No es fácil mantener los cargos de violencia doméstica contra el hombre que se ama o se cree amar. Por eso, me parece que la Hon. Linares Santiago actuó correctamente al mantener el caso vivo en vista del lenguaje no verbal de la víctima, en este caso Ivette Cintrón.....
miércoles, 8 de junio de 2011
Frances Tirado / Primera Hora
El silencio prolongado de la otrora modelo Ivette Cintrón para responder en corte a la pregunta de si su ex pareja consensual Emilio Morales representaba o no “un peligro” en su vida fue el factor determinante para que la jueza Elizabeth Linares Santiago, del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, determinara ayer causa para juicio contra el hombre por violación a la Ley 54.
Cintrón, quien se mostró llorosa y nerviosa durante la audiencia judicial, manifestó su deseo de no continuar con el caso de violencia doméstica “por el bienestar de mi familia, mi hijo y mi salud. Me drena mucho esto, no puedo más”.
Fue por esto que la decisión de la magistrada la sorprendió al punto que estalló en llanto y sus padres la consolaron en la sala 608 del tribunal. La abogada de la defensa, María de Lourdes Guzmán, también mostró asombro.
Los hechos de este caso se remontan al pasado 14 de febrero en el elevado de la avenida Baldorioty de Castro, donde según la artista fue agredida por su compañero mientras ella se encontraba manejando un automóvil.
Durante la vista, la licenciada Guzmán le preguntó a Cintrón como parte del interrogatorio si Morales representaba peligro en su vida, a lo que ella respondió que no, luego de guardar silencio por varios segundos.
La togada no le dio paso a esta aseveración de Cintrón y procedió a determinar causa para juicio contra Morales por el Artículo 3.1 que se basa en la agresión física de la violencia doméstica, lo que constituye un delito grave.
Del mismo modo, se determinó que la orden de protección que solicitó Cintrón contra Morales permanece vigente hasta febrero de 2012.
En un momento de la vista, la fiscal Maritza Morales mostraba inquietud desde su silla y movía su cabeza de un lado a otro junto con su colega Melissa Vázquez cuando escuchó que la ex modelo de televisión le respondió a la licenciada Guzmán que no deseaba continuar con el caso y admitía amar todavía a su ex compañero consensual.
Durante la audiencia, la ex esposa del merenguero Toño Rosario confesó que Emilio Morales durante su relación de casi dos años “me ofendía y me decía que todas las mujeres somos unas pu..., interesadas y truqueras”.
Admitió, asimismo, que en una ocasión ella y el imputado tuvieron una discusión en su residencia en Bayamón donde convivían y él la empujó hacia su walk-in closet, dándose en la espalda con unos ganchos.
A preguntas de la fiscal Maritza Morales, respondió que en aquella ocasión “me sentí mal y le dije que me extrañaba que él teniendo tres hijas tratara así a las mujeres”.
Curiosamente en 2006, Ivette Cintrón tuvo otro incidente aparentemente de violencia doméstica con su entonces esposo Luis R. Solís, a quien denunció por haberla empujado por el pecho. Pero, luego desistió proseguir con la querella.
La lectura de acusación de este caso está pautada para el próximo martes; el juicio en su fondo para el 16 de julio.
Narra los Hechos
Ivette Cintrón narró en sala que el 14 de febrero pasado fue a cenar con su esposo a un restaurante en el Viejo San Juan donde ella consumió dos margaritas y un sambuca; mientras que Emilio Morales se deleitó el paladar con cinco tragos dobles de Black Label y un sambuca.
Desde el lugar, ella se comunicó con su hijo Antonio para invitarlo a cenar con ellos, pero él le comunicó que ya había cenado. Entonces la pareja decidió visitarlo a Isla Verde, ya que se encontraba en la residencia de su novia.
Al salir del establecimiento a eso de las 9:00 de la noche, su ex pareja estaba manejando en zigzag, por lo que ella ya casi pasando por el Club Naútico de San Juan le pidió que la dejara al volante a lo que él procedió.
No fue hasta que se encontraban en el puente elevado de la avenida Baldorioty de Castro que Emilio Morales le preguntó qué para dónde iban y ella le respondió que iban a ver a su hijo y éste la agredió en el lado izquierdo de su cara sin motivo alguno, según Cintrón.
“Yo le dije suéltame o si no estrello el carro. Él me aruña la cara y me hala, y le digo: ‘No me des’. Y cuando le miro la mano, tenía sangre. Yo le di en la cara. Entonces pasé dos semáforos y viré en U para regresar a mi casa en Bayamón”, detalló.
Esa noche Emilio Morales se fue a su apartamento e Ivette Cintrón permaneció en su casa en Bayamón. Al día siguiente fue a la residencia de sus padres, quienes llamaron a la Policía, y ella hizo una querella y luego recibió atención médica.
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