de Programas Judiciales de la Oficina de Administración de Tribunales de Puerto Rico.
Cree que es caso de violencia doméstica
Por Ricardo Cortés Chico / rcortes@elnuevodia.com
Cayey – La última vez que Wildalina González Rivera supo de su madre con vida fue el pasado 25 de agosto, cuando la mujer salió a comprar unos medicamentos en una farmacia en Juana Díaz.
Ayer, los peores presentimientos de ella parecían concretarse cuando un detective privado y un teniente de la Policía municipal de Cayey encontraron el cadáver de una mujer, con la descripción de su madre, María Ortiz Fernández, en un barranco a orillas de la carretera PR-1, justo en el kilómetro 64.2 en el Sector Pedro Ávila del barrio La Plata de este municipio.
En la tarde de ayer no había una identificación oficial del cuerpo, explicó el agente Ángel Rodríguez, del Cuerpo de Investigaciones Criminales en Cayey. Esto debido a que el cadáver estaba en un avanzado estado de descomposición. No obstante, las confidencias que se habían recibido apuntaban a que era ella y la ropa que tenía coincidía con la que aparentemente vestía la mujer la última vez que fue vista con vida.
Las sospechas son que, si en efecto el cadáver es el de Ortiz Fernández, se trata de un asesinato ocurrido en medio de una situación de violencia doméstica. Se supo que una expareja de la mujer era presuntamente “obsesivo” con la perjudicada y que la mujer presuntamente murió debido a lesiones recibidas de su atacante en el cuello.
La hija de la presunta fallecida se mostraba sumamente afectada por el hallazgo, mientras las autoridades recopilaban evidencia en la escena. Su madre tenía 48 años y ella la describió como una mujer alegre, amable, cariñosa y servicial.
González Rivera, que pese a los apellidos distintos es hija biológica de la mujer, indicó que alertaron a las autoridades sobre la desaparición de su madre el 25 de agosto. Ese mismo día, ella misma encontró el vehículo de la perjudicada, quien residía en el sector Río Cañas Arriba en Juana Díaz, en el estacionamiento de una farmacia, lugar a donde la mujer había avisado a su familia que visitaría aquel día cuando salió de su casa.
Explicó que ese día la Policía se llevó el carro para inspeccionarlo y que lo único que supo desde entonces de la investigación policial es que habían encontrado un segundo automóvil que se creía que estaba relacionado con el que se estimaba como responsable de la desaparición. Ayer este vehículo, sin embargo, no había logrado ser inspeccionado por las autoridades, se informó.
El viernes, otros dos hijos acudieron al programa televisivo Entre Nosotras en busca de ayuda ciudadana en la búsqueda. Un detective privado, contactado para el caso, recibió una confidencia sobre el lugar donde había sido lanzado el cuerpo. En la mañana de ayer acudió junto al teniente Héctor Gutiérrez de la Policía Municipal de Cayey a la PR-1 y dieron con el cuerpo.
“Es increíble que la Policía no logró hacer nada en más de una semana y que con el programa la encuentren en 24 horas”, señaló frustrada la mujer.
El caso en ese momento era investigado por personal de la División de Homicidios en Ponce. Con el hallazgo del cadáver en Cayey, el caso pasó a la región policial de Guayama.
El fiscal Ojeda Marinni ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Ciencias Forenses (ICF), donde se espera que se lleve a cabo la identificación formal de la víctima.
Por el momento van 59 mujeres asesinadas
Por Javier Colón Dávila / jcolon@elnuevodia.com
Desde el pasado 25 de agosto, seis mujeres han muerto de manera violenta en Puerto Rico, elevando la cifra de asesinatos de féminas -incluyendo a menores- en todo tipo de circunstancia a 59 en lo que va del 2011.
Para esta fecha en el 2010 murieron 45 mujeres en actos de violencia y ese año cerró con 61 de estos casos.
Entre los casos más recientes figuran el de una mujer identificada preliminarmente como María Ortiz Fernández, cuyo cuerpo fue encontrado el sábado en Cayey y el de doña Eva Rojas, encontrada muerta ayer en su apartamento en Humacao.
En los pasados 12 días también han muerto: Marta Iris Marrero Estrada (violencia doméstica), Mariluz Figueroa Medina (drogas, el blanco era otra persona), Maritza Colón Ramos, Marisol Rivera Rivera. En estos últimos dos casos no hay un móvil claro.
En el caso de Ortiz Fernández, ayer se encontraba detenido en la ciudad de Connecticut, su expareja, un hombre llamado Rafael y a quien apodan Rafita, que se alega en algún momento después del 25 de agosto viajó a la Isla expresamente para matarla.
Este diario supo que existe evidencia digital de amenazas de Rafita y supuestamente el hombre le confesó los hechos a personas en Puerto Rico y a su nueva pareja en Connecticut. Una fuente de este diario indicó que ya existía un patrón de violencia doméstica con la nueva pareja de Rafita.
Según fuentes, Rafita le había dicho a su expareja que la mataría si se enteraba de que estaba con otra persona.
Ortiz Fernández, vecina del barrio Río Cañas abajo en Juana Díaz, fue reportada desaparecida por familiares el 25 de agosto mientras se dirigía a una farmacia en dicho municipio.
Asesinada en HUMACAO
La Policía en Humacao recopilaba pistas ayer en torno a la muerte de doña Eva Rojas, una pensionada de 65 años, que fue asesinada en lo que aparenta ser un robo domiciliario.
Su cuerpo inerte fue encontrado por una vecina ayer a las 5:30 a.m. Rojas, que vestía panties y una blusa, se encontraba tirada boca abajo a la entrada del baño de su diminuto apartamento con una herida abierta en el cuello.
El comandante Miguel Velázquez, explicó que la mujer -exempleada de Comedores Escolares- recibía sus pagos de pensión del Gobierno y el Seguro Social por pago directo. Su cartera era de las pocas pertenencias que se echaban de menos en su apartamento.
Este diario supo que la mujer padecía de sus facultades mentales y ayer al mediodía no estaba claro si tenía hijos. Rojas acostumbraba dejar la puerta abierta de su apartamento.
Entre las pocas pistas que tenía la Policía se manejaba el dato de un auto compacto color oscuro que los vecinos observaron moverse por el área durante la noche del sábado.