El legislador Carmelo Ríos aparentemente está a punto de obtener su mayor logro: la aprobación de su proyecto de custodia compartida, que impondría a las parejas del país la custodia compartida. Como yo, no creo que el amor se impone, ni creo que el amor se exige, estoy en contra de ese proyecto. Pero no lo digo sólo por cuestión de amor, lo digo también por como bien dice la compañera Ana Irma Rivera Lassén, este proyecto significará un nuevo espacio de victimización de la mujer maltratada. Y, además, aumentarán los gastos de litigio, y no podemos obviar que la pobreza en Puerto Rico tiene cara de mujer al igual que las salas de Familia.
Hay tantas y tantas razones para oponerse al proyecto del legislador Ríos que no podemos ni debemos quedarnos calladas ni callados. Otra vez, las circunstancias nos obligan a posicionarnos en contra del fundamentalisto y de los mitos que rodean a la maternidad y sus responsabilidades. ¡A la calle!
AQUI reportaje de El Nuevo Dia.
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