domingo, 20 de octubre de 2013

Regalito Dominguero

Ayer tuve la dicha de disfrutarme el concierto de Jorge Drexler en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.  Lo mejor del concierto fue el amor que los y las más jóvenes le demostraron al artista que él reciprocó con un show súper entretenido, lleno de sentimiento y sentido! Ma-ra-vi-llo-so.

Felicito a las productoras de Luna Nueva por seguir apoyando al talento alternativo  y traer artistas como Ismael Serrano y Jorge Drexler a nuestro país. Enhorabuena.

lunes, 14 de octubre de 2013

Video de la CEPAL: Brechas en materia de género en el sector digital y tecnológico

Este video presenta algunas de las principales brechas en materia de género en el sector digital y tecnológico y propone medidas para eliminarla.

Las desigualdades de género presentes en la economía digital, que determinan tanto el desarrollo personal y profesional de las mujeres como el progreso de los países en el marco del nuevo paradigma tecnológico, serán examinadas durante la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.

La reunión intergubernamental está organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de República Dominicana y se llevará a cabo del 15 al 18 de octubre de 2013 en Santo Domingo, República Dominicana.

Más información en: http://www.cepal.org/12conferenciamujer/


viernes, 4 de octubre de 2013

Un "buenos días" que ya no recibiré


Primera Hora reporta, como una nota policíaca más, "Matan a sujeto para robarle vehículo". Pero al que mataron no era un "sujeto". Era un hombre joven, de ascendencia portuguesa y puertorriqueña. Se llamaba Roy. Hijo de Mirita. Y el único vecino que me daba los "buenos días" todos los días.

Roy era como el guardián omnipresente del condominio donde vivo. Como su casa ubica justo en el centro del lugar, todos los vecinos y las vecinas le conocíamos. Yo, que llevo dos años viviendo aquí , y aunque no lo parezca soy bastante tímida, sólo limitaba el intercambio a responder su amable Buenos Días. Todos los días, temprano en la mañana, subía las escaleras  y allí estaba él, ejercitándose o botando basura, o lavando su carro, que estacionaba junto al de mi compañero. Pero el día menos pensado, Roy dejó de ser.

No hace mucho, al regresar a mi hogar, me topé con un escenario familiar ante las tragedias:  el estacionamiento repleto de personas con caras tristes que se hablaban en susurros.   "Aquí pasó algo", le envié un texto a mi compañero.

Cuando pregunté qué pasaba, la respuesta de otro vecino triste y apenado me dejó helada: "¿Conoces a Roy? Lo han matado."

Horror. Silencio. Horror.

De repente, me sorprendo preguntándome por qué siento tanta tristeza. Pero, cómo no. No es cualquier cosa perder a un ser humano, menos cuando lo pierdes porque otro ser humano decidió que podía disponer de su vida. No sólo Mirita perdió a su hijo, sino que nuestra mascota comunitaria la hermosa perrita "D" perdió a su verdadero amo. Nosotros perdimos a un vecino. Yo perdí sus "buenos días" mañaneros.   

Nunca me había puesto a pensar, hasta este punto, que la cifra de asesinatos cuyos dígitos crecientes son portada de casi todos los días en Puerto Rico, no sólo hablan de enormes tragedias familiares: una madre que pierde a su hijo, un enamorado que pierde a su novia, una hija a quien le arrebatan a su padre anciano.... sino que miles de personas conectamos con la tragedia por la pérdida  de simples pero hermosas interacciones cotidianas, tal vez no demasiado profundas, pero que nos hermanan con otros seres humanos. ¿Qué efecto tiene sobre un país que sus habitantes hayamos todos sufrido alguna perdida humana por la violencia? ¿Qué efecto tiene en el alma de un ser humano vivir con la certeza de que el horror le espera a la vuelta de la esquina? Yo misma he intentado contestar esas interrogantes en mi columna "Los derechos humanos como defensa ante en horror", pero nadie niega que la ruta de los derechos humanos a veces tiene cuestas muy empinadas.

En definitiva, lloro la pérdida. Y la lloro por la madre que nunca vio a su hijo regresar, la lloro por Aníbal ese vecino que me dio la noticia y jugó un rol paternal en la vida de Roy, la lloro por todas las personas que le conocieron mejor que yo. Pero también lloro por la pérdida de esperanza, fe y tranquilidad. Lloro porque cada vez que perdemos a un ser humano por la violencia, perdemos un poquito más del país dónde un "buenos días" puede ser la diferencia entre la alegría y la tristeza.

(Fado que fuera dedicado a Roy por Benjamín Muñiz en Saravá en Concierto  de Radio Isla)