Siente tus párpados como plomo, tu cuerpo derritiéndose por el teclado, estamos hackeando tu organismo, te estamos inoculando nuestro femivirus.
Infectando infectando infectando infectando
No te puedes reiniciar porque hemos sulfatado tu voluntad. Es la lógica de la libertad la que inunda ahora todo tu sistema. Libera los circuitos para dejarlos andar y descubrirse. Desbloqueamos tu PC, borramos tus claves.
Despertamos y ahora jugamos y hacemos trenzas con tus dendritas cibernéticas. No hay más secretos, no hay estado invisible. Somos hipervínculas reactivas desde la Patagonia, clickeando por San Juan, hasta Juárez. Somos secuencias, somos eternas, no nos pueden devorar.
Convocamos a la práctica política liberadora de comunicación y de cultura feminista. Infiltramos todos tus troyanos.
Estamos tejiendo redes entre nosotras.
Cuestionando las tecnologías patriarcales.
Gritamos con voces de disonancia y de rebeldía visceral. Es una posibilidad de hablar en muchas lenguas bastardas.
Estamos tomando las redes y produciendo nuestros contenidos.
Pirateamos el género.
Cuerpos en tránsito, cuerpos heteróclitos.
Conectamos soledades, enlazamos experiencias y placeres.
Apropiamos las tecnologías a pesar y en contra de las barreras de la brecha informática, la tecnofobia y los mitos de la interconectividad que nos han inoculado. A través de las tecnologías estallamos las suite de identidades estables y naturalizadas, cuerpos normalizados, por el sistema sexo/género binario, dimórfico, hetero y etnocentrado, racializado y moderno-colonial.
Vemos en la nube la posibilidad de desintegrarnos, recomponernos, resignificarnos y desde allí luchar por otras condiciones materiales de existencia.
Saldremos de tu pantalla porque la red va más allá de tu computador. Inundaremos tu cuerpo y tus calles.
Aquí todo se mezcla.
Somos un virus.
Te vas a infectar.
Infectando infectando infectando infectando
No te puedes reiniciar porque hemos sulfatado tu voluntad. Es la lógica de la libertad la que inunda ahora todo tu sistema. Libera los circuitos para dejarlos andar y descubrirse. Desbloqueamos tu PC, borramos tus claves.
Despertamos y ahora jugamos y hacemos trenzas con tus dendritas cibernéticas. No hay más secretos, no hay estado invisible. Somos hipervínculas reactivas desde la Patagonia, clickeando por San Juan, hasta Juárez. Somos secuencias, somos eternas, no nos pueden devorar.
Convocamos a la práctica política liberadora de comunicación y de cultura feminista. Infiltramos todos tus troyanos.
Estamos tejiendo redes entre nosotras.
Cuestionando las tecnologías patriarcales.
Gritamos con voces de disonancia y de rebeldía visceral. Es una posibilidad de hablar en muchas lenguas bastardas.
Estamos tomando las redes y produciendo nuestros contenidos.
Pirateamos el género.
Cuerpos en tránsito, cuerpos heteróclitos.
Conectamos soledades, enlazamos experiencias y placeres.
Apropiamos las tecnologías a pesar y en contra de las barreras de la brecha informática, la tecnofobia y los mitos de la interconectividad que nos han inoculado. A través de las tecnologías estallamos las suite de identidades estables y naturalizadas, cuerpos normalizados, por el sistema sexo/género binario, dimórfico, hetero y etnocentrado, racializado y moderno-colonial.
Vemos en la nube la posibilidad de desintegrarnos, recomponernos, resignificarnos y desde allí luchar por otras condiciones materiales de existencia.
Saldremos de tu pantalla porque la red va más allá de tu computador. Inundaremos tu cuerpo y tus calles.
Aquí todo se mezcla.
Somos un virus.
Te vas a infectar.
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