lunes, 29 de marzo de 2010

Crónica de una absolución anunciada

En lo que pretende ser un punto final en una crónica de una absolución anunciada, la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica determinó no sancionar a los médicos puertorriqueños que, entre otras estupideces, decidieron tomar fotos de pacientes haitianas mientras estaban desnudas y publicarlas en la red social facebook.

Aunque la ausencia de sanciones no creo tome por sorpresa a nadie, lo que sí debe sorprendernos es la candidez con la que los y las miembros de la Junta (¿¿¿quiénes son???) fundamentan su decisión de no imponer sanciones.

Aún no tengo el beneficio del escrito completo pero El Nuevo Día ha adelantado lo siguiente:

“La Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica ha decidido no imponer sanción disciplinaria a los médicos relacionados con esta investigación, más aún cuando surge de la misma la posibilidad de que la publicación de las fotos fuera motivada por intereses particulares ajenos a la medicina”

“aún cuando las fotos en cuestión parecieran ser crudas en un principio, cada una de ellas tiene una explicación aceptable y en cierta manera perseguían un fin noble”.

“No podemos ser incautos ante la intriga que provoca conocer los verdaderos propósitos para penetrar a la red y hacer noticia a priori sin corroboración alguna”, lee el documento.

“la periodista Diane Cabán Arce, quien no pertenecía al grupo, logró acceso a las fotos seleccionado entre 25 y 35 fotos”.
El relato dice que la periodista envió dichas fotos, primero “a un político, un líder de un gremio médico, dos periodistas y luego fueron circuladas a los medios noticiosos en general”.

La Junta concluye sin embargo, que cada una de las fotos tiene una explicación aceptable. Además sostienen que las fotos tomadas a los médicos con bebidas en las manos y con armas largas pertenecientes al Ejercito dominicano, “han sido sacadas de contexto, pues surgen fuera de su entorno laboral, (y) caen dentro de las prerrogativas de cualquier ciudadano con las que no debemos intervenir”.


Pregunto:

¿Qué fin noble perseguía la foto de las pacientes desnudas? ¿Y la del doctor con los condones en la mano?

¿Qué pertinencia, relevancia e importancia tienen las motivaciones de la periodista Dianne Cabán Arce para la investigación de violaciones éticas de los galenos? Es decir, independientemente de las acciones de Cabán, ¿acaso aquí la pregunta no era si las actuaciones de los doctores violaron de alguna manera las normas éticas de la profesión médica? En ese contexto, ¿qué más da quién es Dianne, por qué denunció las fotos, a quién se las mandó?

Obviamente, Dianne, periodista al fin, sabe hacer noticia, pero no por ella haberle dado relevancia al asunto, significa que las cosas no pasaron o no se dieron. Si me preguntan, la Junta le ha fallado al pueblo de Puerto Rico y al pueblo de Haití. No tanto por la absolución, sino por las razones fatulas para hacerlo. Nefasto ejemplo y nefasto mensaje de la Junta a las doctoras y doctores jóvenes del país.

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