lunes, 19 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
“Las dietas a que se somete la mujer son violencia de género”
POR LUIS SARTORI/ Clarin.com
Contra la corriente. Quiso ser psicóloga y los militares no la dejaron. Ahora se pone en la cabeza de pacientes con problemas de alimentación. Y les aconseja que coman de todo.
Hija de un rumano que vino con una mano atrás y otra adelante y terminó teniendo sastrería propia, Mónica Katz iba a estudiar Psicología pero los militares habían cerrado la carrera en la UBA: para ser psicoanalista entró a Medicina. Pero se recibió de médica y cambió de rumbo: trabajó 23 años en el servicio de Nutrición del Hospital Durand, donde fundó el Equipo de Trastornos Alimentarios. Hoy dirige su propio centro médico y el sitio educativo Fat-Fit; y también dirige la Carrera de Especialista en Nutrición con Orientación en Obesidad y el Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro. Dice que “no deben existir los alimentos prohibidos ”, que habría que subsidiar la verdura, la fruta y el pescado , y que se debería “legalizar el placer” de la comida . Escribió los libros No dieta , y Comer . Afuera de su consultorio colocó un cuadro de Botero (el pintor de las personas rotundas y redondas) y atiende con un pin en su delantal que dice No dieta .
¿Cómo y qué comía de chica?
Comía de todo. Mi padre me contó que me llamaban Pochita morfoniporque me sentaba tranquilita de bebé y hacía como un mmmm; no un canto, un ronroneo como de placer. Pero no tuve dificultades de comer de más ni poco.
¿Hizo alguna dieta?
La única vez fue antes de crecer, habrá sido a los 10-11 años, que tengo fotos que me veo redondita. Lo que sí tuve –y eso tuvo que ver con mi formación– fue una madre dietante, obesa, hiperobesa.
¿Ella hizo dieta toda la vida?
Sí, toda la vida hizo dieta. Y nos esperaba cuando veníamos del colegio a mi hermana y a mí, que éramos normales, ¡con la ensaladita con huevo duro!
¿Qué le provocaba verla obesa?
No lo tenía claro en ese momento, pero hoy recuerdo como escenas muy fuertes para mí las excursiones nocturnas. Ella era comedora nocturna, yo no sabía entonces qué era el síndrome de comer nocturno. Pero recuerdo el olor a comida en el medio de la madrugada. Yo me despertaba alguna noche y había un despliegue en la cocina, a solas, en secreto. Para mí era un hábito. Y normal.
Usted habla de cuerpo cómodo.
Y sí, la gente no quiere un cuerpo sano, quiere un cuerpo cómodo. La salud es un medio para. Para volver a jugar al fútbol, para poder higienizarse un hiperobeso, para poder hacer el amor, jugar con el nieto en el piso, volver a manejar. La salud es una manera de habitar un cuerpo cómodo. Y reivindica el placer de comer.
El placer es como el motor de la vida. Mi tema es por qué comemos, el acto de comer, el comensal, y la dificultad de cada uno de los que vienen acá con un conflicto entre un cuerpo incómodo –por flacura la anoréxica, por incomodidad el obeso, por peligro un diabético– y el acto de comer, un acto ineludible, inexorable, porque estamos diseñados para que el objeto alimento nos encienda zonas de recompensa, para que lo busquemos y la especie siga adelante. Yo no puedo ir contra eso. Los que proponen que podemos demonizar los hidratos o las carnes –ahora está el veganismo, esa metarreligión– a mí me preocupan. Estamos complicando la vida de la gente.
¿Los hidratos y los azúcares son los culpables de la obesidad?
Te juro: no tengo pacientes obesos por la gaseosa con azúcar, que yo vea que la causa de su obesidad es que toman azúcar de más. Toman azúcar de más, comen pizza de más, comen sánguches de más, ¡todo de más! Quedarnos tranquilos con la demonización de la carne, la leche, las harinas o el azúcar es simplificar algo que no ayuda a que podamos avanzar. Nuestra pediatra está viendo chicos de 8 y 10 años hipertensos y diabéticos. Yo digo: naciste para comer rico, vas a comer pero lo justo.Legalizá el placer y bajá el deseo.
¿Cada cuánto come?
Hago cuatro comidas al día. Hago un desayuno, ahí hay un aroma combinado de café y tostadas: para mí es lo más. Tiene que ver con que me encanta que algo nuevo empiece. ¿Su comida favorita?
La chocotorta me encanta. Me gusta lo dulce. Vas a ver que tengo acá... (saca del escritorio un chocolate a medio empezar) lo abrí la semana pasada, porque con mis pacientes anoréxicas como con ellas. No soy descontrolada, pero si me ponés una chocotorta... (convida y comemos trocitos del chocolate).
¿Tener caderas para la mujer es saludable?
Absolutamente. Tiene dos connotaciones: primero, un macho típico de la especie humana elige una hembra con una relación cadera-cintura 0.7. Está estudiado. No importa la corpulencia. Las mujeres atractivas para los hombres son las que tienen forma de guitarra. Con lo cual tener cadera asegura que me reproduzca saludablemente. Y la segunda es que la grasa en cadera, glúteos y muslos tiene un tipo de receptores de adrenalina, que son alfa, beta, etc. Los receptores alfa dos no permiten que se degrade esa grasa. Quiere decir que esa grasa llega en la adolescencia para quedarse en las mujeres.
¿Un poco de panza en el hombre?
No es bueno. Porque tiene los peores receptores. Drena directamente a un lugar muy peligroso que es la vena porta, y esto implica un riesgo cardiovascular muy alto. Y la grasa del hombre tiene un tipo de receptor que, si bien baja fácil, también se arma fácil. Y cuando se degrada va a los vasos, a los peores lugares.
¿Cuáles son las medidas de cintura saludables?
A nivel del ombligo: 88 en la mujer y 102 en el hombre. Esos son los parámetros que correlacionan con una cantidad de grasa abdominal lógica. Lo que se intenta es el menor riesgo posible, no riesgo cero.
¿Como comemos?
Los argentinos estamos en el medio de la curva, entre los mejores que serían para mi gusto los pueblos mediterráneos del sur, la típica dieta mediterránea, y lo peor de la cultura, que sería el norteamericano, y algunas zonas de Inglaterra y Alemania.
¿Los mejores alimentos?
Los de estación (vegetales y frutas) y no los que estuvieron conservados para que duren, carnes magras, lácteos descremados, cereales enteros, panes con semillas, aceite de oliva, legumbres en abundancia, el pescado particularmente, bastante líquido y buen vino.
¿Por qué habla de “tiranía de la belleza y de la imagen”?
Porque veo desastres. Las dietas a las que se someten las mujeres en honor a la tiranía de la belleza son violencia de género. Porque por fuera muestran belleza, juventud eterna, flacura, y por dentro todo dietante es un ser sufriente pero silenciado. Nadie habla de una orgía de comida, estamos hablando de un trozo de placer que el alimento te puede dar. Es grave porque la ciencia médica valida tratamientos de 800 calorías. Y como al hombre no se le pide que sea flaco, hermoso ni eternamente joven, la que inevitablemente ingresa en el ejército dietante, sufriente y autosilenciado es la mujer.
¿Qué es acá la balanza?
La Argentina es lamentablemente el segundo país en el mundo con trastornos alimentarios, en mujeres por supuesto. Somos mujeres absolutamente prisioneras de la balanza. La balanza es una cárcel. ¿Qué debiera ser? Un elemento más que me avise que llegó la hora de hacer un cambio en mi estilo de vida. También están el colesterol, mi estrés, mis horas de sueño o la cantidad de amigos que pueda sostener, o de tiempo de lectura no profesional, o la barrita de chocolate que me permito comer.
jueves, 8 de noviembre de 2012
Más allá del 6 de noviembre....
En Mujeresenpr.com no endosamos ninguna candidatura en particular, pero sí invitamos a la ciudadanía, en especial, a las mujeres electoras a que analizaran los cuatro años de Luis Fortuño en el poder para que se dieran cuenta de cuánto consistentemente fuimos violentadas por su administración de gobierno. Por eso, no podemos negar nuestra satisfacción al saber que los cuatro años de su mandato se aproximan a su final.
Por otro lado, en las pasadas elecciones surgieron nuevas voces, que más allá de los partidos tradicionales (el PNP, el PPD y el PIP) supieron incentivar los sueños de toda una porción de la población que- hasta ese momento- no había podido identificarse plenamente con una agenda electoral. Los números están ahí. Y aunque para algunos y algunas es comprensible cierta frustración, yo me quedo con lo que me consta: Puerto Rico es mejor hoy gracias al trabajo que realizaron en gran medida las compañeras y compañeros del Partido del Pueblo Trabajador y del Movimiento Unión Soberanista. Para ellas y ellos, mi respeto y agradecimiento.
Después de las elecciones, los retos son muchos. Se dice que el activismo social se apacigua un poco (o bastante) bajo administraciones del Partido Popular Democrático. Eso es un problema y un gran reto. Creo que el trabajo que, en especial, hizo el PPT para dejar claro los puntos de convergencia de los dos partidos que se han alternado el poder en Puerto Rico, el PNP y el PPD no puede ni debe echarse al olvido. En caso de las necesidades de las mujeres, yo estoy clara de que las mujeres hemos adelantado más nuestros derechos bajo administraciones populares (aprobación Ley 54, la oficina de la procuradora de las mujeres, carta circular para ejecutar educación desde perspectiva de género) pero, y este es un gran PERO, mientras el PPD se adscriba a una agenda de supuesto libre mercado, incentivos fiscales a grandes corporaciones, mano dura contra el crimen y coqueteos con el fundamentalismo religioso, las mujeres seguiremos siendo las mayores víctimas de la pobreza, el discrimen y la inequidad social y económica.
Por eso, las propuestas de los partidos emergentes y el Partido Independentista Puertorriqueño fueron las mejores recibidas por la Ruta de las Mujeres de Proyecto Matria y otros colectivos feministas. Y también, por eso, la salida de Luis Fortuño puede ser celebrada como un acto feliz producto de la democracia puertorriqueña pero la llegada de Alejandro García Padilla debe ser recibida con cautela.
En otras palabras, tenemos que seguir con los tenis puestos.
La calle nos espera.
Por lo pronto, le dedico esto a quienes, en las pasadas elecciones, nos abrieron nuevas puertas de convergencia. En solidaridad.
Cuéntame
Qué hay detrás de la cima, de aquella colina, de aquel arrabal,
Dime si hay una playa, si hay una muralla, si hay un arenal,
Dime si sobre el mangle no canta el sinsonte.
Cuéntame
Qué hay detrás de la playa, de aquella muralla, de aquel arenal
Dime si hay un estrecho y los barcos maltrechos por el vendaval.
No me digas que no pillas el horizonte.
Voilà, yo leí tu nombre en un cartel, y aquí estoy con la necesidad
De sobrevivir, de seguir en pie.
Tiraré, un collar sobre aquel tablero de ajedrez
Y por cábala adivinarás, si te sobra amor, si te falta fe.
Cuéntame
Qué hay detrás del estrecho y los barcos maltrechos por el vendaval,
Dime si hay un país, un matiz de raíz con una capital,
Dime si allí no cantan canciones lejanas.
Cuéntame
Qué hay detrás del país, del matiz de raíz con una capital,
Dime si hay una cima, si hay una colina, si hay un arrabal.
No preguntes por quién redoblan las campanas.
-"El Adivino" de Frank Delgado
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