miércoles, 8 de mayo de 2013

"Ser mujer y viequense" por Norma Valle Ferrer


La vida cotidiana y doméstica, donde tradicionalmente transcurría la vida de las mujeres, ha sido más difícil aun para las mujeres de Vieques y Culebra que para las de la isla grande, Puerto Rico. Recuerdo vivamente cuando en casa de los Pérez, donde pasé algunas de mis vacaciones de infancia, las arepas sustituían el pan que nunca llegaba para el desayuno. Allí estaba la lata de galletas Keebler llena de las arepas que acompañaban el café matutito, el pescado frito del almuerzo y la cena. Ahora, esa comida nos parece de moda, encantadora y deliciosa. En aquellos tiempos hablaba de la escasez y de cómo las mujeres inventaban de mil difíciles maneras la manutención diaria de la familia, casi siempre de pescadores o trabajadores agrícolas.
Esas mismas mujeres, muchas humildes y calladas, se organizaron cuando estaba en juego defender su familia y su pueblo. Así lo hicieron tempranamente en Culebra en los 70 y posteriormente en Vieques. En el 1999 se fundó la Alianza de Mujeres Viequenses, que el próximo 14 de mayo cumple sus 14 años de lucha intensa contra el militarismo y a favor de la vida.

Vieron que a su Isla Nena le ocupaban más y más terreno para dárselo a la Marina de Estados Unidos, tapaban los oídos a sus hijos e hijas de los estruendosos bombardeos y preparaban a sus hijas para que se protegieran del hostigamiento sexual de los marinos que las perseguían en la calle y hasta en las casas.

Pero el tiempo no pasa en vano, las décadas de abusivo bombardeo provocaron la contaminación que a su vez provoca cáncer, por lo que otra vez, son las mujeres las más afectadas, las más golpeadas por la mortal enfermedad. Es así como las compañeras de la Alianza se organizan por su condición de género para hacer valer su voz y darle rostro a la lucha. En sus propias palabras “utilizamos la desobediencia civil, la no violencia, el diálogo y el consenso como formas de lucha y participación en contra de la opresión militar y a favor de la paz”.

Las integrantes de la Alianza organizaron protestas, entraron al área restringida por la Marina de Guerra y fueron arrestadas. Asistieron a cientos de foros nacionales e internacionales para denunciar su situación. Recordamos con respeto y cariño a Norma Torres Sanes, Judith Conde y Nilda Medina, entre otras promotoras de la organización.

Hoy, 10 años después de que se expulsara a la Marina de Vieques, la Alianza de Mujeres Viequenses sigue sufriendo los embates del cáncer que afecta a sus participantes, pero sigue en pie de lucha, con renovado compromiso.

Es imperativo que ‘visibilicemos’ el activismo feminista y comunitario de las mujeres viequenses, que validemos su lucha continua y su crecimiento como representantes de un pueblo, de una comunidad que quiere y puede defender su tierra chica, su Isla Nena.

Twitter: @nvalleferrer
http://www.normavalle.com

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